Padres denuncian que en el CDI de Orán Obispo Muguerza los niños son maltratados constantemente por quienes deberían cuidarlos ante la total inacción del encargado del centro: submarinitos, de rodillas al sol y otros abusos son parte del método educativo.
Zulma, quien enviaba a sus hijos al Centro de educación infantil, realizó la denuncia hace varios días. En una nota publicada por la Revista Norte se da cuenta de los abusos sufridos por los menores que asistían a este centro. Ahí narró la situación de su hija: “Un día me la entregaron con toda la ropa mojada. Las maestras jardineras me dijeron que en el jardín mi hija había estado bien. Entonces sospeché que en la guardería la habían mojado. Cuando pregunté a las cuidadoras qué había pasado, no me supieron explicar. Ahí tuve el fuerte temor de que mi hija estaba siendo sometida a castigos con agua.” Luego fue que la niña de 2 años contó lo que le hacían, introducir su cabeza en un balde con agua.
Antonia, otra madre, también brindó su testimonio a la revista: “Un día salí temprano de la finca y los fui a buscar. Cuando llegué estaba la puerta un poco abierta y por ahí logré ver a mi hijo de rodillas contra la pared, la cabeza hacia abajo y en el sol. Yo abrí la puerta y lo llamé. Él me miró con una mirada como avergonzada pero no se levantó. Yo lo volví a llamar, le dije: Fernando vení conmigo, ya está aquí mamá, entonces él se levantó y vino corriendo hacia mí, me abrazó y se largó a llorar. ¿Quién te hizo esto papi? le pregunté, y me dijo la seño Lore. Lo senté en una sillita y me fui a buscar a Lorena. Le dije de todo y casi me voy a las manos con ella, yo tenía un sentimiento de bronca, impotencia y angustia en ese momento de haber visto a mi hijito así y por no haber podido hacer nada cuando tenía las sospechas de que ahí mis hijos la pasaban mal”.
Cuando Tordolla fue a declarar le preguntaron por el balde donde practicaban los submarinos, negó la existencia de tales elementos en el centro. Lo cual no hizo más que enardecer a los padres que lo tildan de encubridor. A principios de este año, Tordolla habría tomado la jefatura del CDI, aunque al parecer hasta ahora no estaría nombrado efectivamente por Provincia, por eso le llaman el encargado.
Marcela Alarcón, quien sería la supervisora de Salta, también estaría al tanto de las denuncias de las madres, pero como los otros funcionarios implicados, tampoco habría realizado ninguna acción, según los denunciantes.
No se explica el encubrimiento por parte de las autoridades al respecto de esta situación, el hecho que estén utilizando métodos que rozan la tortura al mejor estilo manual Kubark es algo preocupante. Cuántos centros como este existen en la provincia, la seguidilla de casos similares (El accidente del niño Mamaní meses atrás por ejemplo) dan cuenta de la negligencia por parte del personal tanto como de las autoridades a cargo del cuidado de los niños que les son confiados.-
Publicado en Cuarto Poder
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