La reelección del presidente Juan Manuel Santos para el periodo 2014-2018, aprobada este domingo por los colombianos en las urnas, es ante todo un mandato popular para avanzar en la búsqueda de la paz por la vía negociada.
La contienda entre Santos y Óscar Iván Zuluaga (Centro Democrático) para segunda vuelta se polarizó de tal manera alrededor del mejor camino para conseguir la paz, y fue tan intensa que el resultado en las urnas no puede entenderse de otra manera que como un voto a favor de que el Presidente se mantenga en la búsqueda de la paz con las guerrillas por la vía política.
Pero si bien el voto de los colombianos este domingo es casi una exigencia al Presidente para seguir en ese propósito, también tiene que entenderse como un llamado a la insurgencia para poner fin a su confrontación armada. Y así lo notificó este domingo Santos.
“La exigencia no es solo para el Gobierno. El mensaje para las Farc y el Eln es claro. Este es el fin y hay que llegar a él con seriedad y decisión”, dijo el Presidente en su discurso de ayer tarde al proclamar su triunfo.
El mandato renovado en las urnas y el ritmo al que ha avanzado el proceso de paz de La Habana podrían erigir a Santos como el gobernante de la paz, el hombre que firme con la insurgencia (Farc y Eln) el fin del conflicto.
Recuperación en 20 días
La reelección de Santos dejó otra lección desde el punto de vista meramente electoral: el ‘milagro’ de la recuperación electoral en solo 20 días de campaña.
Según el boletín 47 de la Registraduría, escrutado el 100% de las mesas, Santos logró 7.816.986 votos (50,95%) y superó en una apretada elección a Óscar Iván Zuluaga, quien obtuvo 6.905.001, equivalentes al 45,00%.
La Registraduría, al igual que en la primera vuelta, contabilizó los resultados en tiempo récord. Tanto así, que media hora después de cerradas las mesas, ya habían sido escrutadas más del 50% de las mesas de todo el país. Y una hora después, a las 5 de la tarde, el país ya conocía a su nuevo Presidente.
Santos venía de una derrota con Zuluaga, en primera vuelta, por 458.156 votos, la cual remontó y superó con una cifra que supera los 900.000 votos.
Su triunfo en segunda vuelta tiene muchas explicaciones: aportó la izquierda, reaccionaron Bogotá y la Costa Atlántica y se impuso la convicción de la mayoría de que convenía más una paz al estilo del Presidente que la de Zuluaga.
Como dijo el senador Antonio Navarro (Alianza Verde) tan pronto se conocieron los resultados de ayer: “A Santos en el 2010 lo eligió la derecha. En el 2014 lo reeligió la izquierda. Las paradojas”.
El comentario de Navarro no podía ser más oportuno. Como lo admitió también Santos, el decidido respaldo de Clara López, excandidata presidencial del Polo (1’958.414 votos en primera vuelta) y del alcalde Gustavo Petro, contribuyó a que el reelecto Presidente pasara de 444.051 votos en la capital del país en primera vuelta, a 1’337.349 votos en segunda vuelta. Triplicó su votación en Bogotá, y no estaría distante de la verdad asegurar que la capital del país consolidó el triunfo del Jefe de Estado este domingo.
También los departamentos de la Costa Atlántica reaccionaron a favor de Santos. La Guajira, Cesar, Magdalena, Sucre, Bolívar, Córdoba y Atlántico le pusieron a Santos 1’100.000 votos más que en primera vuelta.
Otra zona del país que contribuyó a su triunfo fue el Valle, la tierra de Carlos Holmes Trujillo (compañero de fórmula de Zuluaga), que le entregó al mandatario 800.000 votos más que el 25 de mayo.
Uribe y Zuluaga, distintos
El expresidente Álvaro Uribe y el excandidato Óscar Iván Zuluaga tuvieron reacciones muy diferentes con respecto al triunfo de Santos.
La de Zuluaga, que se produjo apenas una hora y quince minutos después de cerrada la votación, fue moderada, tranquila.
“Debo hacerlo por convicción democrática: felicitar al presidente Santos por su triunfo, la democracia consiste en esto”, afirmó el excandidato presidencial, rodeado de su familia y amigos.
En cambio Uribe, jefe supremo del Centro Democrático, apareció desde Medellín leyendo un discurso acusador.
El exmandatario, quien ahora liderará desde el Congreso una dura oposición contra Santos, acusó al candidato triunfador de haber protagonizado “la mayor corrupción de la historia, caracterizada por: abuso de poder, entrega de sumas de dinero a parlamentarios para compra de votos…”, y muchas otras cosas más.
Lo que viene
A partir de ahora, Colombia vivirá una nueva realidad política, marcada por un gobierno con una tendencia de “unidad” reiterada por el Presidente reelecto, y una férrea oposición del Centro Democrático que liderará el expresidente Uribe, quien cuenta con el 20 por ciento de las bancas en el Senado y unos ligeros apoyos en la Cámara.
“Vamos a conformar una selección nacional de gobierno para seguir construyendo un país más justo e igualitario”, confirmó Santos.
Los resultados electorales obligan al mandatario no solo a hacer los ajustes en su gabinete para el segundo mandato, sino que tendrá que hacer un realinderamiento de fuerzas en su coalición.
Aunque el Partido Conservador de manera oficial no apoyó su reelección, sí lo hizo la mayoría de su fuerza parlamentaria, lo cual le plantea un desafío al Jefe de Estado.
Lo mismo ocurrirá con Alianza Verde. No obstante que su excandidato, Enrique Peñalosa, dejó a sus militantes en libertad para votar en segunda vuelta, varios dirigentes llegaron en su apoyo.
Si bien la excandidata del Polo Clara López fue definitiva en su reelección, ella ya dijo públicamente que no formará parte del nuevo gobierno. Pero sí será estratégica en la búsqueda de la paz.
El Partido Liberal, que ya hizo parte de la coalición en su primer gobierno, seguramente tendrá un puesto privilegiado en su segundo mandato, pues personas como el expresidente César Gaviria se convirtieron en jugadores definitivos de su triunfo.
El segundo gobierno de Santos, que comenzará el próximo 7 de agosto, podría estar marcado por cambios que lo diferencien de su primer cuatrienio. Santos admite que ha tenido errores y que deberá cambiar, porque no quiere que uno solo de sus electores esté arrepentido cuando finalice su mandato. “Vamos a corregir todo lo que haya que corregir, a ajustar todo lo que haya que ajustar. Y a reformar lo que haya que reformar”, confesó Santos en medio de aplausos y vivas de sus seguidores.
Claves para la nueva gobernabilidad
El segundo mandato del presidente Juan Manuel Santos tiene el desafío de configurar una nueva gobernabilidad para imponerse a los retos políticos que le deja su reelección.
Un hecho como la definitiva participación de la izquierda en su triunfo electoral, si bien no plantea su incorporación al Gobierno, sí abre las puertas para una mayor comprensión con estos sectores.
La llegada del uribismo al Congreso con el 20 por ciento de los escaños del Senado le exige también al Presidente apuntalar su próximo mandato de manera estratégica.
Expertos consultados por EL TIEMPO coincidieron en que la clave para construir esa nueva gobernabilidad está en la capacidad de Santos para convocar a distintos sectores y tener un diálogo amplio con ellos. Desde la Unidad Nacional, los presidentes de Cambio Radical, Carlos Fernando Galán, y del Partido Liberal, Simón Gaviria, aseguraron que Santos deberá crear alianzas para acompañar temas de relevancia como la búsqueda de la paz.
“El reto del Presidente es sacar adelante un gobierno que cumpla con esa confianza que nos entregó la izquierda y también tener un diálogo fluido con el Centro Democrático y Óscar Iván Zuluaga”, dijo Gaviria.
“Yo no veo fácil una gobernabilidad. A Santos le va a tocar hacer un gran esfuerzo para pasar las reformas en el Congreso”, aseguró la senadora electa del Centro Democrático María del Rosario Guerra, muy cercana a Uribe.
Esta postura la respaldó Alejandro Arbeláez, directivo del movimiento uribista, quien consideró que “va a ser muy difícil tener en la misma canasta, desde el punto de vista programático, a los expresidentes César Gaviria y Ernesto Samper, y a Clara López y Gustavo Petro”.
La presidenta del Polo, Clara López, dijo que Santos deberá cumplir su promesa de “sellar una terminación del conflicto armado con las Farc y el Eln”.
El senador Jorge Enrique Robledo, de ese partido, afirmó que aunque sectores del Polo apoyaron la reelección de Santos, su partido será “oposición en el próximo cuatrienio”.
Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, dijo que este gremio está dispuesto a trabajar con el Gobierno “por el futuro y la institucionalidad del país”.
Fabián Marulanda, exsecretario de la Conferencia Episcopal, dijo que “el país exige en este momento que cesen todos los odios”.-
Fuente: El Tiempo