Otra muerte por desnutrición en el norte salteño

26/01/2015 | Revista Norte
Marcos Solis, ya fallecido, evidencia su pancita sumamente inflamada y sus huesitos del torax marcados en la piel por desnutrición

Marcos Solis, ya fallecido, evidencia su pancita sumamente inflamada y sus huesitos del torax marcados en la piel por el estado de desnutrición.

La desnutrición se cobró una nueva vida en Orán

Un niño de casi dos años murió el martes en el hospital San Vicente de Paul. Pertenecía a una comunidad originaria de Morillo.

Otra vez la muerte, otra vez la desnutrición. Pese a que los funcionarios provinciales se empeñan en negarla, la falta de alimentación básica es un drama que está lejos de extinguirse en la Provincia. El Chaco Salteño volvió a ser noticia por una muerte por desnutrición: se trata de un niño de casi dos años de edad, perteneciente a la comunidad originaria wichi de Morillo. Falleció el martes a causa de una «desnutrición severa», según revelaron altas fuentes del hospital San Vicente de Paul, en Orán.
El 20 de enero, pasadas las 21, Marcos Solís ingresó a la guardia del hospital. A cargo estaba la médica Julia Pizola, quien atendió al niño. Solis llegó a Orán derivado de la localidad de Morillo. «Se encontraba en grave estado, con un cuadro de desnutrición severa y deshidratación. Ingresó con abdomen distendido, por lo cual se le realizó una sonda nasogástrica», explicó una fuente que no quiso dar su nombre por miedo a futuras represalias.
Lamentablemente el niño no resistió y «a los pocos minutos de ingresar sufrió un paro cardiorrespiratorio». El informante señaló que «el equipo médico le practicó maniobras de recusación por 40 minutos, pero que no logró la reanimación del niño, quien finalmente falleció».
Marcos llegó acompañado de dos mujeres, una de ellas era su mamá, quien está embarazada y tiene además otros dos hijos.
Desnutrición severa
«Marcos medía 0,83 centímetros y pesaba apenas ocho kilos (a los dos años el peso medio ronda los doce, dependiendo de la contextura física), lo que representaba una desnutrición grado dos o desnutrición severa», afirmaron las fuentes.
Según la madre de Marcos, el niño tenía «diarrea y vómitos» y esto «generó un cuadro de deshidratación que, sumado a la desnutrición, lo llevó a la muerte», concluyó la fuente.
Desnutrición cero
En diálogo con El Tribuno, la periodista local Silvana Brezina, señaló anoche que las autoridades provinciales «quieren esconder el problema y usan métodos mentirosos y poco humanos para ello».
«Según fuentes que no puedo revelar, porque las echarían, ahora no les permiten a los médicos poner en el certificado de defunción la palabra desnutrición. A cambio tiene que decir distrofia».
Consultada sobre esa cuestión, Brezina sostuvo: «Ademas de negar las muertes que ocasiona este grave problema, mienten en las medidas que utilizan para determinar el grado de desnutrición. No se les permite a los profesionales de la salud medir con las tradicionales tablas de talla y peso, sino que tienen otro sistema que baja el grado de desnutrición». La periodista consideró que «la cantidad de niños desnutridos sigue igual o peor, pero las estadísticas muestran lo contrario».
El ocultamiento
La desnutrición es un tema tabú para las autoridades políticas, quienes suelen tratar de esconder el tema. Para ellos, los índices son muy bajos y las muertes son «solo casos aislados», tal como dijo hace no mucho el jefe de Gabinete nacional Jorge Capitanich. Pero la realidad golpea duro a las familias del Chaco Salteño, al igual que a muchas otras del resto del país.-

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