El gobernador Juan Manuel Urtubey remitió al Senado los pliegos del ex ministro de Seguridad, Maximiliano Troyano, la directora del Cuerpo de Investigadores Fiscales, Gabriela Buabse, la secretaria letrada de la Procuración, Mónica Poma, y del auxiliar de Fiscalía penal, Pablo Rivero. Son los elegidos por el mandatario entre doce concursantes para cubrir cargos de fiscales.
Los puntajes del concurso no son vinculantes, pero son indicativos. Curiosamente, el gobernador eligió al postulante que había obtenido el puntaje más bajo, el ex ministro Troyano, quien este verano debió dejar la cartera de Seguridad debido al rechazo generalizado que provocaron sus declaraciones acerca de las turistas víctimas de violencia de género en nuestra provincia.
Los otros tres postulantes provienen del ámbito de la Procuración. Buabse es, virtualmente, la mano derecha del procurador López Viñals y Poma ocupa un cargo estratégico en la estructura del Ministerio Público.
En el seno del Colegio de Abogados ya surgieron objeciones, no a la designación de ambas letradas, cuya idoneidad profesional no ha sido puesta en duda, sino a la participación del Procurador en el examen. López Viñals, los diputados Pedro Sández, Gustavo Scavuzzo y Cristóbal Cornejo, el juez Raúl Román y la abogada Gisela Centeno coincidieron en el dictamen de mayoría, mientras que el juez de la Corte, Gustavo Ferraris y los abogados Ricardo Barbarán y Sergio Choque emitieron el de minoría.
Consideran en el Colegio que López Viñals debió haberse excusado debido a su vínculo público y manifiesto con Buabse y Poma. La presencia de examinadores afines con los postulantes puede desequilibrar la balanza al momento de evaluar las pruebas.
La participación de diez empleados o funcionarios de la Procuración entre doce concursantes y los nombres seleccionados por el Poder Ejecutivo parecen confirmar la sospecha de una estrategia para direccionar la designación de magistrados y fiscales en un futuro inmediato. Casi la mitad de los jueces salteños se acercan a la edad de la jubilación y la reforma del Código Penal obligará a designar numerosos fiscales.
López Viñals nunca ocultó su convicción de que el cuerpo de fiscales debe actuar disciplinadamente y acatar las órdenes superiores.
Hoy, al menos, lo logra.
La reforma del Código entraña un cambio en las atribuciones ya que muchas de las que competían a los jueces, pasan ahora al Ministerio Público. Con el actual concurso, queda la impresión de que el Procurador quiere ampliar su tropa propia.
La Constitución Provincial y la ley del Consejo de la Magistratura ordenan que “en la selección de postulantes debe mantenerse un adecuado equilibrio entre los principios del respeto y observancia de la carrera judicial, con el de la apertura de ésta a profesionales que no provengan de la misma. La discrecionalidad del Gobernador, para elegir postulantes, no es absoluta: debe fundamentar la elección del candidato. El Senado deberá ahora exponer ante la opinión pública los pliegos, de manera de recibir objeciones, antes de otorgar o denegar los acuerdos parlamenta rios.
Cuestionan la actuación de López Viñals
La participación del procurador Pablo López Viñals en toda la instancia de selección de los nuevos fiscales generó graves sospechas e infinidad de críticas. Es que la ley prevé que en casos de amistad o enemistad manifiesta, los miembros del Consejo de la Magistratura deben excusarse de calificar a los participantes. Pero en este concurso, 18 de los 22 postulantes eran empleados del organismo a cargo de López Viñals, y dos de ellas -Buabse y Poma- colaboradoras directas suyas.
Hay varios antecedentes recientes de concursos para cargos en el Poder Judicial y la Procuración en los que los miembros del Consejo de la Magistratura se excusaron.
Por ejemplo, el diputado provincial Cristóbal Cornejo se excusó de evaluar al juez Abel Fleming en el concurso para el Tribunal de Impugnaciones, ya que ambos son familiares. Curiosamente, en ese mismo concurso López Viñals si evaluó a Fleming, pese a que la amistad entre ambos es muy conocida, al punto de que han escrito varios libros juntos. También en ese concurso, López Viñals evaluó al exjuez de la Corte Omar Silisque, con quien también escribió un libro conjunto.
En otro caso el consejero Federico Humberto Ríos, que es representante del Colegio de Abogados, se excusó en un concurso al que se presentó la abogada Verónica Simesen de Bielke. Argumentó que habían trabajado en el mismo estudio jurídico.
El objetivo de las excusaciones es lograr la mayor imparcialidad posible. Sin embargo, la participación del procurador López Viñals en los cuatro concursos de fiscales está teñida de sospecha de parcialidad.
Fuentes confiales aseguraron a El Tribuno que, durante la evaluación, la mayor parte de las preguntas referidas al procedimiento penal fueron preparadas y formuladas por el mismo Procurador. Curiosamente, los dos puntajes más altos fueron obtenidos por sus dos colaboradoras más directas.
Ante la consulta de porqué López Viñals no fue recusado por los participantes del concurso, las fuentes puntualizaron que de los 12 postulantes que pasaron a la instancia final, 10 trabajan en la Procuración. De los dos restantes, uno es el exministro Maximiliano Troyano.-
Publicado por El Tribuno
Pingback: Mujeres con exceso de confianza..abstenerse de hacer denuncias | Revista Norte
Pingback: Urtubye quiso defender la postulación de Troyano y metió la pata | Revista Norte