Los narco atacan a vecinos y a periodistas en el norte de Salta

 

En la disputa por ganar terreno, los ataques no son solo entre bandas delictivas sino con la comunidad. La gente reclama más seguridad, pero la Policía carece de los recursos suficientes para enfrentar al narcotráfico.

Los narcos están en pie de guerra contra vecinos y periodistas en el norte

EN TARTAGAL, LOS DEALERS INCENDIARON UN AUTO E IMPIDIERON A PEDRADAS Y PALOS UNA MARCHA POPULAR

El norte salteño es una zona en disputa. Vecinos y periodistas son los nuevos objetos de ataques del narcotráfico en Tartagal, donde en los últimos dos días quemaron un auto a dos reporteros y un grupo de dealers impidió una movilización de vecinos a hondazos y palos, en la zona oeste de la ciudad.

Los vecinos dicen que la Policía está desbordada, que con escasos recursos realiza operativos contra la venta de paco y ravioles, pero que ese esfuerzo resulta insuficiente.

Dos hechos ocurridos el lunes pusieron en evidencia que el narcotráfico no solo genera violencia entre bandas delictivas (como el triple crimen de Acambuco, en octubre de 2012), sino que también apunta a los vecinos y los trabajadores de prensa.

El lunes a la madrugada, desconocidos ingresaron al garaje de la casa de los periodistas Víctor Hugo y Raúl Cortez. Sacaron el auto de ambos -un Fiat Palio- y lo incendiaron frente a la casa, que está a pocos metros de la del jefe de la Unidad Regional 4 de la Policía, Fernando Camacho.

Víctor y Raúl trabajan en un canal de cable de Tartagal y desde allí hicieron varios informes sobre la venta de drogas. Ambos habían recibido amenazas hace una semana, hechos que denunciaron en la policía.

“A las 3 de la madrugada, mi hermano menor escuchó que alguien encendía un vehículo pero no le dimos importancia; al parecer lo pusieron en marcha y lo empujaron después de arrojarle combustible. El auto quedó en la vereda de enfrente y se quemó íntegramente”, relató Víctor, quien vive en el barrio Provincias Unidas, en la zona sur.

El joven no descartó que los informes sobre la inseguridad y las drogas hayan motivado este ataque.

“Este es otro caso de la inseguridad que padece nuestra comunidad desde hace mucho tiempo”, opinó Raúl.

También el lunes ocurrió otro hecho. En el barrio 9 de Julio se había reunido la comisión de seguridad vecinal, que también integran delegados del barrio Belgrano. Tras dialogar, decidieron hacer una marcha para llamar a los ciudadanos a hacer un pedido masivo por seguridad. Los dos sectores son considerados los más afectados por la venta de drogas. Al salir a la calle, un grupo de jóvenes, que los vecinos relacionaron con la venta de drogas, comenzaron a tirarles piedras y palos, lo que impidió la movilización. Fue la segunda vez que le cerraron el paso a la dirigencia vecinal, ya que una situación similar habían vivido hace dos meses.

Otros antecedentes

Los hechos en Tartagal tienen otros antecedentes en el norte salteño, hoy bajo la amenaza del narcotráfico. El año pasado un periodista de Salvador Mazza fue amenazado en su casa, luego de realizar varias notas sobre la venta de drogas.

“Si seguís rompiendo las b… vas a terminar en el medio de la quebrada”, le dijeron un viernes a la madrugada, tras tocarle la ventana.

El hecho que más trascendió fue el ataque al periodista boliviano Fernando Vidal, rociado con nafta y quemado en su radio, en Yacuiba (Bolivia) por sicarios. El ha denunciado reiteradamente al narcotráfico en la frontera de Bolivia y Argentina.

Preocupación

Tras conocerse el incendio del auto de los periodistas, el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) expresó su preocupación y reclamó a las autoridades policiales que se investigue el caso y se garantice la protección de los colegas y sus familias.

 Operativos y falta de móviles

Los vecinos de Tartagal reclaman mayor intervención de la policía para combatir la venta de drogas en sus barrios. El problema son los recursos. Tanto la Brigada de Investigaciones como Drogas Peligrosas carecen de vehículos suficientes. En el primer caso, solo disponen de un auto que recibieron en depósito judicial, mientras que la División Drogas no posee movilidad. Cuando surge un traslado, ambos piden una camioneta a la Unidad Regional 4.

A pesar de esta carencia, el director de la Agencia Antidrogas de la Provincia, Néstor Ruiz de los Llanos, remarcó que desde enero de 2012 se reestructuró a Drogas Peligrosas de Tartagal y de tener 13 efectivos ahora cuenta con 32. Desde entonces se hicieron 420 procedimientos, se allanaron más de 120 bocas de expendio y fueron detenidas 500 personas. “Todos los años y de a poco vamos equipando a la fuerza; ahora recibirán dos perros y seguimos con capacitación”, remarcó.-

 

El Tribuno