Cuando un problema los supera y desnuda la inoperancia

08/06/2017 | Revista Norte

LA UNICA RESPUESTA ES QUE SIGA TODO COMO ESTÁ? MAÑANA UN MINISTRO LOS RECIBE EN BS. AS.

Gendarmería nacional decomisa y bagayeros cortan ruta. El Obispo Sancheta entra a escena.

Por Nolverto Guerra / Revista Norte

Orán lo sabe. Urtubey y Lara alimentaron el caos. Hoy el problema es inmanejable para el intendente y el gobernador que intentaron, sin éxito, expiar la culpa en Nación. Y buscaron auxilio clerical. Es obvio, se les agotaron las neuronas y se visibilizó la indolencia.

EL BAGAYEO

La actividad de los pasantes o bagayeros no es nueva. Existe desde tiempos inmemoriales. Siempre fueron «evasores» y siempre «se hacía» como que los controlaban. El mercado los toleraba porque eran «medidos» en sus «violaciones a la ley». Traían pero no abusaban. Vinieron tiempos difíciles y, ayudados por controles laxos, a la par que se sentían expulsados por el sistema agrandaban sus mochilas. Tampoco había rubro que se despreciara. El pasante ni pregunta qué lleva. Solo quiere llegar a destino y cobrar. La nula oferta laboral legal los autoriza a transgredir las fronteras. Ante la desidia, todo esta justificado.

LA SOBRE-PROTECCION DEL PODER

La indolencia oficial los abandonó a su suerte. El mismo Intendente Municipal -compelido por la urgencia primero- les brindó protección, vulnerándolos cada vez más. Así construyó su kiosco contribuyendo con la logística. En terreno municipal habilitó la gigantesca playa exclusiva para que concentraran las cargas que le significan a Lara Gros, vía contratos ilegales con sus concesionarios, millones de pesos sin control. Las denuncias judiciales y periodísticas al respecto tomaron fuerza hasta en medios provinciales. El gobernador siempre lo avaló.

EL TEMERARIO INTENDENTE Y EL DESAIRADO URTUBEY

Lara Gros, ya con las rutas cortadas, convocó al Gobernador para mantener una reunión con los bagayeros. En toda Salta difundieron la versión oficial de que Urtubey llegaba a Orán para encontrarse con una delegación de funcionarios nacionales para tratar el delicado asunto. El Gobernador, deseoso por ayudar a su delfín, llegó a los dominios de Lara Gros con sus principales ministros. Pero resultó ser que los visitantes eran funcionarios sin poder de decisión. Ni Bullrich o Frigerio. Ni siquiera «un Grenn», cuanto menos.

Lara transpiraba. Urtubey, disgustado, no alcanzó a estar diez minutos en la sala. «Quedan con mis técnicos», dijo y partió raudamente, frenándose solo para atender a los medios que formaban una barrera. «Este es un problema de competencia nacional», se escudó. Y volvió a Salta.

Los bagayeros, defraudados por Lara Gros, decidieron volver a los cortes. Lo llamativo es que el Gobierno Provincial no haya sabido que «la delegación nacional» ofrendada por Lara Gros a Urtubey ya estaba en la zona pero por otras razones, no para tratar el tema del bagayeo. Estaban cumpliendo gestiones acordadas con una funcionaria PRO que se desempeña en Orán.

Tanto le costó a Urtubey esta «despistada» que, hace horas estuvo en Casa Rosada y en sus declaraciones ni se acordó del problema de los bagayeros oranenses.

Indudablemente, en el equipo del Grand Bourg hubo mala práxis. Un Gobernador merece más cuidado y atención. Alguien habrá cosechado una reprimenda. Amén del desaire nacional, lo evidenciado es más que grave para «una figura» que aspira a competir por el sillón de Rivadavia.

OTRA VEZ EL OBISPO ZANCHETTA AL AUXILIO DEL GOBIERNO

Ante el fracaso del gobierno, una vez más se recurre a la Iglesia para que actúe de mediadora y con sus buenos oficios logre interesar a las autoridades nacionales a que atiendan esta cuestión. El mismo Sanchetta, anoche en la ruta, exhibía ante los bagayeros las llamadas de su celular a la ministro Stanley de Desarrollo Social de la Nación, «para que me crean» arguyó. Incómoda gestión la del Prelado: los bagayeros quieren seguir «bagayando» y eso contraviene la ley.

QUE HAY DETRAS?

Dos incógnitas: Tán enojado está el Gobernador que no quiere, o no puede, conseguir por sí mismo una audiencia con algún Ministro o con el mismo Presidente de la Nación? O alguien se está entrometiendo demasiado? Si se necesita del Obispo es porque algún «cable pelado» hay.  Es entendible que Presidencia no acceda a un pedido de audiencia del intendente oranense, pero incomprensible que el Gobernador de Salta requiera de alguien ajeno a su Gobierno para ser recibido por el Presidente.

Claro está que las gestiones no deben estar orientadas a seguir alentando el contrabando, sino a que de una buena vez se encuentren y establezcan programas tendientes a instaurar fuentes laborales genuinas, que permitan encauzar por el camino legal toda la mano de obra disponible en la zona. Esto es insoslayable para todo gobierno que se precie de estar al servicio de su comunidad. Máxime si lleva 10 años en el poder.

También debe procurarse una urgente solución que ahogue la prosecución de trabajos ilegales. El resguardo de la vida de los involucrados así lo amerita. El desempeño de la función pública conlleva el compromiso por estar siempre, por sobre todas las nimiedades, al servicio de sus mandantes . Y la gestión esta vez no admite dilaciones.

Los gobernantes deben apresurar la extinción del bagayeo, no solo porque es ilegal sino porque atenta contra la vida misma del afectado.

Quizá el cronograma electoral contribuya en encontrar una rápida solución a esta delicada cuestión.-

 

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