La diputada por Orán, Margarita Ramirez de Jalit, es la legisladora de menos labor. Tiene 0

08/10/2016 | Revista Norte

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SIN PROYECTO

La tía Margarita y sus 18 no escribidores

Un relevamiento de la actividad legislativa para el primer semestre muestra a 19 diputados sin proyectos de ley. Margarita Ramírez, de Orán, encabeza la esterilidad. Le siguen 8 justicialistas, 5 trotskistas, 3 romeristas, 1 “K” y 1 renovador.

Por Daniel Avalos / Cuarto Poder

Tienen un trabajo con título pomposo, perciben un sueldo abundante, gozan de beneficios que millones envidian y son dueños de un horario elástico. A pesar de ello, 19 diputados salteños no han redactado un solo proyecto de ley, algo que en teoría es su rol fundamental como legisladores electos por la población.

Para confirmarlo no es preciso lanzarse a ninguna aventura investigativa. Alcanza con ingresar al sitio web de la Cámara de Diputados, dirigirse al link “Asuntos Entrados”, hacer otro un click en el que indica año 2016, descargar uno a uno los 13 archivos que van desde el 5 de abril al 28 de junio y armarse de oriental paciencia para relevar todos los proyectos de ley, de resolución, los pedidos de informes y los proyectos de declaración que redactaron cada uno de los 60 diputados provinciales.

Tras días de relevamiento, el curioso podrá confirmar que la productividad de los legisladores generó en el primer semestre un total 494 escritos entre proyectos de ley, de resolución, de declaración y pedidos de informe. De ese total, 80 son de ley. Se trata de iniciativas que no necesariamente serán incluidas en las actas de labor parlamentaria o serán objetos de los debates que se dan en el recinto cada martes en la legislatura provincial, pero que sí revelan con exactitud el trabajo de cada miembro del cuerpo y la naturaleza ideológica y política del sistema legal que aspiran para la provincia.

Y allí los datos sorprenden: 19 legisladores no han redactado un solo proyecto de ese tipo. No se trata ni de un número ni de una característica inocua. Lo primero porque esos 19 legisladores representan el 32% de un cuerpo de 60 miembros. Lo segundo porque esos proyectos son los que requieren de su autor mayor esfuerzo intelectual, rigurosidad técnica y habilidad política para que los mismos sorteen los filtros necesarios hasta llegar a ser debatidos cuando, finalmente, los dueños de la iniciativa deben desplegar su capacidad de persuasión sobre el resto de los diputados lo que constituye el arte más elevado y auténticamente político.

Pereza justicialista

La que encabeza el ranking de esterilidad legislativa es la diputada por Orán, Margarita Ramírez. La mujer forma parte del Bloque Justicialista y es esposa del intendente de Pichanal, Julio Jalit. Además de no haber redactado un sólo proyecto de ley en el primer semestre, Ramírez tampoco elaboró alguno de Resolución -que siempre depende para su aprobación de la sola voluntad de la Cámara- y nunca solicitó un pedido de informe que exija información a algún organismo del ejecutivo provincial sobre un aspecto en particular. Es más, ni siquiera se ocupó de redactar los llamados proyectos de Declaración que en tanto una expresión de deseo que el legislador explicita por medio de un escrito, en muchos casos es el mecanismo al que más recurren los vagos y entretenidos de los parlamentos para disimular en parte la poca gestión parlamentaria.

Junto a Ramírez, otros ocho diputados justicialistas carecen de iniciativa personal. De ellos, siete son del interior provincial: Héctor Nievas de Orán, Javier Paz de Anta, Cristina Rodríguez de San Carlos, Gustavo Scavuzzo de San Martín, Segundo Soria de La Candelaria, Mario Vilca de Rosario de Lerma  y Enrique Domínguez de Santa Victoria. De esos siete el tartagalense Gustavo Scavuzzo es el que más se esfuerza por asemejarse a Ramírez en lo que a somnolencia se refiere: sólo redacto dos proyectos de declaración en tres meses. De esos dos, además, sólo uno es de su autoría exclusiva porque en el otro sumó su firma a la iniciativa de dos diputados de su bloque más prolíficos: los capitalinos Lucas Godoy y Matilde Balduzzi que expresaban su deseo de que Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta sancionase una ordenanza que solicitase la expropiación de terrenos para la apertura de calles en Villa Rebeca.

El único justicialista de la Capital provincial que no redactó un proyecto de Ley es Eduardo Abel Ramos. Hablamos del sindicalista y empresario que sin ejercitar la emoción de la vergüenza, llega a las sesiones en un lujoso BMW, asegura ser un fiel representante de los trabajadores de la sanidad que sin embargo varias veces fueron víctimas de sus patotas y quien en 85 días jamás presentó un proyecto de ley o pidió un informe porque se limitó a redactar 4 proyectos de resolución y otro de declaración.

La sorpresa trotskista

Aunque son muchos los que reconocen el celo de los referentes del PO para soportar las brutales desmentidas que la realidad hace de sus ideas, son más los que asocian a los mismos con una sacrificada tarea militante en todas las dimensiones de lo social. El balance legislativo del primer semestre desmorona esa certeza al menos en ese ámbito. Y es que ninguno de los cinco miembros del bloque trotskista -Arturo Borelli, Norma Colpari, Claudio Del Plá, Gabriela Jorge y Julio Quintana-  redactó un proyecto de ley. Curioso caso de legisladores que en cada sesión se distinguen en los homenajes y manifestaciones con discursos siempre atravesados por generalizaciones académicas y consignas caras a la rica tradición de los movimientos de izquierda que, sin embargo, no se estamparon en ningún proyecto de ley para transformar por lo menos una partecita del conjunto social al que ellos aspiran a modificar en su totalidad.

La nula productividad en cuanto a propuestas de leyes, se disimula un tanto con ocho proyectos de Resolución, trece pedidos de informes al ejecutivo provincial y cuatro proyectos de declaración. Un total de 25 iniciativas que están atravesadas por una característica propia de los cuerpos doctrinarios que ven en lo colectivo la posibilidad de perfección. Y es que subordinando los individualismos que siempre pueden deslizar al revolucionario hacia algún tipo de desviación burguesa, esas 25 iniciativas están firmadas por el conjunto del bloque que jamás se involucró con iniciativas distintas a las propias. Según algunos, esa actitud endogámica pincela bien la inmemorial lucha de la izquierda contra la desviación del “oportunismo”. Según otros, tal conducta pincela en realidad la desconfianza que esa izquierda tiene con el mundo exterior. Sea como fuere, muchas de las iniciativas se fijaron objetivos que siendo inalcanzables en la coyuntura política provincial estuvieron condenados de antemano al fracaso.

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Derecha fiaca

No menos curioso resulta el caso del bloque Salta Somos Todos. Conformado por diputados que hasta hace un año aseguraban que la pasión por la gestión del exgobernador Juan Carlos Romero era la antítesis y el remedio a la somnolencia “U”, cuenta en la legislatura con tres de sus seis miembros con nula productividad en lo que va del año con respecto a los proyectos de ley. Uno de ellos es otro legislador apegado a los discursos encendidos: el cerrillano Mario Avalos, el hombre que lleva casi un cuarto de siglo de vida legislativa como resultado de la suma de 18 años como concejal en Cerrillos y otros cinco como diputado.

No obstante ello, es la capitalina Betty Gil quien se destaca en cuánto esterilidad legislativa. Y es que la mujer que migró del bloque ultra “U” del Frente Plural a la oposición de  Salta nos Une no sólo prescindió del esfuerzo de redactar un proyecto de ley sino que al igual que el justicialista Gustavo Scavuzzo sólo produjo dos iniciativas menores: un proyecto de Resolución y otro de declaración. Ambos ingresaron después del 14 de junio cuando seguramente alguien le advirtió que no podía seguir ahí, mirando cómo las cosas pasan.

El tartagalense Luis Cisneros es el tercero de ese bloque que carece de un proyecto de ley. A diferencia de Gil y al igual que Avalos, posee ocho iniciativas entre proyectos de resolución, pedidos de informes y proyecto de declaración aunque solo tres de ellos son de su exclusiva autoría. En los cinco restantes se sumó a las elaboraciones del único romerista que se ha tomado en serio el trabajo legislativo: Carlos Zapata, el hombre que a semejanza del propio Avalos y los miembros del PO emite discursos que parecen poseídos de una verdad urgente que debe propagarse aunque a diferencia de los últimos casi siempre lo haga a favor de los agentes privados. No obstante ello, Zapata puede presumir de 26 iniciativas individuales en un semestre que incluyen 6 proyectos de ley. Número que supera al conjunto del bloque trotskista y ayudan a disimular la casi nula productividad de tres de sus compañeros de bloque.

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Una oveja negra y un espectro

Con siete miembros, el bloque del Frente para la Victoria es el más numeroso después del Justicialista del que forman parte 33 legisladores. El primero es sin embargo un bloque al que cuesta darle identidad propia porque la mano nada invisible del presidente de la Cámara, Santiago Godoy, fundió en los hechos a figuras provenientes del mismo con su propio ejército de justicialistas.

Pero si respetásemos la división formal, deberíamos decir que ese bloque también es el más productivo después del justicialismo en cuanto a iniciativas legislativas se refiere. Seis de siete miembros provienen del interior y sólo uno es de Capital provincial: Tomas Rodríguez quien justamente carece de proyecto de ley alguno en el periodo relevado y sólo puede presumir de seis iniciativas personales entre proyectos de Resolución (1), pedidos de informes (3) y proyectos de Declaración (2)

Número exiguo pero superior al del renovador metanense Ranulfo Benito Campos quien en 85 días legislativos del año 2016 produjo un proyecto de Resolución para declarar de interés de la Cámara unas jornadas sobre infancia, adolescencia y derechos humanos que se realizaban en Metán, y un proyecto Declaración en donde manifestaba lo lindo que sería que el Grand Bourg realice el tendido de la red cloacal en el barrio San Expedito de El Galpón.

Al cierre de esta edición Campos ya ni siquiera aparece en la lista de diputados que conforman el bloque de los renovadores en la web de la Cámara de Diputados. Ello obedece  a que accediendo al cuerpo por la licencia que Oscar Villa Nougues solicitó cuando asumió como ministro de Salud provincial, su tiempo de legislador terminó cuando el propio Villa Nougues renunció al cargo en el ejecutivo y se apresta volver a la tarea legislativa.

Convengamos… la política provincial no pierde con la partida de Campos a ningún cuadro de primera línea. Sólo a un diputado que junto a los otros 18 aquí reseñados no produjeron ni uno sólo de los 80 proyectos de ley ingresados a la Cámara entre el inicio de las sesiones ordinarias y el 28 de junio pasado a pesar de que como dijimos al principio del escrito, tienen un trabajo con título pomposo, perciben un sueldo abundante, gozan de beneficios que millones envidian y son dueños de un horario elástico.

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