«La flexibilización laboral está en marcha»

21/02/2017 | Revista Norte

Desde 2001 que un presidente no asistía al Coloquio de IDEA. Mauricio Macri inauguró el congreso de grandes empresarios ante un salón repleto de CEOs. (Crédito El Destape)

“Es paupérrima la situación de los trabajadores en el país”

“La flexibilización laboral está en marcha, se evidencia con una profunda disminución de la calidad de vida de los trabajadores y sus familias. Los grandes beneficiarios del proceso de distribución regresiva del ingreso son los sectores más concentrados de la economía y las entidades financieras», según las apreciaciones de Horacio Meguira, Director del Departamento Jurídico de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma.

Para Meguira, «El reinicio del ciclo de endeudamiento externo pone serios interrogantes sobre la sustentabilidad económica futura. En el 2016, la caída salarial acumulada alcanza el 10 por ciento y el ajuste incluyó la pérdida de miles de puestos de trabajo. Es paupérrima la situación”.

El Territorio entrevistó al reconocido letrado que estuvo en la tierra colorada invitado por la filial misionera de la agrupación gremial para dar capacitaciones en Posadas, Montecarlo, Jardín América y Oberá.

Al decir del abogado, “El actual contexto está caracterizado por una profundización del disciplinamiento sobre los trabajadores y sus organizaciones. Los despidos, la caída del salario real, el amedrentamiento y la persecución de activistas son algunas de las manifestaciones de ese proceso que por detrás tiene el enriquecimiento del capital concentrado nacional e internacional y el empobrecimiento y pauperización de la clase trabajadora”.

Según Meguira, “En el ámbito de las relaciones laborales, el proceso de ajuste incluye una avanzada sobre el sistema de negociación colectiva, con el impulso de negociaciones a nivel descentralizado, priorizando los convenios y acuerdos por empresa. A su vez, a lo largo del año pasado, se registró una caída en la cantidad de negociaciones colectivas tanto a nivel de actividad como de empresa. Durante el 2016, se incrementó la conflictividad laboral en el sector público originada por despidos y situaciones de crisis. Estos conflictos presentan mayores niveles de centralización e intensificación a nivel provincial y municipal. Estos datos son indicios de que existe un intento por ‘reordenar’ el sistema de relaciones laborales vigente, y la negociación colectiva y el conflicto laboral ocupan un lugar privilegiado”.

En materia de accidentes de trabajo, el hombre de las leyes comentó que “Desde la CTA repudiamos los proyectos de ley enviados por el Poder Ejecutivo porque no cumplen con el programa constitucional. La Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) informó que en el 2015 hubo en total 659.041 infortunios laborales entre accidentes y enfermedades, sobre los trabajadores registrados. Si le sumamos un 33,4% (220.120) en el trabajo sin registrar, el cual se desempeña en peores condiciones, nos da como resultado un total de 879.161 infortunios laborales al año. De esa cantidad, el 10% (65.324, según reconoce la propia SRT entre los trabajadores registrados) sufren incapacidades».

A juicio de Meguira, «La elevada litigiosidad no obedece a la codicia sino al desamparo al que han sido arrojados los trabajadores. Lo que llaman ‘industria del juicio’ no es más que la lógica consecuencia de la ineficacia del sistema de las ART, sociedades comerciales especializadas en seguro cuyo fin es la maximización de las tasas de ganancias y no la tutela de la salud de los trabajadores. El trabajador debe acudir a la Justicia porque el sistema de prevención de accidentes y reparación de daños derivados de infortunios laborales ni previene ni repara”.

«Desde que la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT) 24.557 promulgada en el año 1995, las ART fueron las grandes beneficiarias del sistema, en detrimento de la salud y el patrimonio de los trabajadores. La antijuricidad del sistema organizado en torno al lucro de las ART ha sido de tal magnitud que mereció reiteradas descalificaciones constitucionales por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que, fallo a fallo, fue demoliendo los pilares sobre los que se estructuró el régimen. Desde el caso Gorosito en el 2002 hasta Obregón en el 2012, el Tribunal Supremo tachó por inconstitucional diversos dispositivos creados por la LRT por afectar derechos fundamentales de los trabajadores», finalizó Meguira.-

 

ACTA

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