ORAN OBTIENE LA CALIFICACION CERO COMA CERO CERO, LA PEOR.
Elaborado por el IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), el ranking de municipios argentinos que informan sobre la situación fiscal para el necesario control de los gobiernos locales tiene a Orán como el peor con 0,00.
REVISTA NORTE
El Municipio conducido por Marcelo Lara Gros figura en el último puesto en el ranking de transparencia fiscal que elabora el Instituto Argentino de Análisis Fiscal.
El índice se mide de 0 a 1, donde 1 es el valor máximo. San Ramón de la Nueva Orán figura con «cero coma cero cero» (0,00), la peor calificación.
Según el estudio, las calificaciones ponderan la difusión de la información fiscal brindada para el necesario ejercicio de control sobre los gobiernos locales. Es un índice de visibilidad de los fondos del erario público, datos que mínimamente los ejecutivos municipales deben informar en aras de la Transparencia Fiscal y el respeto a las exigencias legales sobre libre acceso a la información pública.
No es ninguna novedad en Salta, pero resulta impactante que las armas de la corrupción figuren indicadas en un estudio académico que es difundido a nivel nacional, posicionando a Orán -con la gestión de Lara gros- como el peor de todos.
«El acceso de la ciudadanía a la información de las cuentas públicas permite que los ciudadanos, empresas y diferentes agentes económicos puedan evaluar con precisión la posición financiera de un gobierno, determinando los verdaderos costos y beneficios de las actividades ejecutadas», pondera el informe.
«El estudio llevado adelante en el presente informe releva la información disponible en los sitios web oficiales de una muestra de gobiernos locales de Argentina, evaluando si se publica en tiempo, forma y cantidad la información relacionada con la gestión estatal», explica.
Que curioso. Justamente Orán, el municipio más dotado en emplear a innumerables `trabajadores de prensa´ pagados para manejar redes sociales y páginas web, propias y encubiertas; el municipio que `disciplina´ a casi la totalidad de los medios de comuniciación de la ciudad y castiga persiguiendo a los medios independientes; el intendente que `goza´ de la llamada «protección periodística», que por lo general se consigue por formas non sanctas, hasta en medios provinciales.
Por qué habrían de sorprenderse los oranense si son escándalos las denuncias en la justicia provincial por el ocultamiento de información pública requerida al intendente que éste no presenta, los incumplimientos de informes al Concejo Deliberante, las maniobras de ocultamiento y hasta las interferencias clandestinas a medios radiales para impedir opiniones en contra -causa que terminó en el Juzgado Federal impulsadas en 2010 por Radio Ciudad, Radio A y Radio Urbana- la maniobra más burda y delictiva jamás imaginada que, al parecer, quedó en la nada.
Volviendo al informe. “El mejor desempeño en el IVIF corregido lo presenta el municipio de Vicente López, con un indicador de 0,96, muy cercano al valor máximo de 1. Le siguen Rosario y Villa Carlos Paz, con un indicador de 0,85.
Córdoba, Mendoza, Junín, San Nicolás de los Arroyos, San Carlos de Bariloche, San Rafael, Mar del Plata y Río Cuarto también se destacan como las jurisdicciones de mayor visibilidad fiscal, con indicadores que superan el valor de 0,77.
En el otro extremo los municipios menos transparentes, con indicador igual a cero, vale decir que no publican información fiscal relevante, son: La Banda, Rivadavia, Orán, Presidencia Roque Sáenz Peña, Merlo y Ensenada.
Según el estudio, Marcelo Lara Gros ha ido empeorando en transparencia. «De los 6 municipios que en la actualidad tienen un índice igual a 0, Merlo (Buenos Aires) y La Banda (Santiago del Estero) han tenido en todas las mediciones desde el 2011 ese valor, mientras que Roque Sáenz Peña (Chaco), Rivadavia (San Juan), Orán (Salta) y Ensenada (Buenos Aires), han pasado a tener 0 en los últimos años, puesto que con anterioridad algo de información presentaban. En este tipo de casos resultaría esencial enfatizar una política de transparencia en la gestión, mediante acciones de apoyo por parte de los niveles superiores de gobierno tales como herramientas informáticas, capacitaciones, etc».
En este punto es importante repasar cómo el dinero del pueblo es gastado pero no utilizado para transparentar la gestión. Ya referimos a los gastos en prensa, con un alto número de empleos y recursos informáticos que jamás haya tenido el municipio de Orán. Si repasáramos los gastos en informatización, en asesores profesionales, en creación de nuevos cargos como secretarías, gerencias, etc., en todos los ejercicios anuales que lleva Lara Gros, encontraríamos la dimensión del resultado de éste informe, la dimensión de la calificación «cero en transparencia fiscal» para Orán.
«Sembrar la «cultura de la transparencia» a todo nivel (ciudadanos, funcionarios, empleados, empresas), debería ser una política de Estado, encuadrada por la reciente Ley del Derecho de Acceso a la Información Pública», concluye el informe.-
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