Orán. Un audio oculto revela presiones de las autoridades del hospital a trabajadores del PEC

02/05/2019 | Revista Norte

EL AUDIO A MOYANO Y YARADE

Un audio oculto revela cómo las máximas autoridades del Hospital de Orán presionaron a los trabajadores del PEC para que acepten apenas 3 designaciones de las 19 que corresponden.

Los trabajadores del hospital de Orán comprendidos en el Programa de Equipos Comunitarios (PEC) vienen luchando desde hace años por su designación formal en los cargos en que se desempeñan con contratos en negro y sin los beneficios socio-laborales. Algunos trabajadores tienen más antigüedad que el mismo programa, llegando hasta 10 años de informalidad como empleados de la salud pública y soportando los riesgos de la zona endémica.

La semana pasada iniciaron una protesta y realizaron una marcha para que el gobierno de la provincia cumpla con los acuerdos firmados años anteriores, para hacer efectiva la formalidad laboral de los trabajadores.

Son solo 19 cargos: una médica, una nutricionista, 4 agentes sanitarios y 13 enfermeros. Sin embargo la Gerente del Hospital, Laura Moyano, y el Sub Gerente, Moisés Yarade, buscaron ‘negociar’, rayando la extorsión, que acepten solo tres cargos y que los demás esperen.

Los convocaron de imprevisto a una reunión cuando la mayoría de los trabajadores ya se había retirado. Los pocos que quedaron asistieron a escuchar a Moyano y Yarade que los esperaban, al parecer, ya con el libreto armado.

Dra. Moyano: No sé cómo hacerla (a la selección de tres personas para los nombramientos). Ustedes díganme. Yo la única forma que encuentro es el sorteo, les decía la Gerente del hospital proponiendo que sea el azar quien salve el destino de sólo 3 trabajadores de un total de 19.

Trabajadora: No. Acá tenemos que estar todos juntos. Era que, o entramos todos o no entra nadie, defendían la postura de seguir unidos por las designaciones de todos.

Con un discurso propio de ‘las señoras gordas’ que imperó hasta la primera mitad del siglo pasado, y una ideología aggiornada de un siglo XVI intacto, al mejor estilo de las Damas de la Caridad, ese acting discursivo que no hacía mella en los trabajadores terminó por exasperar a los mismísimos ‘patrones del hospital’ y en menos de cinco minutos destrozaron sus disfraces de demócratas para terminar sentenciando lo que desde el principio querían imponer.

Es realmente increíble que las autoridades máximas de la salud pública sigan pensando así y que lleguen al extremo de planteos, tan bajos como miserables, de pretender que entre los trabajadores se ‘autoseleccionen’ para determinar cuál de los pobres es el más pobre que merece entrar a una acotada lista de reparto de derechos -de derechos para unos y de exclusiones para otros- y que, por ser autoinfrigido, “no lo tienen que ver mal” como les dijo Moyano.

Moyano y Yarade, en un pretendido signo de bondad -según la Doctora- y de ejercicio democrático -según el Doctor-, les pidieron a los trabajadores que se elijan entre ellos y que designen solo “a los tres que más lo necesiten” para no ser ellos, como autoridades del hospital, quienes lo determinen “a dedo”.

Apurados porque el Ministro de Salud, Roque Mascarello, y el Gobernador Urtubey estaban a punto de firmarles “ya” las tres designaciones, insistieron hasta que la contundente unidad de los trabajadores les hizo perder la paciencia y terminaron por sentenciar: “los pensaba poner en la lista y van a entrar en la lista. Me acaba de llamar el Ministro y me dice que ahí lo tiene al Gobernador para ir sacando esta cantidad de cargos YA!” les espetó la Gerente.

El proceso selectivo de la asistencia a la pobreza es contemporáneo a la época en que la mendicidad era un delito penal. Esta ideología es contraria al imperio del derecho que nos rige desde la primera mitad del siglo XX y que luego de la Segunda Guerra Mundial se consagrara como “Derechos Humanos”, esto es, el derecho a que el Estado no viole los Derechos.

No es una institución de beneficencia privada, es un hospital público del Estado. Aunque parece increíble tener que bajar a tan básica argumentación en pleno siglo XXI, el audio permite comprender que tal explicación fue necesaria:

EL AUDIO

 

TRANSCRIPCIÓN DEL AUDIO:

Dra. Moyano: No sé cómo hacerla. Ustedes díganme. Yo la única forma que encuentro es el sorteo.

Trabajadora: No. Acá tenemos que estar todos juntos. No. Era que, o entramos todos o no entra nadie.

Dra. Moyano: ¿Ustedes quieren sin sorteo?

Trabajador: No. No. Estábamos hablando hace rato que el jueves nos dicen que nos reciben en Salta.

Trabajadora: No. O todos o nada.

Moyano: ¿Cómo?

Trabajadora: ¿Esto para qué es doctora?, disculpe

Moyano: Para nombrarlos

Trabajador: Por eso. El jueves dice que él (el Ministro de Salud) nos va a recibir en Salta. Vamos todo el grupo.

Moyano: Bueno pero yo tengo que mandar el nombre de tres. Si ustedes no aceptan, yo tengo que pasar a otra cosa.

Trabajadora: No. Es todos o nada.

Yarade: A ver. Me permiten un minutito. El Ministro llamó y pidió tres nombres y no nos parece justo elegir a dedo. No nos parece, porque después van a decir ‘cómo no me eligió a mí si yo lo conozco…’ No queremos esa responsabilidad ni que aquí digan que elegimos a dedo. ¿Está claro? Bien.

Moyano: No es que el resto no va a entrar. Mañana entran tres. Los otros entran en la otra lista.

Trabajadores: No. No.

Yarade: ¿Cómo?

Trabajador: No. Entramos todo el grupo Doc porque no podemos hacer eso. Nosotros vamos a ir el jueves a Salta y plantearemos ahí el tema.

Trabajadora: Somos 19 y los 19 tenemos que entrar. Todos nos merecemos.

Moyano: Bueno, entonces pongo a otras enfermeras. No se quejen si mañana hay tres enfermeras nuevas que…

Trabajador: No no no. No es eso. Dígale al Ministro que nosotros vamos a ir todos juntos. Nosotros queremos la designación de todos.

Trabajadora: La peleamos todos juntos, yo pienso que todos juntos nos lo merecemos.

Yarade: Bien. Entonces a mí me parece justo que nosotros no pongamos tres nombres…

Moyano: Pero el Ministro ahí lo tiene al Gobernador ahí para que dé la firma de tres. Ya tres es mucho. O sea. Y seguimos peleando los otros. No pierdan porque van a terminar sin nada. No han firmado los contratos, no les van a mandar los sueldos. Y no aceptan, por lo menos tres, hasta que vayamos negociando con los otros.

Trabajadores: No. No. Es todos o nada. No es justo eso.

Moyano: Pero yo creo que esa es la decisión personal de cada uno. Si hay alguno que tiene necesidad y dice ‘No, yo sí quiero que me nombren rápido’, creo que no lo tienen que ver mal ni nada.

Trabajadora: Todos tenemos esa necesidad, doctora

Trabajador: Todos estamos en la misma

Yarade: De los presentes ¿Quiénes están de acuerdo? La Señorita está de acuerdo, la señora está de acuerdo ¿Quién más está de acuerdo?

Trabajador: Todos estamos de acuerdo. Pero no estamos de acuerdo de que entre otra persona antes que nosotros.

Yarade: Usted también está de acuerdo a esperar?

Trabajadora: Esperar

Yarade: ¿Esperar?

Trabajadora: Esperar

Yarade: ¿O entrar a la elección?

Trabajadora: No. Esperar.

Yarade: ¿Usted?

Trabajador: Estamos todos de acuerdo a entrar todos juntos. No estamos de acuerdo que Usted mande otra lista. Me parece que no es justo. Estamos todos de acuerdo. Entramos Todos. Usted dijo en el acto…

Moyano: Yo los pensaba poner en la lista y van a entrar en la lista. Me acaba de llamar el Ministro y me dice que ahí lo tiene al Gobernador para ir sacando esta cantidad de cargos YA!

El argumento oficial de ‘caridad’ versus ‘derechos’ es claro. En el discurso de las autoridades del hospital se trasluce, sin velos, la concepción de aquellas Damas de la Caridad que, inspiradas en San Vicente de Paul, se imponían en la Argentina del siglo XIX. No por casualidad fue bautizado así este hospital en la década en que gobernaban los militares, aunque por justicia histórica hay que aclara que Saint Vincent murió en 1660.

Lo anacrónico de este pensamiento no es más cruel, a pesar de lo retrógrado, que la pretensión del supuesto acto democrático que argumentaron ‘Los Jefes’ para que al proceso selectivo de enfrentar a pobres contra pobres lo realicen entre ellos mismos; casi con perversidad y a la espera de que la aceptación de tal condición los libere de culpa o, como el mismo Yarade apalabró, de  «responsabilidades».-

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Maximum one link per comment. Do not use BBCode.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.