Le apedrearon la casa al intendente de Embarcación en repudio por los desalojo

Combatiendo la pobreza a los golpes.

El miércoles pasado unas 60 familias tomaron las nuevas viviendas del IPV que aún no habían sido entregadas por el gobierno en la ciudad de Embarcación. Los ocupas tomaron la decisión de hacerse de las casas ya que están terminadas pero el gobierno aún no las entrega, y denuncian que se está especulando con las fechas electorales para el acto de adjudicación.

Ayer, esas familias fueron desalojadas por la policía, e indignadas se fueron hasta la casa de Alfredo Llaya, que gobierna ese municipio desde hace 12 años, y la acribillaron a pedradas.

Los ocupas acusan a Llaya, otro intendente «amigo del gobernador», de haber entregado en tantos años de gestión solo 60 viviendas.

El centro de la ciudad de Embarcación sufrió el enojo de los despojados, que no solo atacaron la casa del intendente a las pedradas sino que también lo hicieron contra algunos negocios céntricos y contra el edificio municipal.

Allí se registraron enfrentamientos con la policía, de los que resultaron lesionados 6 oficiales y hubo también 15 detenidos.

Fue a pleno mediodía, donde confluyeron una marcha de desocupados que reclamaban frente a la municipalidad, con los desalojados.

Los desocupados reclaman para volver a ser incorporados a la empresa Contreras, que construye la transportadora de gas.

Ahora Urtubey tiene nuevos argumentos para llevar el acto de entrega de las viviendas a los últimos días de campaña, dicen que las viviendas ocupadas sufrieron daños y que para entregarlas reparadas se extenderán los trabajos hasta septiembre, apenas a un mes de las elecciones donde compite el deslucido hermano del gobernador, Rodolfo Urtubey.

Aunque este conflicto no solo mostró la necesidad de viviendas sociales sino todo el complejo drama estructural de pobreza y desempleo que caracteriza al norte salteño, sobre ésto nada podrán hacer hasta octubre próximo, por lo que en la campaña intentarán maquillarlo por unos meses más.-