Desde el comienzo de sus operaciones hace 46 años, en cumplimiento del Programa de Acción desde 1994, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) promueve la dignidad y los derechos individuales, entre los cuales se cuentan los derechos reproductivos.
Y es que los derechos reproductivos van de la mano con las libertades que implican los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.
El derecho a decidir la cantidad de hijos que se desea tener y el espaciamiento entre ellos es un factor integral de los derechos reproductivos y de otros derechos humanos básicos, incluido el derecho a la salud, particularmente la salud sexual y reproductiva, el derecho a la privacidad, el derecho a la igualdad y a la no discriminación, y el derecho a la libertad y a la seguridad de la persona.
Los derechos reproductivos no solo radican en el reconocimiento del derecho de parejas e individuos a planificar sus familias, sino también del derecho a gozar de una salud sexual y reproductiva de máxima calidad.
El impacto del Programa de Acción ha sido realmente revolucionario para los cientos de millones de mujeres que en los últimos 21 años obtuvieron el poder y los medios para evitar o retrasar un embarazo.
Enfocar la salud sexual y reproductiva desde la perspectiva de los derechos humanos, incluida la planificación familiar voluntaria, arrojó resultados extraordinarios. El empoderamiento de más millones de mujeres les permitió tener menos hijos e iniciar sus familias a edades más avanzadas, brindándoles la oportunidad de completar sus estudios, obtener mejores ingresos y salir de la pobreza.
Actualmente abundan evidencias indiscutibles de que, cuando la salud sexual y reproductiva se integra a iniciativas más amplias de desarrollo económico y social, puede tener un efecto positivo multiplicador sobre el desarrollo sostenible y el bienestar de naciones enteras.
Investigaciones recientes muestran que las inversiones en el capital humano de las personas jóvenes -en parte garantizando su derecho a la salud, que incluye la sexual y reproductiva- puede ayudar a las naciones con grandes poblaciones juveniles a obtener dividendos demográficos.
Esos dividendos pueden ayudar a sacar a millones de personas de la pobreza, y a estimular el crecimiento económico y el desarrollo nacional. Si África subsahariana aprovechara sus dividendos demográficos a la escala en que lo hizo Asia oriental en los años 80 y 90, la región podría experimentar su propio milagro económico.
Los principios de igualdad, derechos inalienables y dignidad consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Programa de Acción son relevantes en la actualidad, mientras la comunidad internacional se prepara para lanzar una iniciativa de desarrollo global sostenible a 15 años que se basa en y va más allá de losObjetivos de Desarrollo del Milenio, cuyo plazo vence este año.
La nueva Agenda de Desarrollo Post 2015 se basa en los principios de igualdad, derechos humanos y dignidad.
Respetar estos principios y lograr cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) requiere hacer cumplir el derecho a la salud y, dentro de ellos, los derechos sexuales y reproductivos.
Concretar el objetivo propuesto de garantizar vidas sanas y promover el bienestar para todas las personas de todas las edades, por ejemplo, depende en parte de si los individuos tienen el poder y los medios de evitar embarazos no deseados o infecciones de transmisión sexual, entre ellas el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida.
Los derechos humanos guían a la ONU en su camino hacia la sostenibilidad desde su creación misma, en 1945. Y esos derechos, incluidos los reproductivos, guían también al UNFPA por el mismo sendero desde hace décadas.
Al cumplirse el 70 aniversario de la ONU y con la mira puesta en la Agenda de Desarrollo Post 2015, debemos priorizar la promoción y protección de los derechos humanos y la dignidad de cada persona, a fin de que las generaciones actuales y futuras construyan el futuro que queremos.
Babatunde Osotimehin, secretario general adjunto de la Organización de las Naciones Unidas y director ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas.