Hacinados, en viviendas precarias, sin baños y con más de cinco personas que dependen de un solo trabajador que ponga los alimentos sobre la mesa. Cerca de 300 mil salteños subsisten con algunas de estas condiciones, atrapados en la pobreza estructural. Los últimos datos del censo, que se publicaron días atrás, ponen a Salta en el segundo lugar con mayores necesidades básicas insatisfechas (NBI). La falta de casas adquiere el peso más rígido entre las carencias.
El 23% de la población de Salta (284.767) está por debajo de la barrera que mide la calidad de vida. Al tener en cuenta a los hogares, la estadística oficial muestra que 58.202 familias (19,4%) permanecen en esta situación de vulnerabilidad económica.
“Con este abordaje se identifican dimensiones de carencias absolutas y se enfoca a la pobreza como el resultado de un cúmulo de privaciones materiales esenciales”, expone entre los resultados del último censo.
En el mapa nacional solo Formosa (25% de los habitantes) supera a Salta en las NBI. El norte sigue corriendo por detrás de los grandes centros urbanos del país. Chaco y Santiago del Estero también tienen más del 20% de la población sin las necesidades prioritarias cubiertas. En contrapartida, La Pampa, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, el interior de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Santa Cruz tienen menos del 10% de sus pobladores sumergidos en la pobreza.
Con lo que hay
Maderas amarradas “hacen de pared” en las misiones aborígenes del norte provincial. En las ciudades, los frágiles asentamientos tienen como techo lonas o viejos cartones. Cuatro, cinco o seis hermanos que duermen amontonados en un pequeña habitación. La emergencia habitacional queda a la vista al recorrer el extenso territorio provincial.
“El hacinamiento es el indicador que arrasa con dureza entre los componentes de las NBI. En el suelo nacional, 480.914 hogares se clasifican como hacinados. En términos porcentuales, equivale al 4%. Las provincias más afectadas son Formosa (9,5%), Salta (8,9%), Santiago del Estero (7,6%), Chaco (7,2%), Jujuy (6,7%) y Corrientes (6,4%)”, afirma el Indec, entre las conclusiones.
Con changas o sin empleo es casi imposible acceder a una vivienda. Los sectores más humildes solo dependen del Estado para contar con un “lugar propio”. Hasta gran parte de la clase media o trabajadora está excluida de una casa. En los últimos años los créditos hipotecarios privados se esfumaron. Y las llaves que entrega el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) no logran achicar el déficit.
Más de 18 mil familias de la provincia (6%) residen en habitaciones de inquilinato, en pensiones o en lugares no destinados a fines habitacionales. En este punto también se contempla a aquellos que duermen en construcciones precarias.
El abandono escolar o que los niños nunca hayan tomado clases también inciden en la pobreza estructural. En el horizonte les queda un futuro desdibujado. Para determinar las NBI se tuvo en cuenta que en la provincia hay 1.794 hogares (0,59%), donde al menos uno los hijos, de entre 6 y 12 años, no asiste a la escuela. Es una de las brechas que se logró acortar en las últimas décadas.
El nivel de escolarización del jefe de familia, en la mayoría de los casos, tiene un correlato en sus ingresos y en su empleo. La subsistencia se agrava cuando de solo este bolsillo dependen cuatro o más personas. Esta realidad ocurre en 4.563 grupos familiares, 1,5% del total. El Indec toma en cuenta que el padre o la madre no hayan completado el tercer grado de escolaridad primaria.
“Casas inseguras para las familias”
Maximiliano Solito, director de “Techo”, la entidad social que recauda fondos y construye viviendas para familias humildes, remarcó que Salta se parte en dos realidades: el interior y la capital.
“En esta ciudad se ven varias casas que se levantaron con bloques, mal apilados y sin cemento. Así hay una inseguridad para las familias”, describió Solito. “En el invierno fuimos a Tartagal, y en las comunidades aborígenes la precariedad es fuerte, viven entre paredes de plástico y de cartón”, agregó en referencia al interior.
Solito dijo que si bien en la capital salteña hay viviendas que en su estructura son resistentes, existe un alto nivel de hacinamiento. “Es común encontrar a dos núcleos familiares en la misma casa”, remarcó.
Entre estas poblaciones vulnerables, ubicadas principalmente en los asentamientos, se ven a “los pequeños grandes”, jóvenes de entre 20 y 25 años, que ya tienen hijos y deben adoptar este tipo de viviendas precarias, señaló.
En la década se redujeron ocho puntos las NBI
El crecimiento económico que atravesó la Argentina en los últimos años permitió reducir en 7,9 puntos porcentuales la población salteña con las necesidades básicas insatisfechas (NBI).
El resultado surge de comparar los datos del censo 2001 con el último relevamiento nacional. El balance a nivel nacional arrojó una disminución de 5,2 puntos. Es decir que la provincia estuvo por arriba del promedio argentino. Sin embargo, las distancias siguen extensas con la región de la Pampa Húmeda y el Sur.
Jujuy (-10,7), Chaco (- 9,9), Corrientes (- 8,8), Santiago del Estero (- 8,6), Formosa (-8,4) y Misiones (-8) también tuvieron un descenso entre sus habitantes en la denominada pobreza estructural.
Avance, a medias
Según la conclusión general del Censo 2010, “la pobreza estructural disminuyó en casi todo el territorio nacional. La brecha entre aquellas provincias con menor porcentaje de población NBI y las de mayor porcentaje se estrechó entre los dos últimos censos. Mientras que en el Censo 2001 la distancia era de 26 puntos porcentuales, en el Censo 2010 es de 19 puntos porcentuales. Este contexto muestra un escenario de país más homogéneo, con acceso más igualitario a los recursos esenciales y con menores inequidades”.
Sin embargo, tener regiones de un país con casi puntos de diferencias en pobreza estructural, sigue demostrando que el federalismo queda solo en palabras y las inequidades castigan al Norte.
El censo que se realizó a fines del 2010 aún no dio a conocer los resultados de la cantidad de habitantes por municipio. La información será determinante para analizar la situación aguda del interior.
Las provincias con más NBI
Estado | Hogares con NBI | % | Población con NBI | % |
Formosa | 27.683 | 19,7 | 132.967 | 25,2 |
Salta | 58.202 | 19,4 | 284.767 | 23,7 |
Chaco | 52.326 | 18,1 | 242.280 | 23,1 |
Stgo Estero | 38.426 | 17,6 | 197.112 | 22,7 |
Corrientes | 40.428 | 15,1 | 194,335 | 19,7 |
Misiones | 47.406 | 15,6 | 208.805 | 19,1 |
Tucuman | 48.943 | 13,3 | 236.857 | 16,4 |
Las provincias con menos NBI
Jurisdicción | Hogares con NBI | % | Población con NBI | % |
La Pampa | 4.079 | 3,8 | 18.009 | 5,7 |
C.Bs. As. | 68.822 | 6.0 | 198.308 | 7.0 |
Cordoba | 61.968 | 6.0 | 284.530 | 8.7 |
Inter. Pcia Bs. As. | 119.430 | 6,4 | 517.576 | 9,2 |
Santa Fe | 65.874 | 6,4 | 299.601 | 9,5 |
Santa Cruz | 6.758 | 8,3 | 25.774 | 9,7 |
San Luis | 9.999 | 7,9 | 46.667 | 10,7 |
Fuente: Indec
El Tribuno