Argentina es el tercer país del mundo en ratificar este tratado.
La Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto para ratificar el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo que ya tenía la aprobación del Senado.
En el marco de la 108º Conferencia Internacional del Trabajo, en junio del año pasado, se aprobaron el Convenio 190 y la Recomendación 206 sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. El Convenio 190 y su ratificación en Argentina fue posible por el intenso y coordinado trabajo de las centrales sindicales de todo el mundo.
Claudia Baigorria, Secretaria Adjunta de la Central de la CTA Autónoma, valoró los alcances de ese logro: “La importancia está dada en que la violencia en el trabajo y el acoso se toman como una violación a los derechos humanos. Cuando hablamos de una sociedad libre de violencias hablamos de una sociedad de iguales, sin discriminaciones, que no amenace a las mujeres y diversidades en la posibilidad de acceso a los puestos de trabajo, que reconozca las tareas de cuidado y el tiempo dedicado a ellas”.
Asimismo Baigorria señaló: “La violencia se ejercita no solamente en el ámbito estrictamente laboral sino también en el trayecto desde los hogares hasta el trabajo, en los sociales, los congresos, las capacitaciones, y en todo tipo de actividades que promueva la patronal. En este tiempo de pandemia cobra una especial significación”, y planteó los desafíos: “La tarea que sigue es la incorporación de este tema en todas las paritarias y en los convenios colectivos de trabajo”.
“La jornada de ayer fue de muchísima alegría, porque marca el fin de una construcción de muchos años de luchas y trabajo de las organizaciones sindicales y de las mujeres sindicalistas y feministas que hemos trabajado mucho para que este Convenio sea una realidad”, agregó la Secretaria de Igualdad de Oportunidades y Géneros de la CTAA, Silvia León, quien además explicó que este tratado es muy importante porque entrecruza dos tipos de violencias: “la opresión de clase y la opresión de género. Por lo tanto es un nuevo derecho que viene a irrumpir para tener un trabajo libre de violencias y de acoso”.
En esta línea, León también señala los desafíos de la etapa: “Es una conquista mundial, que como toda norma, necesita de la correlación de fuerza y el rol de los sindicatos que peleamos para que esta ley se cumpla, para evitar los padecimientos de las mujeres y diversidades como establece el Convenio. Va a depender de nosotras el nivel de organización y formación, y los instrumentos que podamos crear para detectar situaciones de violencia y acoso en el mundo del trabajo y para construir espacios laborales libres de violencias”.
Por su parte, Viviana García, Secretaria de Cultura de la Central añadió: “La ratificación del Convenio 190 de OIT vuelve a poner en valor la acción conjunta sorora de las mujeres feministas sindicalista, tanto en Argentina dónde venimos trabajando desde 2016 y hasta la actualidad para que esto se hiciera realidad, pero también es un reflejo de la discusión previa en Ginebra. Las mujeres feministas, las trabajadoras, las sindicalistas fuimos el eje y el motor para este triunfo. Es el primer convenio de OIT que relaciona derechos laborales con derechos humanos, con perspectiva de género. Es el gran triunfo de la clase trabajadora mundial en general, pero sobre todo para las mujeres trabajadoras y para las personas de la diversidad sexual en particular”.