A pesar de esas cifras, las estadísticas muestran que la Canasta Básica Total (CBT) se desaceleró al 2,4% en mayo. Así, la Canasta que mide la línea de pobreza, se desaceleró un punto porcentual en mayo y creció bastante por debajo de la inflación general. A pesar de ello, una familia de cuatro integrantes (dos adultos y dos menores) necesitó 2,6 salarios mínimos para no ser considerada pobre -esto es, un ingreso mensula de $64.445- según datos del INDEC.
La CBT para un «adulto equivalente» (varón de entre 30 y 60 años con actividad moderada), subió desde los $20.735 hasta los $20.856 en el quinto mes del año. Mientras tanto, la cesta para una familia ascendió desde los $62.958 hasta los $64.445.
Paralelamente, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) -que mide la línea de indigencia- ascendió un 2,8%.
Para un adulto equivalente se ubicó en los $8.875 mientras que para una familia tipo se posicionó en los $27.423.
Cabe recordar que en mayo el Salario Mínimo Vital y Móvil fue de $24.408. Para el mes en curso tuvo una actualización del 3,5% hasta los $25.272, lo que significa que no llega a cubrir ya una canasta alimentaria.
El dato se conoció sólo 24 horas después de difundirse el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que terminó en mayo con un avance de 3,3%, lo que generó algunas muestras de entusiasmo en el equipo económico por ubicarse unas décimas menos que las estimaciones privadas y marcando una relativa desaceleración respecto del mes anterior.-