Las inundaciones, las más severas en décadas, dejaron bajo el agua amplias extensiones, entre ellas de cultivos.
Autoridades brasileñas informaron que el país prevé importar un millón de toneladas de arroz para compensar las pérdidas ocasionadas por las inundaciones en Rio Grande do Sul, evitar la escasez de ese producto y la especulación con su precio.
En Rio Grande do Sul, estado afectado por severas inundaciones, se produce el 70 por ciento del arroz a nivel nacional.
En declaraciones hechas durante el programa «Bom Dia, Presidente», espacio de comunicación ciudadana del jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, este afirmó que su Gobierno tendrá que importar arroz y frijoles para poder colocar estos alimentos básicos en la mesa del pueblo a un precio que sea compatible con los salarios y evitar la especulación.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, confirmó que la adquisición se realizará con fondos públicos y a través de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), adscrita a esa cartera. Añadió que cerca de 1.6 millones de toneladas de arroz aún no pudieron ser recogidas en Rio Grande do Sul, estado en que se cosecha el 70 por ciento del arroz producido a nivel nacional.
De acuerdo con medios de prensa, el consumo anual del país roza los 10 millones de toneladas, mientras que la zafra arrocera estimada para este año en esa entidad territorial ascendía a 7.4 millones de toneladas. Fávaro subrayó la necesidad de realizar las importaciones de alimentos en tiempo récord para evitar desabastecimientos y el incremento de precios.
El presidente de la Conab, Edegar Preto, precisó que parte de la producción en Rio Grande do Sul no fue cosechada y que el 15 por ciento está en terrenos que permanecen bajo el agua.
De acuerdo con el integrante de la coordinación nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), Diego Moreira, la importación de tal volumen de arroz no sería necesaria si los Gobiernos de los expresidentes Michel Temer (2016-2018) y Jair Bolsonaro (2019-2023) no hubiesen paralizado las compras de alimentos de la Conab y hubiesen seguido la política de crear reservas.
Tras su llegada a la presidencia, Lula canceló la venta de almacenes de la Conab, iniciada por Bolsonaro, y prometió reconstruirla. El ente hizo en junio de 2023 su primera compra de alimentos en seis años, aunque adquirió maíz. Las reservas de arroz y frijoles permanecen en cero desde diciembre de 2022 y diciembre de 2016, respectivamente.
Respecto a las inundaciones, Lula aseveró la víspera que constituyen un aviso para el mundo acerca de la urgencia de atenuar el impacto de la crisis climática. Señaló que el costo total de la reconstrucción solo podrá calcularse una vez bajen las aguas y se pueda hacer una estimación más exacta de la destrucción.
También anunció inversiones por valor de 18.300 millones de reales (3.560 millones de dólares) para infraestructuras que ayuden a prevenir desastres de este tipo.
Fuente: Tele Sur