La nueva cepa del Covid detectada en Sudáfrica encendió las alarmas y ya se registraron casos en otros países. “Tiene un camino genético distinto al que nos llegó de Europa y Estados Unidos, y está la posibilidad de que las vacunas sean menos efectivas”, advierte la infectóloga Gabriela Piovano.
La doctora Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, fue la primera en alertar a las autoridades sudafricanas de la posible existencia de una nueva variante del coronavirus, Ómicron. Los estudios de laboratorio confirmaron sus dichos.
Este fin de semana la OMS declaró que se trata de una variante de preocupación y que el registro de contagios en varios países indica que ya se ha diseminado en distintos lugares.
Consultada sobre cómo funcionan las mutaciones del virus y qué es lo que hay que tener presente en el caso de esta nueva variante, la infectóloga Gabriela Piovano explicó: “El virus utiliza una enzima que es perfecta y va incorporando distintas secuencias que hacen que la descendencia sea diferente, y esas diferencias pueden sumar o restar, es decir, una variante puede ser menos contagiosa, menos virulenta y obviamente estar destinada a desaparecer”.
Asimismo, destacó: “Todos los días producimos nuevas variantes, el tema es que esas se parecen mucho a la original entonces no revisten preocupación. Cuando surge alguna que se empieza a encontrar preponderando se observa que son más contagiosas. Frente a la variante original de Wujan, una persona podía contagiar a diez, con la variante Delta a treinta pero no es más letal ni más virulenta”.
Sobre la variante Ómicron dijo: “Reviste interés porque, al ser originada en Sudáfrica, tiene un camino genético distinto que los que nos llegó a nosotros por la migración a través de Europa y Estados Unidos. Entonces, está la posibilidad de que las vacunas sean menos efectivas”.
Esto también formó parte del comunicado de la OMS: “Dadas las mutaciones que podrían conferirle la capacidad de escapar a una respuesta inmunitaria, y darle una ventaja en términos de transmisibilidad, la probabilidad de que Ómicron se extienda a nivel mundial es elevada. En función de estas características podría haber futuros picos de Covid-19, que podrían tener consecuencias severas”.
Las vacunas
“Qué suerte que nuestros padres no fueron antivacunas porque si no hoy estaríamos todos con poliomielitis, difteria o chicos con secuelas de neumonías meningíticas”, señaló Piovano.
En sus palabras, la vacuna es una forma de mostrarle al sistema inmunológico una sustancia que nosotros queremos decirle que es peligrosa y que entonces tiene que elaborar una respuesta para neutralizar la acción del germen para contrarrestar sus efectos o que no contagie.
“Las plataformas (marcas o laboratorios) son las maneras en las que le presentamos el virus al sistema inmunológico. En este caso, las dos vacunas sirven para lo mismo. En lo que difieren es en qué porción y de qué forma del virus me muestra. Lo que demostró la combinación de vacunas es el aumento de inmunidad. Una no neutraliza a la otra. Lo que suma es la permanencia de los anticuerpos, por ejemplo: con la primera dosis cubro entre 3 y 6 meses; con la segunda se cubre de uno a dos años; y con la tercera llega de cinco a diez años”, explicó la infectóloga.
Hasta el momento no se registraron casos de la variante Ómicron en Argentina. Además, el Centro Gamaleya, creador de la Sputnik, anunció que la vacuna conserva su nivel de eficacia. Esto es de importancia, ya que fue la dosis más aplicada en el país.
“Las vacunas europeas y estadounidenses son las que todavía nos prestan dudas pero hemos previsto para las terceras dosis una combinación de vacunas. Lo que pasa es que desgraciadamente hay un esquema en el cual al dejar que haya países –como en el caso de Sudáfrica- o continentes donde directamente no se está haciendo un control y una vacunación sin ningún tipo de medidas, y además siguen circulando los aviones y el intercambio comercial, obviamente se da la posibilidad en el corto tiempo de que esto sí sea una realidad”, esbozó Piovano al respecto.
A su vez, informó: “Lo importante que hay que entender es que Argentina controla permanentemente a sus variantes en circulación, sigue controlando, haciendo testeos y monitorea lo más básico que es la ocupación de camas en terapia”.
Y advirtió: “Si tuvieras personas que viajan a lugares donde está circulando esta variante, no se cuidan, vuelven, organizan fiestas, una serie de idiotas van a esa fiesta y a su vez estas organizan idioteces con otro grupo, algunos morirán como desgraciadamente ya nos pasó, y el Gobierno tendrá que volver a cerrar. Ahora, lo que preocupa cuando se habla de cerrar, es que no se habla de que antes de eso primero va a morir mucha gente, ya sean nuestros seres queridos o nosotros mismos”.
La gestión de la pandemia
A casi dos años de la aparición de este nuevo coronavirus, y habiendo vivido varias olas de él, Piovano destacó: “A veces no son tan importantes los casos en sí como lo es la ocupación de camas. Cuando estemos todos vacunados, la posibilidad es que tengamos muchos casos o pocos, pero vamos a tener pocas personas que se enfermen gravemente y se mueran. Esa es la preocupación real”.
Y explicó: “Como esto fue migrando de un país a otro a través de los viajeros tenés distintos tiempos. Europa viene siendo nuestro diario del lunes, y están cerrando porque no tienen nuestra misma situación. Cuando nosotros estábamos cerrados, Europa estaba abriendo porque no tenía la misma situación, aunque en realidad pasó por lo mismo pero como se le empezaron a colmar los lugares volvieron a cerrar”.
En el medio, países como Estados Unidos tuvieron cambios de mando en los que se vieron reflejadas las diferencias entre las maneras de administrar la pandemia, con cierres más estrictos y vacunación masiva desde la asunción de Biden.
“Otro ejemplo es Brasil, que ahora está cerrando 50 ciudades al carnaval y esto lo hace porque se le está muriendo la gente. Pero Brasil no cerró nunca, por eso es distinta la situación. ¿Se acuerdan cuando todos hablaban de Europa, que no usan más barbijos porque se terminó? Se quiso ‘chiruzear’ lo que se hizo en Argentina y desgraciadamente se politizó. El hecho de que se cerrara a tiempo –que no fue la cuarentena eterna ni la más larga- nos protegió durante mucho tiempo de tener chicos jóvenes o gente de edad media que se murieran masivamente. Es difícil medir lo que no sucedió. Así y todo, con todo lo bien que se hizo, tuvimos un número de muertos muy alto que es algo que la oposición al Gobierno se lo recriminan cuando en los distritos que ellos gobiernan tuvieron los números más altos por no acatar las disposiciones nacionales”.
Y finalizó: “En este momento es muy necesario que la gente sepa que se tiene que seguir cuidando y que si no se vacunaron –por favor- aunque sea una dosis se apliquen porque se viene un rebrote del virus a partir de estos tiempos en los que nos vamos a estar entrecruzando todos, y sería bueno evitar tener infección grave”.-
Fuente: Canal Abierto