Desalojos. Los únicos, los peores, los métodos policiales

LAMI HA INVENTADO UN PELIGROSO MÉTODO POLICIAL

Desde que está Lami como Jefe de Policía de Salta, esta fuerza institucional ha tomado carriles peligrosamente impensados. Marcelo Lami, quien se jacta de tener una licenciatura en trabajo social y ser un ferviente cristiano miembro de la iglesia evangélica, se ha destacado por llevar al extremo la filosofía de mano dura, pero solo contra los desposeídos y los referentes sociales.

Esto se ve reflejado en el nuevo protocolo que aplica la policía para desalojar a los pobres de sus viviendas por permanecer en terrenos que no escrituraron, pero que de hecho les pertenece y en los que habitan por más de 20 años.

El primer caso que se vivió en Orán fue el la familia Viva, a quien la policía desalojó, destruyó la vivienda y con el apoyo de Lara Gros que envió a empleados municipales, construyeron un refugio en el terreno para evitar que nuevamente la familia se posicionara en su terreno. Así los corrieron.

Ahora el caso es contra un terreno en el que viven 4 familias, una familia ampliada y que en el mismo tienen instalada su carpintería familiar con la que trabajaban hasta el viernes, cuando se produjo el desalojo.

Lami manda a los policías a destruir los bienes de los desalojados, cuando la orden judicial no lo expresa. Es decir, Lami se toma atribuciones que van más allá del dictado de un juez con total impunidad y haciendo uso de la fuerza.

Los únicos, los peores, los métodos policiales

Las familias Zenteno y Palacios, alrededor de 15 personas entre los que hay 5 menores de 3 meses a 14 años, hace 23 años que viven en el lugar.

Un exagerado operativo desplegaron los policías el viernes pasado, cuando se hicieron presentes en calle Constituyentes 960, lugar donde habitaban las 4 familias. Alrededor de 50 uniformados se hicieron presentes en el lugar para proceder con el desalojo dispuesto por el Juez Raúl Fernando Lopéz. Lo sorprendente, además de la cantidad de azules para controlar a dos familias compuestas en su mayoría por niños, no es el uso de la fuerza que caracteriza a esta institución. Lo sorprendente es que además del desalojo los canas se volcaron al trabajo de desarmar las casas, sacar todos los muebles a la calle y dejarlos tirados junto a las tablas de las paredes.

Según el abogado Herman Massietti no hay ninguna orden judicial para desarmar las instalaciones. “Lo que esta plantado, son bienes del inmueble en la propiedad y debe ser respetado; no pueden ser arrancados y muchos menos destrozado, es inaudito”.

Los vecinos y familiares reclamaban la presencia del intendente, ya que existen niños en las viviendas que quedaron en la calle, que por supuesto Marcelo Lara nunca llegó”.

«La mujer que reclama por el terreno tiene un boleto de compra venta al igual que nosotros» explicó el jefe de familia, pero no vive aquí en Orán. Cómo es posible que haya logrado una orden de desalojo entonces. 

La familia sigue en la vereda de la casa en donde ahora viven de la solidaridad de los vecinos, ya que la carpintería que era su fuente de ingresos fue desmantelada y puesta en la calle. La Comunidad Ava Guaraní, a la que pertenecen, los acompaña y llevarán los reclamos a Nación.-