Orán.
Se encontraban despidiendo al hijo de Ricardo Salto, el dirigente del SOEM. Terminaron presos y golpeados.
En la tarde de ayer martes, varios jóvenes amigos se reunieron en la vereda de la casa de Tolay para despedir a uno de los compañeros que viajaba al sur del país. Se trata del hijo del dirigente Municipal Ricardo Salto que viajaría por trabajo.
Sus amigos, compañeros y vecinos del barrio 20 de Febrero se reunieron para despedirlo. «Eran cerca de 15 jóvenes. Pasadas las 3 de la tarde, llegó al lugar un automóvil que venía siendo seguido por policías. Del automóvil se bajaron unos chicos y se entreveraron con el grupo de amigos. A los segundos llegó la policía y cargó a todos juntos, incluso se llevaron a un menor que pasaba por la vereda justo en ese momento y que no tenía nada que ver ni con los amigos de Salto ni con los del auto que venía persiguiendo la policía», contó a nuestra revista Josefa Cardozo, esposa y compañera militante de Tolay que tenía también detenido a uno de sus hijos.
La noticia recorrió pronto el Barrio, y padres y hermanos se fueron por detrás del carro policial donde se llevaban a los chicos.
En la Comisaría 24 los vieron bajar a los pocos minutos: «todos rengueaban y tenían en sus caras la expresión de dolor. En el traslado los mataron a palos» contó la mamá de Hugo, el menor de 14 años que pasaba por la vereda a buscar una herramienta para asistir a su cuñado en la colocación de una reja del frente de la casa.
Cuando vieron a los chicos en esas condiciones Tolay se acercó a los policías y les dijo que no los golpeen, que los chicos no estaban haciendo nada malo y les explicó la situación de la reunión en la vereda de su vivienda. Los policías comenzaron a insultarlo frente a todos los vecinos del barrio presentes en la comisaría. «Al reputo este hay que hacerlo cagar. Puto de mierda… le decían los canas a Tolay y allí comenzaron a golpearlo a la vista de todos nosotros. Lo tiraron al piso, lo golpearon en el brazo, lo patearon y después lo metieron adentro también preso» testimoniaron los familiares presentes.
Los chicos del auto que se entreveraron con los amigos de Salto, al parecer lo hicieron para salvarse de la policía. «A ellos parece que les encontraron un arma de fuego y un arma blanca. Parece que se venían tiroteandose con los canas o algo habían hecho porque a ellos los perseguían. Pero cobraron los chicos del barrio que nada tenían que ver y la policía ni siquiera escucha, a golpes los traían en el carro policial» dijo angustiado un vecino, cuñado del menor. «Acá nadie sabe nada, primero nos dicen que los llevaron porque tenían bombuchas; después, de que tenían armas; después, porque estaban tomando… inventan cosas y no saben qué decir ya».
En la reunión de amigos estaban los hijos de Josefa Cardozo, de Ricardo Salto y de Martinez, ambos dirigentes del SOEM y todos vecinos del barrio. Al lugar se acercaron los compañeros de Tolay del Partido Obrero y militantes de Derechos Humanos a acompañar a las familias. También estuvieron el Concejal Javier Tártalo que estaba en constante comunicación telefónica con la Presidente del Concejo Deliberante Mónica Larrán, y el abogado Julio Villalba, Secretario Legal de la municipalidad que llegó para involucrarse en el tema. Villalba escuchó sorprendido cómo fue la detención de Tolay.
Dijo luego a nuestra revista que estaba allí para acompañar a los dirigentes y empleados municipales y ver en qué podía ayudar legalmente. Que tenía conocimiento de que el Juez actuante sería Ru, pero que a éste no le había llegado la causa por esas horas, estaba en manos aún de la Fiscal Viasi, ya cerca de las 9 de la noche.
RubénTolay fue el primer liberado, aproximadamente a las 22:20 hs. Tolay contó a Revista Norte que se sentía con mucho dolor y que apenas fue liberado volvió al hospital. «No sé que tengo, ahora me van a hacer unos estudios porque me duele mucho el brazo y al dedo gordo izquierdo no lo siento, la doctora que me está atendiendo me pichó el dedo pero no lo siento, parece que me afectaron el nervio estos animales que me golpearon» dijo Tolay mientras se encontraba en el hospital. Contó también que luego de ser golpeado en la comisaría por la tarde lo llevaron al Hospital y «uno que parecía un camillero, ahora me vengo a enterar de que es médico, sin revisarme firmó el parte para la policía sobre mi estado. Esto está todo armado. El tipo firmó que yo estaba bien y me llevaron en cana. Ahora estoy sufriendo las consecuencias», dijo angustiado y enojado Tolay.
La ineficacia de la policía es aterradora; y su perfil de violencia impune indigna.-
Foto: Familiares de los detenidos en la puerta de la Comisaría 24 en Orán – Revista Norte.