En la actualidad, el Instituto Provincial de Salud atiende más de 240 mil beneficiarios sobre una población de alrededor de 1.100 mil habitantes en toda la provincia de Salta, esto es más de un 20%. Implica una responsabilidad enorme frente a su gente. (AGB)
Partiendo de la base que en Salta Capital la cantidad de beneficiarios asciende a 160 mil aproximadamente, es de vital importancia generar un sistema que realmente brinde un servicio de excelencia no tan solo en lo médico asistencial sino en la atención previa al acto médico, previendo que quien requiere los servicios se encuentra pasando un mal momento y lo que menos necesita es sufrir los malestares que ocasiona la burocracia de autorizaciones.
¿A qué nos referimos al decir esto? A un duro peregrinaje al que está sometido ya sea el propio enfermo o algún solidario familiar que decide ayudar. Debe concurrir a los lugares de venta de bonos de consulta y adquirir el mismo; partir al médico quien le solicita algún estudio complementario “previa autorización” en los salones del I.P.S. Esto conlleva largas y tediosas colas y al fin soy atendido, pero, sorpresa: el empleado pasa el pedido “atrás” y el auditor informa que no corresponde. A pesar de las discusiones insistentes, el auditor es el auditor y no se puede lograr mucho más. Volver al médico a pedirle que interceda… y volver al I.P.S. para “probar” suerte… y ya veremos. Pero a todo esto habría que preguntarse ¿y el enfermo?
Todo esto que parece sacado de una película tragicómica es la triste realidad en la mayoría de los casos. Traducido a lo técnico, se trata de una auditoría ¡al paciente! Y por favor, si deseo controlar el nivel de prestaciones y la práctica de una medicina sana, que impida la sobre prestación (caso de pago por prestación) o la sub prestación (caso de pago por cápita), debo auditar al prestador. Auditar al prestador implica libertad para el paciente quien al sentir alguna molestia o síntoma, concurre a su médico quien de corresponder sugerirá los estudios a seguir para sacar adelante a su atendido. Si los estudios solicitados no corresponden, el paciente no tiene por qué saberlo ya que lo único que le interesa es curarse y es el I.P.S. quien deberá no abonar dichos estudios y demostrarle al prestador a través de su auditoria el error cometido. Pero el enfermo sólo sufrió su problema y no la que sólo pueden y deben saber los galenos. Los problemas de facturación son exclusivos dela Obra Socialy sus Prestadores. Nunca de los afiliados.
Coseguros
Otro tema a discutir, otro castigo al enfermo El origen del mal llamado coseguro, ya que en realidad es un copago o un anticipo porcentual del valor arancelado a cargo del afiliado, tiende a evitar la sobredemanda por parte de los efectores de los servicios ofrecidos por la O.S.
Una auditoría seria y que lleve estadísticas por prestador que definan el perfil de cada uno generando un régimen de premios y castigos corregiría la eventual sobredemanda.
La mayor distorsión entre demanda y prestaciones se da en el primer nivel ambulatorio que genera el 70% del movimiento lo que demuestra que un control estricto en este nivel, basado en tecnología que apoye al sistema de auditoría y en procedimientos modernos de administración, generaría una mayor eficacia y eficiencia, mejorando la atención al paciente, ayudando al prestador en su tarea diaria y optimizando los recursos de la O.S.
Optimizando el primer nivel de atención, logrando un control de las prestaciones solicitadas contra los diagnósticos presuntivos y el tratamiento posterior, se logra una sustancial mejora al segundo nivel de atención ya que el mismo es alimentado por el primero. Se reducirían las internaciones ya que el seguimiento del paciente ambulatorio sería más eficiente.
Medicina preventiva
Lograr este objetivo es fundamental para alcanzar una verdadera seguridad a la población. Este objetivo es multisectorial ya que incumbe a salud, educación, información. El primer logro en prevención es un estilo de vida sana: alimentación sana, deportes, recreación, y además controles preventivos que están disponibles y que las O.S. no cubren o exigen altos copagos para su autorización. En hombres mayores de 45 años el cáncer de próstata es de alta incidencia. Parala O.S.la atención de un paciente con este diagnóstico es onerosa y obligatoria, con alta tasa de mortalidad; ahora bien, si la enfermedad es diagnosticada en su primer estadio el tratamiento es más sencillo, menos oneroso y el pronóstico del paciente es más favorable. El estudio preventivo para este caso es un análisis clínico denominado: PSA.
Algo similar pasa en las mujeres con el cáncer de cuello de útero. El estudio es PAP.
La Obra Social debe inducir a su población en riesgo a realizar este simple estudio.
Parece simple, pero no lo hacemos.-
Publicado por Cuarto Poder