«De acuerdo al número final de la inflación que se dio a conocer ayer para todo el año 2020, un 36,1% en total, surge el dato irrefutable de que todas las jubilaciones, incluídas las mínimas, perdieron ante la inflación» sostiene Semino y analiza que «a pesar de las optimistas y prematuras declaraciones de diversos funcionarios que aseguraban y hasta casi celebraban que ocurriría lo contrario, el contraste de los datos muestra que las mínimas perdieron 0,6% y las máximas 8,7%».
«Vale aclarar que si lo contrario hubiese sucedido, si las jubilaciones hubiesen terminado un par de puntos arriba de la inflación, dado el bajísimo nivel de las mismas, no hubiera cambiado en nada la situación real de jubilados y jubiladas» explicó el Defensor de la Tercera Edad, y disparó: «el hecho de haber perdido ante la inflación es hiriente y ofensivo porque ratifica la falta de credibilidad de los políticos argentinos y porque pone en evidencia el nivel de improvisación con el que se hacen declaraciones, como si la palabra de un funcionario público, incluso de un mandatario, no tuviera un valor especial».
Así, Semino cargó contra los discursos del gobierno nacional en relación a los ingresos de los jubilados. Dijo: «antes de saber cuáles serán los números reales de la inflación, ¿por qué aventurarse a prometer o anunciar un resultado que era totalmente incierto, basado en variables que el mismo gobierno no puede controlar completamente? Algún día los funcionarios y funcionarias de Argentina tendrán que entender que la realidad no se agota en un anuncio».
Para el abogado, «la triste realidad es que en diciembre de 2020 las jubilaciones mínimas cobraron lo mismo que en diciembre de 2019, dado que ese año se había otorgado un bono de $5.000, haciéndolas llegar a los $19.000. Esas son las que menos pierden, de ahí para arriba el deterioro va aumentando», remarcó.
«Por otra parte, si tenemos en cuenta que las estimaciones para 2021 pronostican una inflación más alta que la de 2020, en la medida en que la economía vaya reactivándose, es evidente que el perjuicio sobre los haberes previsionales será mayor», analizó Semino.
«Es por ello que el gobierno tiene que encontrar la manera de compensar la pérdida permanente que están sufriendo las jubilaciones. Es necesario dar una suma de $10.000 a cuenta del futuro reajuste que se producirá a lo largo del año próximo. Está claro que esto no solucionaría el problema estructural del sistema, pero en tanto no se dé la discusión que requiere el tema, no es posible prentender que alguien viva con $19.000 por mes» sostuvo y concluyó: «el problema no es solamente de las jubilaciones sino que afecta a toda la sociedad. El sistema previsional es una de las variables que define la estructura económica de un país. En la medida en que la clase política argentina continúe postergando una discusión seria sobre el tema será imposible revertir las condiciones que nos mantienen en una crisis económica interminable. Esa crisis económica, por momentos oculta y por momentos evidente, es el precio que pagamos por el show de los malabares con las cifras y los anuncios efímeros».-