ISLA DE CAÑAS
Podría agravarse el conflicto de los trabajadores despedidos por el nuevo intendente. Este viernes es la tercera y última mediación, siendo que las dos primeras fracasaron. Las familias, desesperadas, siguen sin cobrar y sin trabajo; lo que agrava la tremenda situación que se vive en el norte de Salta.
El intendente de Isla de Cañas, Jorge Canchi, que compitió desde el PJ junto al Frente de Todos, tomó el camino contrario a lo que los principales referentes del partido nacional y popular decidieron como Política de Estado: frenar los despidos y reincorporar a los echados durante el gobierno neoliberal de Cambiemos.
Canchi asumió y ese mismo día echó a 12 trabajadores temporarios del municipio, el primer día hábil de enero despidió a otros 10 trabajadores ya de planta permanente, y luego del fracaso de las dos reuniones en el Ministerio de Trabajo siguió echando con tres víctimas más, lo que contabiliza 25 trabajadores municipales despedidos.
Isla de Cañas es un pequeño municipio del departamento Iruya, al norte de Salta. En él las familias no tienen muchas opciones de fuentes de empleo. Si bien se reconoce como un pequeño paraíso en la serranía por sus paisajes, su precariedad e inaccesibilidad es característica. Se encuentra muchas veces aislado por falta de caminos y su población, netamente originaria, lo sufre.
El 15 de enero pasado, luego del fracaso y la falta de cooperación por parte del intendente en las negociaciones ante el Ministerio de Trabajo, los trabajadores despedidos se dispusieron a protestar en la ruta. Llegó antes la policía que cualquier funcionario de gobierno, quienes nunca aparecieron.
Este viernes se reúnen nuevamente en la tercera mediación, es decir, el tercer y último intento ante el Ministerio; luego de lo cual, si no hay acuerdo, los trabajadores tomarán medidas de fuerza.
Piden la reincorporación, ante la tremenda crisis social que vive el norte de Salta, de los 25 despedidos cuyas familias quedaron sin ingresos. Sin fuentes laborales, 25 despidos es una catástrofe en una población de apenas 1.700 personas y con tantas dificultades de conectividad hacia otros poblados. Es casi la expulsión de su comunidad y el sometimiento a la pobreza.
El intendente Jorge Canchi no solo los echó, también les debe sueldos y aguinaldo. Están sin sus ingresos y sin ser escuchados. Un conflicto que agrava más la situación de pobreza del norte de Salta.-
NOTAS RELACIONADAS:
Contra despidos: Carta Abierta al intendente de Isla de Caña (Salta)