El monje negro de El Tabacal

Empleados del Ingenio El Tabacal cortaron la Ruta Nacional 50 hace más de una semana y dispararon una serie de conflictos: el primero, y más evidente, el corte en sí que imposibilitaba la normal circulación; el segundo es el que disparó una interna política dentro del gabinete de Urtubey y a nivel nacional; el tercero el resultado final con enfrentamientos entre policías y manifestantes.

El reclamo debió ser resuelto por el Ministerio de Trabajo de la Nación, es verdad, pero los funcionarios provinciales poco y nada hicieron para sacarse la mochila de encima: Fortuny y Loutaif los principales sospechosos. Fortuny aprovechó que la cosa estaba en manos de Tomada y sin tino político alguno dejó que la ruta permaneciera cortada, total el costo político lo paga el propio Urtubey. Loutaif, coterráneo de los manifestantes, hizo nada por negociar el despeje de la ruta al menos.

Mientras los funcionarios salteños hacían como que nada pasaba, paso una semana hasta que llegó la orden de abrir caminos internos del ingenio para que la gente pueda circular, sin comodidad, pero al menos con seguridad de paso.

Ahí se despelotó la cosa: tiros, gases, palos, piedras, heridos, caminos cortados, ruta cortada, encapuchados, infiltrados, medios, periodistas, políticos, carroñeros, todo el condimento necesario para hacer que el sábado a la tarde sea un caos en su total magnitud. El resultado: policías y civiles heridos. Represión? Todo se ve según el cristal con el que se mire.
Después del caos apareció Urtubey y se llevó al hombro a parte de su gabinete a Orán, mientras la cara visible de la empresa se dignaba a aparecer, y Fortuny ahí jugó sus fichas para tratar de aparecer como el salvador, luego hizo funcionar su propia maquinita de periodistas rentados actuales, o que le deben favores del pasado, y manejó un discurso de conciliación, de paz y de dignidad de los trabajadores.

Claro, pero mientras la ruta estuvo cortada por una semana, el eterno aspirante a la diputación nacional desapareció y se hizo el que le importa cuando sólo vio que a la cosa le puede sacar rédito, 2013 está muy cerca.

Pero la ruta sigue cortada, los caminos dentro del ingenio habilitados, la protesta sigue, la empresa sigue en su postura y Fortuny no hizo ni el amague antes y no puede ahora resolver un problema que ya se desvirtuó.

Fortuny y su séquito, le hicieron el juego a la empresa, Urtubey paga las consecuencias políticas. Fortuny quiere ser diputado nacional. Urtubey paga las consecuencias. Fortuny hace catarsis mediática. Urtubey paga las consecuencias.-

Por Salta Confidencial