Deuda Pública y Presupuesto 2016
El 15 de septiembre pasado el Poder Ejecutivo mandó al Congreso el Proyecto de Ley (PL) de Presupuesto 2016, con la idea que el mismo tenga un tratamiento aprobatorio rápido.
Por Hector Giuliano
En materia de endeudamiento público, este proyecto prevé que el stock de la deuda del Estado Central aumente durante el ejercicio 247.500 M$ (equivalentes a 23.400 MD) .
Este incremento es producto de vencimientos de capital por 721.000 M$ (68.000 MD) y toma de deuda nueva por 968.500 M$ (91.400 MD), dado que todos los compromisos que vencen se refinancian íntegramente con nuevas obligaciones y que se toma deuda adicional.
El año pasado (2014) el saldo de la Deuda Pública aumentó en 19.000 MD y en el corriente ejercicio –según el presupuesto vigente– está previsto que la deuda aumente otros 17.700 MD.
Ergo, a contrario sensu de lo que dicen a coro el gobierno Kirchner, la clase política en su conjunto y casi todos los economistas del establishment -cuyas opiniones son las que difunden los grandes medios de comunicación- no es cierto que la Argentina se esté des-endeudando.
Toda la deuda por capital que vence se paga con nueva deuda: en forma directa, si se realiza por el Ministerio de Economía (MECON) o en forma indirecta, si se hace con fondos prestados por organismos públicos, como el caso del Banco Central (BCRA) o la ANSES, esto es, con más deuda intra-Estado (que actualmente suma más del 60 % de la deuda total).
Según el último Informe de Deuda Pública del MECON –con datos al 31 de diciembre del 2014– los vencimientos calculados para el 2015 eran 43.100 MD mientras que el presupuesto para el corriente año (Ley 27.008) había consignado 53.600 MD.
A su vez, para el ejercicio 2016 el informe del MECON –a fines de 2014- registraba vencimientos de capital por 25.800 MD pero ahora el PL de Presupuesto consigna los 68.000 MD citados.
Estas importantes variaciones de cifras –números que no son coincidentes entre sí pese a que ambos provienen del MECON y a fechas de corte de la información no muy distantes– estarían reflejando, además, parte del relevante aumento de la deuda del Estado a corto plazo que se viene produciendo en forma continua a través del “nuevo festival de bonos” en curso (con gran concentración de vencimientos en el trienio 2016-2018), de los programas de re-endeudamiento y toma de nuevos préstamos con los Organismos Multilaterales de Crédito (Banco Mundial, BID-Banco Interamericano de Desarrollo y CAF (Corporación Andina de Fomento) y de la refinanciación con recargos de la deuda externa con el Club de París.
En todos los casos, estas obligaciones que se están contrayendo no tienen capacidad de repago demostrada.
Por el lado de los intereses a pagar, la cosa tampoco está muy clara: el PL consigna para el 2016 la cifra de 104.100 M$ (9.800 MD al tipo de cambio previsto de 10.60 $/US$), que es “sólo” un 8 % más que los intereses de este año, que suman 96.400 M$.
Este dato no parece consistente con el fuerte aumento que se está produciendo en el stock de la deuda y con las altas tasas de interés que se están comprometiendo (del orden del 30 % anual en pesos).
Lo que se paga por intereses en un año – 104.100 M$ – es mayor que el presupuesto previsto para Seguridad (74.400 M$), para Defensa (67.800) o para Educación/Ciencia y Tecnología (82.900/9.900 M$ respectivamente).
El PL autoriza para el año próximo – lo mismo que el año en curso – altísimos niveles de nuevas Operaciones de Crédito Público, no todas las cuales se instrumentan en el ejercicio pero que suponen una amplitud y discrecionalidad en la toma de grandes compromisos financieros de los que no se tiene capacidad de pago:
a) Operaciones de Crédito Público a corto y mediano plazo (90 días a 4 años) por 710.000 M$ (67.000 MD), según la Planilla Anexa al Artículo 34.
b) Operaciones de Crédito Público Adicionales – correspondientes al Artículo 38 – por 54.500 MD, para Obras Públicas e Infraestructura. Y
c) Operaciones de Crédito Público Plurianuales – que exceden el Ejercicio 2016 – por otros 40.000 MD (39.700), según el Artículo 40.
Además, el Artículo 36 del PL autoriza las sumas de 60.000 M$ para la Tesorería y de 35.000 M$ para la ANSES a los efectos de operaciones de crédito a corto plazo (un año) en el marco de la Ley 24.156 de Administración Financiera del Estado, que en su artículo 82 prevé la emisión de Letras del Tesoro y en su artículo 83 prevé la toma de préstamos temporarios por aquellos organismos descentralizados que tengan “déficit estacionales de caja” (!).
El Artículo 37 faculta además al MECON a colocar Letras del Tesoro por 19.000 M$ o su equivalente en otras monedas para ser utilizadas como garantía por las compras de combustibles y energía, compras de aeronaves y proyectos de obras públicas.
El PL no contempla cifra alguna de pagos a los tenedores de bonos que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 (Holdouts) – según el Artículo 41 – pero por el artículo siguiente autoriza al Poder Ejecutivo “a proseguir con la normalización de los servicios de la deuda pública” (?) en los términos del artículo 65 de la Ley 24.156 de Administración Financiera (que faculta al gobierno a negociar discrecionalmente y sin intervención directa del Congreso las reestructuraciones de deuda).
El Artículo 43 del PL autoriza la toma de más deuda pública para el Fondo Fiduciario del Programa de Crédito para la Vivienda PRO-CREAR por 15.000 M$, es decir, la asunción de deuda para la construcción de viviendas.
Por último – también en línea con lo aprobado para el presente ejercicio 2015 – el PL en su Artículo 44 autoriza el otorgamiento de avales o garantías de cualquier tipo por hasta 51.700 MD o su equivalente en otras monedas.
En síntesis, un proyecto de presupuesto prácticamente irrestricto o cuasi-ilimitado en materia de nueva deuda pública, que deja así preparado otra vez el terreno de ampliación de la nueva ola de macro-endeudamiento público que ya ha comenzado bajo la administración Kirchner.
Éste es el programa concreto que el gobierno K deja abierto al presidente electo que lo suceda y ello explica también la coincidencia de fondo de los tres candidatos en danza – con sus respectivos equipos económicos – en torno a que toda decisión importante de sus gestiones sea siempre la misma: más Deuda.
La clave para entender esta complicidad en el proceso de re-endeudamiento y toma de nueva deuda reside en comprender el verdadero rol cumplido por la deuda intra-Estado, que el actual gobierno llevó a cabo durante la denominada “década ganada” a través de su política de pago de deuda externa con reservas internacionales – hasta vaciar de reservas propias al BCRA – y del empapelamiento con títulos impagables a los organismos oficiales, disfrazándolo con el mito del Des-endeudamiento.
El gran engaño a la opinión pública y su destinatario concreto, que es el Pueblo Argentino, consiste en que todos parten de la base que como más del 60 % de la Deuda es deuda intra-Estado, esa deuda no se pagará nunca y, consecuentemente, la Argentina podría acceder al mercado internacional de capitales para volver a endeudarse.
Producido así – bajo la gestión del gobierno Kirchner – la descapitalización del Banco Central (BCRA), el desfinanciamiento del Sistema Previsional (ANSES), el uso del Banco Nación (BNA) para derivar créditos del Sector Productivo al Sector Público y el citado empapelamiento generalizado de los organismos del Estado con títulos públicos para sostener con todo ello la política de pagos de la Deuda Pública con terceros (Acreedores privados y Organismos Financieros Internacionales) se cuenta entonces con que el camino quede allanado para volver a tomar Deuda Externa en gran escala.
La deuda intra-Estado habría cumplido, de este modo, el rol de “préstamo-puente” interno para descargar la mayor parte de la deuda con terceros a costa de pasarle el fardo de la gran deuda impagable al propio Estado deudor – sin capacidad de repago – para que el país retorne al mercado externo de deuda conforme los objetivos planteados en el Megacanje Kirchner-Lavagna 2005-2010 y la Hoja de Ruta Boudou de 2008.
En este contexto la administración Kirchner – a través de su manejo de la deuda pública durante la “década ganada” – habría prestado, en las postrimerías de su gestión, uno de los más grandes servicios funcionales a los intereses de la banca internacional en el marco del sistema de endeudamiento perpetuo del Estado Argentino.-
Nota:
Las siglas MD/M$ indican Millones de Dólares/Pesos respectivamente y se expresan siempre con redondeo de cifras, por lo que puede haber mínimas diferencias entre totales y sumatoria de términos.
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