Esta semana la Escuela de la Magistratura de Salta dio la nota… fea nota. Gravísimas denuncias campean la discriminación, el resguardo de privilegios o el `blindaje´ en favor de altos funcionarios. Todo salió a la luz merced al Programa de Ingresos al Poder Judicial.
Por Nolberto Guerra para Revista Norte
Para algunos suena mas a caja recaudadora del Poder Judicial, reservado a un selecto circulo, que a una ayuda o guía destinada a formar a los nuevos hombres y mujeres de leyes. Es que para tomar parte del PROGRAMA DE INGRESOS AL PODER JUDICIAL DE SALTA debe abonarse la suma de $12.000, suma esta sumamente gravosa si se considera que los tiernos auxiliares de la Justicia están empeñados, precisamente, en conchabar alguna gestión que les permita subsistir a su solo esfuerzo, es decir, sin el auxilio de sus progenitores. La calle está dura, de ahí que muchos busquen ser parte del gigantesco conglomerado humano que anida en la también gigante Ciudad Judicial salteña.
Pero este 2018 desnudó mezquinos intereses que parecen confirmar que efectivamente existe una cerrada cofradía que pretende reservar todo para sí.
Revista Norte recogió preocupantes aflicciones de jóvenes abogados que, luego de haberse inscripto debidamente para cursar este Programa, fueron «dados de baja» con el argumento de que «la sala solo alberga 80 personas».
Un sentimiento de exclusión se apoderó de los borrados, quienes ademas sospechan que los espacios son reservados para familiares directos o amigos de altos magistrados o funcionarios y empleados de jerarquía en la Justicia, lo que significaría un claro y repugnante privilegio, pues de los concursantes que aprueban este curso, cinco de ellos se aseguran el ingreso efectivo a la plantilla de personal judicial como Abogados Auxiliares.
Ademas se estaría «blindando» el espacio en favor de una reconocida funcionaria judicial, pues entre los descartados se encuentran jóvenes profesionales especializados en el tratamiento de los llamados «delitos modernos» y cuyas tesis expuestas en prestigiosas universidades del país vendrían a prestigiar la justicia salteña. Llama la atención que se haya despreciado este novedoso e importante aporte.
A la Escuela de la Magistratura, cuya titularidad ejerce la Doctora Sandra Bonari, nos apersonamos en busca de información. Diligentes auxiliares informaron que la Sala cuenta con 100 butacas, pero solo admiten 80 postulantes, con lo que cae el argumento de la falta de espacio físico; amen de que los abogados del interior salteño pueden cursarlo mediante videoconferencias.
Al solicitar el listado de postulantes aceptados, información que debe ser pública, una secretaria de la Dra. Bonari, mediante sus auxiliares, nos mandó a verificar en la página web oficial de esta Escuela. Así, fue negada la información. No obstante, el recorrido por el portal fue realizado y allí verificamos que no existen listas ni de postulantes ni de aceptados. Nada apareció. Sólo se verifica la convocatoria a este Programa, ademas de noticias viejas. Un Portal muy desactualizado. Interesante sería convertirlo en una ventana ágil, moderna y provechosa para todos quienes tienen ligazón con esta Escuela.
Sería atinado que la Titular de la Escuela de la Magistratura se esforzara en transparentar estas situaciones para asegurar iguales oportunidades a quienes aspiren ingresar a la justicia salteña, despejando sospechas de privilegios y/o discriminación.-
REVISTA NORTE