La histórica fábrica debía pasar a manos privadas a finales de abril pero el propio gobernador, Gerardo Morales, terminó confirmando una nueva postergación, ahora para mayo. En el medio, un clima de incertidumbre que se agudiza y la desconfianza de los trabajadores en la capacidad del Ejecutivo de seguir al frente de las negociaciones.
Tras la bochornosa caída de la “venta de contado” con el grupo colombiano Omega Alessa en 2018, el gobierno volvió a tener un traspié e incumplió el anuncio de transferir el ingenio azucarero al grupo tucumano Boudeguer.
Según daba cuenta la información oficial, la histórica fábrica sería transferida a finales del mes pero, como había anticipado el sindicato, el proceso no evidenciaba un grado de avance que ameritara tal anuncio. Ayer, en un acto político en San Pedro, el mandatario jujeño Gerardo Morales pateó la venta para mayo aunque no brindó mayores precisiones al respecto.
Una vez más el gobierno se anticipó con demasiada premura a un supuesto desenlace y el anuncio quedó en el camino. La novedad no hizo más que instalar nuevamente la incertidumbre en los trabajadores.
Lo cierto es que, el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar, Sergio Juárez, con cierta anterioridad, había remarcado que la cuestión de administrativa estaba recién en una etapa bastante temprana y todavía no estaban claros numerosos puntos.
Consultado al respecto, Juárez confirmó hoy que se estará avanzando en las próximas horas con presentaciones legales para que el gobierno aclare la situación en que se encuentra la venta y cuales son condiciones. “Es otra mentira más, no se va a entregar en mayo”, sostuvo haciendo alusión a las demoras propias del proceso y a la imposibilidad de que la venta se pueda concretar sin saltearse pasos imprecindibles.