La crisis argentina y la pérdida del salario real

23/05/2019 | Revista Norte

El deterioro del salario real es uno de los principales indicadores de cuál es el sector que se ha visto más afectado por las políticas de Cambiemos.

Por Luciano Foggia / CELAG

Han transcurrido tres años y medio desde que el Gobierno de Cambiemos asumió la conducción del país. El 2019 es un año signado por las elecciones, y el debate electoral de cara a octubre gana lugar en la agenda pública. El Gobierno intentará centrar sus ejes de campaña en torno a la seguridad y la lucha contra la corrupción y evitará el abordaje de los temas económicos, sobre los que no puede mostrar indicadores positivos.

Recientemente se publicó en CELAG un informe acerca de la evolución de las principales variables macroeconómicas desde el 2015 a diciembre del 2018[1]. En el mismo se muestra cómo la economía, en los últimos tres años, sufrió un retroceso en sus principales indicadores, como PIB, inflación, cuenta corriente, deuda externa y desempleo, entre otros.

Todo modelo económico tiene perdedores y ganadores. En este informe nos enfocaremos en uno de los grupos perdedores del modelo económico de Cambiemos: las y los trabajadores asalariados. Analizaremos cómo fue la evolución del salario en comparación con la evolución del índice de precios del consumidor (IPC) en el periodo que va desde el año 2016 al año 2018 para poder ver cómo afectaron las políticas económicas de Mauricio Macri al bolsillo de las y los trabajadores. El análisis de estos datos se hará utilizando los informes que nos brinda INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina), y sobre dos mediciones más: la del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala y la del IPC Congreso, elaborada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación.

Salarios vs. inflación

Habitualmente se definen tres categorías de inflación de acuerdo al ritmo de avance de los precios: moderada, galopante e hiperinflación. Estos tres años de Gobierno de Cambiemos han sido de una inflación galopante, con un pico en el año 2018 que cerró con una inflación del 47,6% interanual[2]. La suba generalizada de precios fue principalmente impulsada por dos variables: el tipo de cambio y el aumento de tarifas. En el año 2018, los meses donde se observa un salto en la evolución del IPC se corresponden con las crisis cambiarias que se produjeron con las corridas y la consecuente suba del dólar. Dichas crisis dejan al descubierto la fragilidad del modelo económico actual en lo que respecta al sector externo. Por otra parte, las tarifas de los servicios públicos hicieron lo suyo en la suba de precios. La electricidad subió un 1.490% y el gas un 1.297%[3]. Dada esta situación, el año 2018 cerró con la inflación más alta en los últimos treinta años.

El año 2018 fue el peor en términos inflacionarios del Gobierno de Cambiemos, pero no fue el único con inflación alta. Según datos del INDEC, la inflación del primer año del mandato de Macri fue de 33,7% y del año 2017 de 24,8%[4]. Principalmente impulsada por la devaluación tras la llamada “salida del cepo”, la inflación del 2016 fue la segunda más alta de la gestión actual.

En síntesis, la inflación acumulada en estos más de tres años de Gobierno suma el 106%. Ahora es el turno de ver cuál ha sido la evolución de los salarios.

Para realizar esta comparación tomaremos los datos que nos brinda el INDEC sobre la evolución promedio de los salarios registrados del sector público y del privado.

La suba promedio de los salarios en el año 2016 fue de 32,9%, el 2017 registra una suba del 27,5% y el 2018 una suba de 28,7%. Es decir que, según el INDEC, en 2016 los salarios perdieron por poco menos de un punto porcentual contra la inflación; 2017 registra una recuperación del salario de casi 3 puntos porcentuales, donde los salarios están por encima de la inflación; y el año 2018 registra una pérdida de casi veinte puntos porcentuales del salario contra la inflación. El 2018 fue el peor año del trienio macrista para las y los trabajadores en términos de pérdida de poder adquisitivo.

Retomando los datos que surgen de los informes de la evolución del salario, en los 3 años de Gobierno de Cambiemos se constata una suba del salario promedio de los trabajadores registrados públicos y privados del 89%. Si comparamos este 89% con el 106% de la evolución del IPC tenemos que los salarios de las y los trabajadores registrados públicos y privados han perdido contra la inflación un 17% en términos reales. En definitiva, las y los trabajadores han sido uno de los grandes perdedores de este modelo económico.

 

Pérdida del poder adquisitivo de los salarios, un resultado consistente

Podemos contrastar los resultados obtenidos con los indicadores del INDEC utilizando 2 mediciones adicionales de la inflación: la del ITE (Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala) y la medición de la evolución de IPC que realiza la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación.

Según el ITE, la inflación de 2016 fue de 39,7%, 2017 tuvo un aumento de precios en un 25% y en 2018 el crecimiento de precios anual fue de un 45,5%[5]. Es decir que, según esta medición, la inflación acumulada es de un 110,2% en estos tres años del Gobierno de Cambiemos. Si tomamos la medición del ITE, los salarios han perdido un 21,2% en términos reales.

La medición de la evolución del IPC realizada por la Cámara de diputados arroja números similares. El IPC Congreso indica que en 2016 la inflación fue del 40,3%, en 2017 de 24,6% y 2018 arroja una inflación de 47,6% [6], lo cual hace una inflación acumulada de 112,5%. Según el IPC Congreso, los salarios reales perdieron en 23,5% en estos últimos tres años.

Las tres mediciones arrojan cifras similares, y todas coinciden en lo mismo: estos años de Gobierno han sido un duro golpe para el salario real de los trabajadores.

 

Este retroceso en los indicadores de salario real apenas representa el piso del verdadero deterioro que afecta a los ingresos de los trabajadores. En efecto, estamos utilizando el indicador de salarios registrados, que subestima el valor del salario real de los argentinos por dos motivos. Primero, porque no incorpora el efecto de los trabajadores informales, y segundo porque resulta “inflado” por el crecimiento de los desempleados. El desempleo afecta con más intensidad a los trabajadores de menores ingresos, los menos protegidos por el sistema sindical: los “outsiders”, en la jerga de los estudios económicos que analizan el mercado de trabajo. Como los trabajadores de menores ingresos, jóvenes y mujeres en su gran mayoría, son los primeros en salir de la canasta que compone el indicador de salarios registrados, este indicador aumenta artificialmente por la sencilla razón de que ya no incorpora estos trabajadores, no porque se haya producido un aumento del salario nominal.

Usemos un ejemplo para aclarar la idea. Si el indicador estuviera compuesto por el salario nominal de los trabajadores de un banco, incluyendo al del gerente, y la empresa despide a todos los trabajadores menos al gerente, pues el indicador del salario registrado aumentaría porque el único salario registrado sería el del gerente. Así, el indicador de ingresos utilizados sobreestima el verdadero ingreso nominal de los trabajadores argentinos.

Por otro lado, al emplear el IPC estamos utilizando una canasta que no es la más representativa del consumo de las familias trabajadoras. En la canasta de consumo de éstas familias tienen un mayor peso los elementos básicos del consumo diario, como alimentos no perecederos, frutas y verduras, carne, elementos de higiene personal y artículos de limpieza imprescindibles en cualquier hogar. El CEPA (Centro de Economía Política Argentina)[7] elabora un indicador de precios de bienes básicos y registra para el período de los tres primeros años del Gobierno de Macri un incremento aproximado de 150%. Con esta inflación, el deterioro del salario de los trabajadores registrados pasa a ser la descomunal cifra del 40% en este período.

Conclusiones

El Gobierno de Macri ha golpeado duramente el poder adquisitivo de las y los trabajadores. Mención aparte merecen los trabajadores de la economía informal, no registrados y en negro, quienes seguramente han visto decaer aún más su poder adquisitivo. En efecto, la inflación suele afectar más intensamente a los bienes de consumo que constituyen la canasta de los estratos de menores ingresos. Como señala Sergio Rosanovich en un artículo realizado para la revista Propuestas para el Desarrollo, los procesos inflacionarios siempre afectan de manera desigual a los distintos sectores sociales[8]. En el caso argentino, en estos últimos tres años, el proceso de aceleración se debió a, fundamentalmente, las variaciones en el tipo de cambio y el aumento tarifario, lo cual se traduce en una suba generalizada de los precios de los alimentos, ya que son bienes exportables y están ligados a las variaciones que haya en el tipo de cambio. Por lo tanto, el principal perjudicado será el sector que perciba un salario fijo.

Si bien el año 2018 fue el peor para el bolsillo de los asalariados y asalariadas, todavía resta todo el 2019, año además en el que se celebrarán las elecciones presidenciales. El INDEC ya publicó los datos de los primeros tres meses del año que arrojan una variación del IPC en un 11,4%. La variación interanual de la inflación ya llega a un 54,7%, y todavía no se han abierto las paritarias[9]. Durante 2016-2018 el poder adquisitivo de las y los trabajadores ya perdió alrededor de un 20% frente a la suba generalizada de precios, y todo indica que este año se profundizará la tendencia. Habrá que esperar hasta fin de año para poder evaluar de cuánto fue la pérdida del salario de las y los trabajadores al final del Gobierno de Cambiemos. Lo que es seguro, es que éstos fueron uno de los grandes perdedores de este modelo económico.-

Revista Norte publica este artículo con el permiso de CELAG

 

[1] A tres años de Macri: Balances y perspectivas de la economía argentina. https://www.celag.org/wp-content/uploads/2018/12/A_TRES_AN%CC%83OS_DE_MACRI_BALANCES_Y.pdf

[2] Indec. Informes técnicos. Índice de precios al consumidor diciembre 2018.

[3] Indec. Informes técnicos. Índice de precios al consumidor diciembre 2017.

[4] Indec. Informes técnicos. Índice de precios al consumidor diciembre 2016 y 2017.

[5] ITE. Medición de inflación 2016, 2017 y 2018.

[6] IPC Congreso. Medición de inflación 2016, 2017 y 2018.

[7] https://gallery.mailchimp.com/e9c6f62a4dc825f6a9dab4e88/files/3cad2c07-32d9-419a-80d2-00c9064a0106/2019.04.08_Informe_de_precios_Marzo_2019_CEPA.pdf

[8] Rosanovich, Sergio. Efectos distributivos de la aceleración inflacionaria en Argentina. Revista Propuestas para el Desarrollo.

[9] Indec. Informes técnicos. Índice de precios al consumidor enero, febrero y marzo 2019.

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