La política y la droga – La droga y la política. Utilitarismo nefasto

04/12/2012 | Revista Norte

Madres desesperadas pidiendo ayuda para sacar a sus hijos de las adicciones. Una Justicia ineficáz, una policía y el poder político sospechado de cómplices es el contexto de una ciudad que decae socialmente a la velocidad en que crece la impunidad, la inseguridad, la droga y la desigualdad.

 

La semana pasada la exconcejal peronista Ana Flores denunciaba en la sesión del Concejo Deliberante a familiares del Concejal Neri Bordón como vendedores de droga, «desesperada por salvar a su sobrino adicto», dijo, «a quien encontró drogándose en la casa del padre de Bordón» donde actualmente vive un hermano del concejal.

Hoy la noticia es que Ana Flores sufrió un atentado en su casa que la policía minimizó llamativamente. Por la prensa se conoció que cerca de las 3 de la mañana, el domicilio de Flores en el Barrio Jardín (Calle Egües al 1000) fue violentado por la explosión de una bomba molotov casera. «El que me tiró la bomba estaba con un bermudas azul y la remera quedó tirada en mi casa y seguramente está quemado» relató en una radio local.

Flores también acusó a la hermana de Bordón por haber amenazado con arma blanca a su sobrino adicto días atrás, dijo estar dispuesta a todo por salvar a su sobrino, conmovida relató que desde que dio a conocer el tema en el Concejo Deliberante no tiene paz, e hizo responsables a jueces, policía y a las autoridades sobre la seguridad de ella y su familia.

El intendente Lara Gros utilizó el tema la semana pasada en un acto en cuyo discursó disparó: «Esos que andan en el negocio sucio de la droga, son los que nos dicen de todo y luchan contra nosotros» en claras alusiones al concejal Neri Bordón que junto a Sanguino se convirtieron en los más acérrimos opositores y objeto de guerra, ahora abiertamente declarada, del intendente.

Con ello, Lara devolvió el golpe a los ediles que meses atrás le endilgaron a él y a algunos de sus funcionarios problemas graves de adicciones cuando buscaron, a través de una ordenanza, instalar un estudio de rinoscopía como requisito obligatorio. Los concejales oficialistas se negaron y el proyecto no prosperó.

Bordón, consultado por nuestra revista por las acusaciones de Ana Flores, dijo que veía en esta presentación ante el Concejo «una intencionalidad política» y arrojó sospechas sobre «una posible utilización del tema para contrarrestar los proyectos de ordenanza vinculados a la lucha contra las drogas y del negocio de la noche que presentamos nosotros, como los de creación de Playones Deportivos, Pedidos de control policial en los boliches, control de venta de alcohol a menores, el de la creación de un corredor  de seguro para niños que van a la escuela, los pedidos por seguridad y fundamentalmente el estudio de rinoscopía para funcionarios, lo que evidentemente no les gustó. Si hay alguien que encaró la lucha contra las drogas, fui yo, desde mi pequeño lugar. Que justamente por ahí me quieran atacar es raro, pero a la vez lo más lógico.» dijo el Concejal.

Consultado sobre la denuncia concreta contra sus familiares directos sindicados como dealers dijo que su hermana no se dedica a eso, que una vez fue investigada por una denuncia a vecinos del barrio y que quedó desvinculada. «Ella es ama de casa y su esposo es empleado de una empresa» aclaró sobre ambos, y volvió a direccionar la acusación a una arremetida de quienes quieren parar su accionar como concejal. «No es casualidad que la denuncia apareció justo en la sesión en que debíamos tratar un proyecto de nuestro bloque sobre los controles en los boliches, algo en lo que venimos insistiendo durante todo el año y que ahora tensa la situación porque se vienen las fiestas, la etapa de mayor recaudación de los empresarios de la noche» nos dijo Bordón.

«Es triste decir esto pero no veo otra explicación. Ana Flores se está dejando utilizar por los que quieren destruirme políticamente porque obviamente les molesto. Sus denuncias caen bajo sospechas cuando sabemos -porque acá nos conocemos todos- que ella tiene a dos cuñados en las fuerzas de seguridad, uno es policía y el otro gendarme. Podría haber empezado por ahí», sostuvo el concejal sumando dudas a la actuación de la vecina.

 

¿Todo estuvo armado?

A los pocos minutos de la denuncia de Ana Flores en el Concejo y en los medios, «aparecieron empleados municipales diciendo que pedían reservas de sus nombres pero que vieron a esta dirigente ingresar al despacho del jefe comunal, lo que dio la primera alarma de tratarse de un hecho raro» (1).

Si el papá del menor -el sobrino de Ana Flores que sufre de adicciones- «es un policía de dilatada carrera, con muchos años en la brigada de investigaciones, y ahora se desempeñaría como hombre de confianza del jefe de la Unidad Regional Numero Dos de nuestra ciudad haciendo las veces de chofer y asistente del mismo» (2), cabe preguntarse «¿qué queda para el resto de los mortales, si el que está al lado de la máxima autoridad de la policía en el norte provincial no puede saber que a escasos metros de su negocio y vivienda hay una boca de expendio de drogas?». Queda la duda.

Metido Lara Gros en el escándalo, ya nada -con certeza- se sabrá.

Ana Flores hoy declaró por los medios que está dispuesta a todo: «El silencio de los legisladores que no actúan me da el aval para que yo haga lo que quiera con ellos, como ellos hacen lo que quieren conmigo». 

Queda la terrible sensación de que en esta ciudad y con estos dirigentes, todo vale a la hora de permanecer.-

 

 

(1) Publicado por Orán Noticias

(2) Ibíd

 

 

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