Los mecanismos de la democracia contra el apogeo neonazi que gobierna Orán

El viernes pasado el Concejo Deliberante se convocó en una Sesión Especial para tratar el pedido de sanción al concejal opositor Neri Bordón, por protagonizar una discusión subida de tono con la Concejal Mónica Villalba de Larrán, pero de la que solo se buscó perjudicar a Bordón. El intendente aprovechó esta afrenta entre los ediles para librarse del concejal que más controla y cuestiona la corrupción de Lara Gros, y para ello consiguió el apoyo del PJ.

Bordón, quien venía investigando los hechos en la Playa Municipal de Camiones, había solicitado en la sesión pasada un pedido de informe para determinar la responsabilidad del intendente en los ilícitos descubiertos en ese predio municipal concesionado a Tomás Cano (ex candidato a concejal de Hucena y aliado de Lara), en donde se encontró 110 kg de cocaína, se violó a una menor, y estalló con el enfrentamiento de gendarmes y un grupo de traficantes liderado por los tucumanos dueños de tours de compras cuando la AFIP realizó un operativo junto a gendarmería. En él se produjo la toma de rehenes, tres gendarmes, y se canjeó luego su liberación por la mercadería ilegal secuestrada en el operativo, un verdadero acto mafioso apoyado por Cano.

Pero Bordón buscaba conocer también la responsbilidad de Lara por los dudosos ingresos que reporta el concesionario Tomás Cano al municipio, que tiene un contrato mensual con el intendente por solo $1.500 para explotar esa manzana, cuando estaría recaudando cerca de 250.000 pesos por mes cobrados a camiones, colectivos, autos y camionetas que transportan los bagayos desde Bolivia hacia el resto del país, haciendo base para el acopio en la Playa Municipal de Camiones.

Los concejales oficialistas reaccionaron contra esta investigación de Bordón pidiendo su sanción, y así lo hicieron el viernes pasado con los votos de Mónica Villalba de Larrán (PRS) Javier Tártalo (PRS) Carlos Bruno (PRS) Pablo Mealla (Oran para Todos-PRS) Cesar Sisterna (Frente Grande-PRS) Jaime Quispe (Memoria y Movilización-PRS) José Rodriguez (Partido de la Victoria-PRS) Gustavo Ruiz (Partido Justicialista-PRS) y Carlos Villalpando (Partido Justicialista-PRS), todos ellos aliados a Lara Gros; mientras solo Amelia Acosta (Partido Justicialista) Juan Carlos Sanguino (Salta Somos Todos) y Neri Bordon (Partido Conservador Popular) votaron en contra.

Habiendo conseguido Lara los dos tercios de los votos, en una convocatoria viciada, violenta e ilegal, el intendente se libró por unos días de uno de los concejales que más lo ponía en evidencia en su cuestionada y corrupta gestión, tanto al mismo intendente como a sus funcionarios y concejales aliados. En la sesión siguiente, ya sin Bordón, los concejales le aprobaron el presupuesto 2013 al intendente, con tantos cuestionamientos que espanta.

  

Bordón se presentará en la Justicia para que garantice su derecho a ejercer la representación en su banca, y se espera que en la semana próxima se expida, dada la gravedad institucional de la medida que tomó la mayoría oficialista en el Concejo Deliberante contra el concejal opositor.-

 El perfil psicológico del Larismo

 A raíz de la decisión tomada por los concejales oficialistas de suspender al concejal Nery Bordón por sus dichos durante una sesión ordinaria que podría haberse solucionado con un pedido de disculpas, me propuse analizar el perfil psicológico que mueve a este colectivo político que actualmente gobierna nuestra ciudad.

Personalmente, y aunque conozco a varios de los componentes de este bloque y algunos les cabe alguna excepción, debo indicar que todos actúan como una «manada», como una corporación, o sea que se movilizan como una «masa» en un formato casi patoteril, por ello, ante la expresión de uno de sus pares, subida de tono, la reacción  primera es la de «castigar», la de «sancionar» y «suspender», para dar el ejemplo a los otros, dominando a través del miedo, del terror diríamos en otros tiempos. Me imagino el escándalo mediático que hubiera sucedido si la cámara de diputados hubiera sancionado a la diputada Camaño por golpear al diputado Kunkel.

La libertad de expresión y la tolerancia son los pilares fundamentales del sistema democrático y justamente son los recintos legislativos los principales reservorios de esas virtudes, pero el actual bloque oficialista (a las órdenes del intendente Marcelo Lara Gros) no ha respetado estos pilares y dio un paso vergonzoso sancionando a un concejal por expresarse y por eso los analizaremos.

Hasta hace unos años era comun escuchar a los justicialistas acusar a los renovadores de ser «la cría de la dictadura», pero, en esta decisión no solo estuvieron juntos los justicialistas y los renovadores sino que también los acompaño gente del partido Memoria y Movilización y como broche de oro el presidente de la Comisión de Derechos Humanos y único representante del partido Frente Grande.

Este grupo de personas han coincidido en varias posiciones políticas y en situaciones, a través de las cuales se puede definir un perfil autoritario y antidemocrático. A modo de ejemplo podemos mencionar que han coincidido por ejemplo en estar en contra del matrimonio igualitario (homofóbicos), reniegan del salario universal y tratan de vagos a quienes lo reciben, están a favor de la Sociedad Rural y en contra de la 125, son prosojeros (aunque no lo digan abiertamente para no ponerse del lado de Olmedo) defiende a capa y espada los intereses foráneos del ingenio El Tabacal y en contra de los trabajadores (a quienes después les piden el voto), defienden los desmontes a favor de las empresas madereras y no les importa el daño ambiental, son lectores obedientes del diario Clarín y TN, aún sostienen «la teoría de los dos demonios» y protestan del sistema democrático, consideran a los chicos drogadictos como delincuentes y que deben ir a la cárcel, están a favor de las torturas en las cárceles y exigen que las ciudades se militaricen y que los policías y gendarmes tengan carta blanca a la hora de actuar golpeando o torturando a la gente.

Estas posiciones, defendidas por el mismo intendente Marcelo Lara Gros, y por algunos causi comunicadores que siguen sus preceptos, los definen como un sector reaccionario, antipopular y demagogo, que lo único que les interesa es seguir manteniendo sus lugares a cualquier costo, aunque eso signifique tener que ir por detrás de quien postula posiciones totalmente opuestas, porque el pregón principal es que «el fin justifica los medios», y si tras este objetivo tienen que sancionar, ajusticiar o atemorizar a todo el que se cruce por su camino lo harán, sin temor a nada.-

(Es, por ende, ahora justo esperar que luego que se lea esta editorial reaccionen en consecuencia con este periodista o nuestra emisora.)

Por René Fabián Cardozo
Foto: Arriba: Lara Gros. Abajo-Izq: Bruno, Tartalo,  Ruiz,. Al centro-abajo Larrán.   Abajo-der: Sisterna, Quispe, Mealla.