Nitrato de responder

25/07/2013 | Revista Norte
Juan Rigou, Pariente Urtubey y titular de Austin Power, la mulitinacional subsidiada con $1.700 millones por la provincia

Juan Rigou, Pariente Urtubey y titular de Austin Power, la mulitinacional subsidiada con $1.700 millones por la provincia

El pariente de Urtubey es titular de la multinacional fabricante de explosivos con nitrato de amonio, que acaba de recibir un gran subsidio del gobernador.

Nitrato de responder

La entrevista realizada por el Tribuno al gerente de Nitratos Austin confirma lo que hace bastante se sospechaba, una empresa con mucha plata que inescrupulosamente es capaz de hacer un gran negociado con la provincia. Muchas evasivas y supuesto desconocimiento en lugar de restar, suman dudas.

Para lograr un entendimiento cabal de las respuestas ofrecidas por Juan Rigou haría falta una especie de traductor aún no inventado ni siquiera por la tecnología de google, el traductor garca – español. La entrevista entera es una claro reflejo de lo que intenta hacer esta empresa en la provincia: sacar a relucir los 170 millones de dólares que supuestamente abrirán las vías del progreso en el norte durante los próximos 50 años, esto en desmedro de las leyes ambientales y siempre apelando a la letra chica para refugiarse en los recovecos del lenguaje.

Ante la pregunta directa del entrevistador respecto al parentesco de Rigou con la familia del actual gobernador salteño, responde: “El parentesco político no existe. Se me acusa de ser pariente del Gobernador y me suena ridículo. Una de las mujeres de los hermanos del Gobernador (José Urtubey) es hija de mi hermana y nada más que eso. Pensar que por esa relación, que no tiene absolutamente nada que ver, nosotros vamos a invertir 170 millones de dólares en la provincia me parece un pensamiento demasiado inocente. Somos una empresa seria. Tenemos 180 años de experiencia en todo el mundo y pensar que por un parentesco se hará una inversión es desconocer cómo se manejan las compañías en el mundo”.

Ante esta primera evasiva la entrevista entonces deriva hacia el la polémica por el precio del gas que deberá pagar la empresa, la respuesta es, medianamente otra evasiva: “El precio del millón de BTU ronda los 3,50 dólares y si se le aplica el transporte el precio andaría por los 4 dólares. Pero yo no puedo saber cuál será el precio al momento de empezar, porque todavía no empezamos las obras que nos demandarán al menos dos años. Por eso no puedo adelantar con exactitud cuál va a ser el precio”. Si bien aduce desconocer el precio del gas a futuro, sí sabe el tiempo requerido de este contrato con la provincia: “Al ser la materia prima una parte esencial del proceso, con una inversión semejante, necesitamos un contrato de gas por 10 años”. Luego aclara (pero en realidad oscurece) la situación, porque cuando escucha la palabra subsidio, al instante retruca: “Que quede bien claro que eso corre por cuenta de ustedes. Esto no es de ninguna manera un subsidio. Esto es un contrato, como pueden leer, de las regalías”. Ante la pregunta por otra planta de la empresa en Rafaela y el precio del gas: “No sé cuánto pagamos hoy el gas en Rafaela, porque no usamos mucho gas. No tengo esa información en este momento”.

La parte más sorprendente de la entrevista viene más adelante, luego de más y más evasivas se llega a la parte en la que el entrevistador le pregunta por la seguridad y la posible explosión de la planta, ante la información que dice que partes de la misma planta tienen 50 años de antigüedad y son en realidad restos reciclados y rechazados en otros países: “Es una media verdad tergiversada maliciosamente. El proyecto es de un complejo con cuatro plantas. Cada planta está compuesta por distintos equipos. Nosotros tenemos 623 equipos, de los cuales 400 son nuevos y hechos a medida para este tipo de cosas. Los otros 223 equipos fueron traídos de afuera mediante un proceso de importación de maquinaria industrial. Parte de ellos se iban a utilizar en Bolivia. Estos equipos, para poder ingresar a la Argentina tienen que pasar bajo un exhaustivo y estricto control. Son tan estrictos que tardamos dos años en terminar los papeles.”

Y las dos últimas preguntas elevan el nivel de garquitud a inconmensurable: “¿Fabricarán explosivos?

No se van a fabricar explosivos en el lugar. El nitrato de amonio es la materia prima básica de los explosivos que se usan, por ejemplo para minería, pero no es lo único que se necesita para hacer un explosivo. Lo vamos a usar para fabricar explosivos para nuestros clientes y una porción será para fertilizantes.

¿El impacto ambiental de la planta será alto, bajo o moderado?

Toda planta genera impacto. Nosotros, lo que tenemos es un estudio de impacto ambiental para que en el lugar donde haya mayor impacto se pueda mitigar a través de la tecnología. Es un impacto que se encuentra muy por debajo de las reglamentaciones vigentes.”-

Cuarto Poder

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