LA MEDIDA DEL JUEZ REYNOSO DE LIBERAR A PRESOS POR AGOTAMIENTO DE LAS CÁRCELES, DESATÓ OTRA VEZ EL DEBATE.
La ciudad de Orán está llena de policías. A pie, en bicicletas, en motos, patrullas chicas, patrullas grandes, camionetas, carros… policías armados hasta los dientes todo el día paseando por la ciudad. Sin embargo los delitos se cometen igual.
La liberación de 36 presos por parte del Juez Federal Raúl Reynoso destapó nuevamente la olla, y la grave problemática del narcotráfico se posicionó en primera plana.
Reynoso liberó a 36 presos porque las cárceles no dan abasto y los presos «se encontraban hacinados en dependencias policiales», situación que marca a las claras el fracaso de las medidas espasmódicas gubernamentales.
En la Playa Municipal de Camiones, donde se encontraron grandes cantidades de droga, donde ocurrió la violación de una jóven, y donde se produjeron los enfrentamientos de bagayeros comandados por los tucumanos traficantes contra gendarmería nacional, nada cambió. Todos los días el lugar funciona como si nada hubiera pasado, ni siquiera se atinó a su clausura, al contrario, comenzaron a aparecer otros terrenos, algunos en pleno centro de la ciudad, que se utilizan para idénticos fines, acopiar vagayos para enviarlos a todo el país. Todo ello por las rutas nacionales y provinciales, es decir, a la vista de todos.
Todo aparece como un verdadero blef de campaña.-
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