Orán. Más precarización y sin pago a trabajadores de la salud

EN PLENA CRISIS PANDÉMICA 

Lejos de categorizarlos en planta, Sáenz los mantiene precarizados como los dejó Urtubey. Y ahora contrató a nuevos esenciales por el Covid, también precarizados, sin obras sociales ni ART.

Los trabajadores de la salud del hospital de Orán están sin cobrar aún al día de hoy. Siguen siendo monostributistas, con contratos precarios pero cumpliendo hasta recargas en horas de trabajo en la primera línea de lucha contra el coronavirus, que se llevó ya las vidas de cuatro trabajadores oranenses y a miembros de sus familias.

El gobernador Gustavo Sáenz, lejos de categorizarlos en planta permanente -el reclamo que vienen haciendo visible ante cada gerente de hospital que asume y cada autoridad de la provincia que los visita- mantiene los contratos precarios y hasta usó esa modalidad para las nuevas incorporaciones de enfermeros, médicos, camilleros, mucamas, morgueros, etc. que sumó ante el colapso sanitario del sistema de salud.

Los trabajadores contaron a Revista Norte que «les prometieron que les pagarían sus sueldos los primeros días de cada mes», luego de pagar los días 1° al personal de planta, pero a hoy -día 16 del mes- no tienen sus sueldos acreditados cuando sí presentaron sus facturas de monotributo, como les obligan.

Fueron el mismísimo Gobernador y el Ministro los que prometieron, en una de sus visitas a Orán, pagarles los primeros días de cada mes.

Cuando fue nombrado el nuevo gerente, Guido Flores, las trabajadoras del PEC que quedaron sin pasar a planta permanente -promesa que incumplió el ex gobernador Juan Manuel Urtubey- se reunieron con Flores el 17 de septiembre pasado quien les informó que no había designaciones, y les pidió documentación para interiorizarse. Pasó un mes y la única respuesta parece ser peor: el atraso de los sueldos.

Los relatos para las cámaras y los micrófonos -de una parte de la prensa, que no los ‘incomoda’- no se condice con la realidad y con sus prácticas políticas que hacen caer lo peor de sí contra los trabajadores.

Y justamente, en un momento en que son estos trabajadores los que exponen sus vidas y las de sus familias para salvar a los enfermos de toda una comunidad azotada por el virus, cuando más deberían velar por ellos y por procurarles sostén en el desempeño de su trabajo; es cuando más visibilizan las miserias.

Los trabajadores de la salud necesitan recursos, los necesitan para ayudar a sanar y para su protección. No pueden ser presos de ‘contratos basuras’ cuando ponen en riesgo sus vidas. No era justo antes, es por demás de injusto hoy.-