UN COMBO IMPLOSIVO
Envía una ordenanza para modificar la estructura del gabinete. Aceptó las renuncias de cuatro secretarios y posicionó a un nuevo Secretario de Gobierno.
El intendente de Orán, Pablo Gonzalez, enfrenta duras críticas de la comunidad ante la grave situación del municipio con el colapso sanitario por el Covid-19 que no supo contener.
Las advertencias que tuvo y no escuchó, la falta de gestión, las promesas incumplidas, la falta de transparencia y el poco apego a la ley; todo el desmanejo del municipio hizo mella en su gobierno. Mientras, las muertes por Covid y el abandono en salud al resto de la población que sigue sin poder ser atendida.
Gonzalez pidió las renuncias de los secretarios de Gobierno, Hacienda, Comunicaciones e Infraestructura; y comunicó el envío al Concejo Deliberante de un proyecto de ordenanza para reorganizar el organigrama de su planta política. Hasta que se apruebe su proyecto, solo nombró como Secretario de Gobierno a Cristian Aimo en reemplazo de Esteban Acosta. Aimo ya venía cumpliendo funciones en el municipio bajo el cargo de Coordinador del COE Orán, el Comité Operativo de Emergencia creado para enfrentar la pandemia y justamente el área más cuestionada en la crisis sanitaria actual.
El intendente también anunció que enviará un proyecto de resolución «de contención de gastos», por la situación económica que definió como «crítica».
«En el marco de la reducción de gastos, no habrá nuevas designaciones. Se congelarán los sueldos de la planta política hasta fin de año. Tampoco se podrán crear nuevas secretarías, gerencias y coordinaciones que signifiquen una mayor erogación; lo mismo que gastos en inmuebles y otros», dijo mediante un comunicado de prensa.
Sobre el nuevo organigrama solo adelantó que crea una «Jefatura de Gabinete» y que suprime las secretarías de «Comunicaciones» y «Legal y Técnica». La primera pasará a ser solo Gerencia y la segunda será una oficina letrada dependiente de Intendencia». A su vez, anunció por radio que dejarán de ser Secretarías las de Salud y de Seguridad; justo las áreas que se suponen esenciales para enfrentar la pandemia. Claramente, una muestra más de ‘confusión’.
A todo esto, Gonzalez sigue sin responder por la cuestión más apremiante: qué ocurre con el dinero de las arcas públicas, cuáles fueron los flujos de fondos y para qué los utilizó.
Todo este movimiento, de nombres y cargos, aparece como un distractivo para no enfrentar la cuestión fundamental que explicaría la situación de colapso en toda la salud pública de la ciudad, la gran cantidad de contagios y muertes por coronavirus, y la afectación de todos los otros servicios de atención de distintas patologías que sufre la población. Sumado a ello, la grave situación económica de muchas familias no da treguas a una población donde las actividades de subsistencia son predominantes por la precariedad de la composición socio-laboral y la fragilidad actual del sistema productivo.
Este combo destructivo del tejido social no podrá subsanarse sin medidas urgentes a corto tiempo, y profundas y planificadas a mediano plazo; medidas que, al parecer, siguen estando lejos de abordarse por un gobierno inactivo con baja capacidad de respuestas y sin ideas para reclamar más presencia del hasta ahora ‘distante’ gobierno provincial.-