LA CIUDAD ENTRE EL ESCEPTICISMO Y EL PÁNICO
Revista Norte pudo conocer que solo un caso sospechoso activó el protocolo por coronavirus en la ciudad. Los otros tantos de los que se habla no reconocen fuentes oficiales.
Mientras la ciudad está dividida entre quienes se muestran escépticos y los que entraron en pánico, la desinformación abunda, la falta de confianza en las autoridades gana, y los rumores se multiplican más que la misma capacidad reconocida al virus de la pandemia.
En medio de tanta desinformación, agravada por la falta de credibilidad a ‘lo oficial’, Revista Norte pudo conocer por altas fuentes, en estricto off, que solo un caso sospechoso de coronavirus fue reportado para que sea descartado o confirmado; y en las próximas horas podría conocerse el resultado.
Se trata de una persona joven oriunda de la ciudad de Orán que regresó de viaje desde Europa, de uno de los lugares de circulación del COVID-19.
BAJO ACATAMIENTO A LA CUARENTENA
A pesar de que el domingo pasado las autoridades de la Nación, de la Provincia y del Municipio mantuvieron en alerta a la mayoría de la población argentina a la espera de las medidas respecto de la emergencia por coronavirus, una vez que los gobiernos dieron a conocer las restricciones comprendidas en la ‘cuarentena’ casi nada se cumplió el mismo domingo del anuncio ni el siguiente lunes ni el martes en esta ciudad.
Recién este miércoles se incrementaron los controles y efectivamente se vio un mayor acatamiento a la cuarentena con el cumplimiento de las normas establecidas por Nación, Provincia y Municipio.
La zona de la playa municipal de camiones, donde se concentran los tours de compras, no tuvo mucho movimiento; prácticamente por la poca concurrencia de compradores de otras partes del país que llegan a la frontera para pasar mercaderías que abastecen a las ferias. Así, fue principalmente el anuncio del cierre de frontera lo que realmente desalentó el flujo en la zona limítrofe de Aguas Blancas-Bermejo.
La zona del Mercado de Abasto fue muy concurrida el lunes, sin ningún tipo de control. El miércoles, ya con más disposiciones restrictivas, igualmente funcionó con un aglomerado de gente un tanto menor pero igualmente de gran circulación. Policías custodiaban el lugar, lo que evidenció que no hubo prohibiciones para ese mercado -ni con los puestos de comida ni con los puestos de textiles u otros- como sí las hubo para otros sectores de la ciudad.
Sí fueron cerradas la feria ubicada frente a la terminal de ómnibus, más conocida como Bermejito; y otras arterias comerciales como la de calles Lavalle, Alvear y Pueyrredón. Otros comercios, bares y restaurantes -principalmente del microcentro- no funcionaron; aunque el acatamiento fue parcial por el bajo nivel de control que aún existe. El macrocentro (en calle San Martín) ni se inmutó.
LA ‘CUARENTENA DEL SERVICIO DE SALUD’ EN EL HOSPITAL
El Gerente del hospital de Orán, Marcos Espinoza, dispuso la suspensión de la atención en consultorios externos y de especialidades médicas «para evitar la aglomeración de personas», dijo por medios radiales.
La medida sobre todo impacta negativamente en la población más vulnerable, que recurre al hospital por falta de acceso a la salud privada y a beneficios de Obra Social; por un lado. Por otro lado, afectó a los jubilados y pensionados de PAMI, obligados a atenderse en el único hospital público de la ciudad.
Así, a las demoras ya habituales en el sufrido servicio médico del San Vicente de Paul se suma esta disposición abrupta que obstaculiza aún más el acceso a estudios médicos y consultas a especialistas en perjuicio de las poblaciones más necesitadas.
El «cuidado con las aglomeraciones de personas» ante la emergencia de coronavirus seguramente podría haberse aplicado con medidas restrictivas pero no supresivas del servicio de salud que pasó de deficiente a nulo, cuando los mismos ‘cuidados’ no fueron así impuestos a otros servicios no públicos.-