«QUIERO SER PRESIDENTE»

La derecha del sí pero no

 Urtubey volvió a su vieja técnica del “sí pero no”. En una entrevista con el Cronista de Buenos Aires se despegó de la Casa Rosada a la que dice acompañar y aseguró que el PJ está en problemas pero que los demás son peores. En lo que no tuvo ambigüedades fue en su deseo de que el país se endeude con organismos internacionales.

La entrevistadora de turno, precisó que Urtubey recibió a El Cronista en su residencia salteña “y no pudo no quiso dejar de marcar contrapuntos de forma y fondo con un Gobierno al que, igualmente, dice que hay que acompañar hasta el final”. Cuando le preguntaron cómo ve a la Presidenta, el mandatario salteño respondió que “El fantasma de la no conducción de Cristina es un chiste”, aunque ahí nomás precisó que él es de “los que piensan que hay que bancar al Gobierno hasta último momento”, como si el gobierno, efectivamente, estuviera sin conducción y al borde del precipicio. Ahí nomás vino otra declaración típicamente “U”. Cuando le preguntaron por la situación del peronismo se despachó con un sorprendente “Tenemos que asumir que para el peronismo, la cosa está más complicada. Pero salvo que nos estrellemos del todo, los demás son peores”. Fue en ese marco que volvió a insistir en su candidatura presidencial: “Tenemos que plagar la interna peronista con todas las opciones. Tenemos las PASO como herramienta de democratización. Gracias a las PASO puedo pensar en ser presidente de la Argentina. Y acá no hay ningún Messi. Hay que armar un proyecto político”.

Cuando le preguntaron por el nuevo Jefe de Gabinete nacional, Jorge Capitanich, la técnica fue la misma: dijo que admira la conferencia de prensa matinal pero que “hay muchas variables que no se resuelven con lo comunicacional”. Con respecto a la negociación salarial en puerta, Urtubey puso de ejemplo a nuestra provincia y declaró que en Salta “ya acordamos la pauta salarial para 2014. Fue en noviembre, antes de enviar el presupuesto a la Legislatura. Es un aumento del 25% en dos tramos, de 11% y de 14%”. Y aunque eso es verdad, el problema de Urtubey es que no dijo toda la verdad: por ejemplo, que después de la protesta policial en la que él acordó subir en un 50% el salario policial aumentando impuestos que no estaban incluidos en el presupuesto aprobado, otros sectores asalariados de la provincia advirtieron que pedirían nuevos aumentos. De allí que sorprendió que ante la pregunta de si no tuvo reclamos después de acordar el 25% en noviembre del 2013, respondiera con mucha liviandad que “No hemos tenido reclamos después de los últimos acontecimientos”.

La parte más progre de las declaraciones de Urtubey fue cuando se refirió al porqué de la inflación. Optó por separarla del déficit fiscal para asociarla a “una creciente demanda de bienes de consumo” acompañada de poca oferta. Pero la mirada heterodoxa llegó hasta ahí nomás. Y es que nunca dijo cómo hacer para que los grandes productores inviertan lo suficiente como para abastecer esa creciente demanda que es producto de la mayor disponibilidades de dinero en los sectores asalariados. Se limitó entonces a las recetas bien ortodoxas que en nombre de la competitividad y de los mecanismos de financiamiento lo llevaron a abogar por el endeudamiento: “Es una buena noticia empezar a meterse en la agenda externa porque hay que capitalizarse y la única forma es el endeudamiento”. En la misma tónica respondió cuando le preguntaron por la deuda provincial: “La mitad de la deuda está en dólares y la amortización del interés de deuda impacta en un 5% de los ingresos. Me gustaría estar más endeudado, a tasas convenientes”.-

Cuarto Poder