Trabajadores y trabajadoras de salud exigieron que se tomen medidas ante las denuncias de violencia que sufrió una delegada y enfermera.
Delegados de salud de distintos hospitales, centros de salud de primer infancia y municipales se sumaron a la asamblea realizada en el Hospital Papa Francisco. El objetivo fue el reclamo ante la falta de respuestas y soluciones a las denuncias realizadas por violencia laboral en distintos sectores.
Entre las personas que sufrieron violencia se encuentra la delegada de ATE y enfermera, Alejandra Verón, quien en varias oportunidades denunció y acercó pruebas de situaciones que sufrió por parte de un director de enfermería. También denuncian al jefe de ginecología por parte de profesionales médicos que expresaron abuso de autoridad y maltrato y luego se los apartó del hospital.
Lo que dejan al descubierto estas situaciones, señalan los trabajadores y trabajadoras, es “cómo se tapa la violencia corriendo de su lugar de trabajo a quienes se animan a decir las cosas”.
“En este caso se viola la tutela gremial que tenemos los delegados en la Ley 23.551 Cap. XII Art. 48, es por eso que vemos esto como persecución gremial ya que este Hospital se viene organizando y reclamando derechos que nunca se reclamaban como por ejemplo las horas guardias, área crítica, productividad. Hoy, al sacar a nuestra delegada se siente una intención de desactivar el trabajo que se viene realizando”, señalaron los trabajadores y trabajadoras del Departamento de Salud de ATE.
Los trabajadores se encuentran a la espera de una respuesta por parte del Ministerio de Salud y dan su apoyo y solidaridad a la delegada. –