Salta. El 65% de los niños son pobres en los municipios del norte provincial

02/02/2015 | Revista Norte

pobreza en salta

En el norte provincial, la pobreza afecta hasta el 65% de los niños

 

Una beba, con desnutrición crónica, fue derivada desde Salvador Mazza a Salta. La Provincia demora obras, pese a que Rivadavia tiene las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) más altas de Salta.

 

De cada 100 niños y niñas del departamento Rivadavia, 65 crecen en viviendas precarias y duermen hacinados.

En sus casas faltan algunos o todos los servicios básicos.

Allí la marginación no es novedad, pero la pobreza estructural infantil tiene picos lacerantes en el norte provincial y el Chaco salteño.

Rivadavia (65%), Orán (42,9%) y San Martín (39,3%) cargan con los peores índices de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), de acuerdo con datos del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (Ielde).

El promedio entre la población de entre 0 y 19 años es del 31,7%. En Capital y La Caldera, por ejemplo, está en esa condición alrededor del 20% de los infantes.
Esa cifra, por cierto, también preocupa, pero sigue siendo baja en comparación a los departamentos del norte.

Juan Solá o Morillo, como se conoce popularmente a esa localidad de Rivadavia Banda Norte, fue noticia esta semana por la muerte de Marcos Solis. El niño de dos años, quien estaba desnutrido, habitaba en la comunidad Misión Chañar II.

Ayer, el gerente del hospital de Salvador Mazza, Héctor Ortega, le confirmó al corresponsal de El Tribuno que una niña de un año y medio tuvo que ser derivada a la capital salteña por su estado crítico de desnutrición. 

La situación es crítica y no se revierte por la falta de médicos y obras de infraestructura. Para muchos, el agua potable es un lujo.

El gobernador Juan Manuel Urtubey dijo, al presentar el Ministerio de la Infancia, en noviembre pasado: «Hay tres veces más niños pobres que adultos».
Si bien ese Ministerio ya está en funcionamiento, aún faltan políticas y decisiones que le permitan a las futuras generaciones la anhelada movilidad social y servicios básicos.

Para Morillo, donde vivía Marcos Solís, el Ministerio de Salud, de acuerdo con el presupuesto 2015, solo destinará $2 millones para la primera etapa del nuevo hospital. Esos montos provienen del Fondo Soja que transfiere el Gobierno Nacional.

Esa obra, por cierto, estaba prevista por el Fondo de Reparación Histórica (FRH) y se licitó el año pasado por $7,2 millones.
La demora en volcar los fondos obliga al Gobierno a comprometer otras partidas presupuestarias.

Allí, donde las necesidades apremian, solo se concluyeron dos de los seis proyectos que se incluyeron en 2012 el FRH: la ampliación y la remodelación de una escuela y la nueva comisaría, según información publicada en la web del FRH. Para contar con nuevas redes de agua, la planta de líquidos cloacales, el hospital y la terminal, allí aun deben esperar.


Internan a una beba por desnutrición

Con un cuadro de desnutrición crónica, hoy se recuperaba en el hospital Materno Infantil de la capital salteña una beba de 18 meses de la etnia wichi. La pequeña fue derivada desde Salvador Mazza el martes pasado en un estado muy delicado.

Según dijo a El Tribuno el gerente del hospital de esa localidad norteña, Héctor Ortega, el caso se agravó por un descuido de los papás de la niña.


La salvaron

De no haber sido atendida ese mismo día, podría haber muerto. «El cuadro era muy grave, los padres la tenían muy abandonada», informó el profesional.

Por dicha razón y porque los padres se resistieron a hospitalizarla, la beba está bajo tutela judicial. Así también lo confirmó la directora del Materno Infantil, Susana Balcarce, quien señaló a este medio que la niña se encuentra en franca recuperación y estimó que a partir de mañana su peso comenzaría a estabilizarse.

La médica además detalló que la desnutrición de la beba tenía ya «bastante tiempo», aunque anoche el pronóstico era bueno.

Sobre el daño neurológico, que también padece la paciente, descartó que sea una consecuencia directa de la desnutrición.


Pocos pediatras en el interior

Según informó Ortega a medios locales, en Salvador Mazza serían alrededor de 60 los niños que registran bajo peso. El médico advirtió que faltan profesionales para atender esa demanda.

«Cuando hay casos así, nosotros informamos al ministerio, pero ellos mandan leche y allí se acaba su tarea. Aquí falta personal, es una zona crítica», declaró.

En consonancia, el presidente de la Asociación de Profesionales Médicos del Materno Infantil, Justino Ustarez, apuntó: «En el interior la falta de profesionales tiene mucho que ver con la desnutrición».-

 

 

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