Tabacal. Comenzaron los cortes de ruta y se agrava el conflicto paritario azucarero

23/08/2016 | Revista Norte
tabacal corte de ruta

Corte de Ruta Nacional N° 50, a la altura del acceso sur de la ciudad de Orán. Credito: La 10

 

Orán. Salta.

Comenzaron hoy los cortes de ruta por parte de los trabajadores del ingenio San Martin del Tabacal.

La medida de fuerza se cumplirá en dos puntos de la ruta nacional numero 50, a la altura del ingreso (principal acceso) sur de la ciudad de Orán y en la ciudad de Pichanal, en la intersección del cruce de ruta nacional 50 y ruta nacional 34.

El corte de ruta fue decidido cuando el ingenio se encuentra parado desde hace aproximadamente 70 días. La reacción de los trabajadores del campo se habría precipitado tras el fracaso de las reuniones en el ministerio de trabajo y el anuncio de los directivos de la empresa de suspender más puestos de trabajo que afectan ahora a los obreros del campo (cuyas tareas de riego, entre otras, se mantenían). Los cortes habrían sido decididos por los trabajadores del campo y no por la asamblea que faculta a los dirigentes del sindicato.

Ayer la cúpula administrativa de Tabacal emitió un comunicado responsabilizando al sindicato de la decisión que tuvo que tomar la gerencia de afectar ahora tambien al campo:

COMUNICADO:

Ante la persistencia de un paro, que lleva a 70 días los perdidos de zafra, se deberá reducir la asignación de tareas en el campo.

San Martín del Tabacal, Orán. 22 de agosto de 2016.- Tabacal Agroindustria informa que, dado que: 

1. El Sindicato de Trabajadores del Azúcar sigue en paro y en una posición muy intransigente.

2. No hay ninguna mesa de negociación abierta, más allá de la voluntad de diálogo de la empresa, manifestada en la última audiencia, en el Ministerio de Trabajo de Salta.

3. El STA sigue sin acatar la conciliación obligatoria del Ministerio de Trabajo de la Nación.

4. Al no haberse cosechado durante los últimos 70 días, se van difiriendo las tareas de cultivo. 

Tabacal Agroindustria se ve obligado a reducir las tareas en el campo. Los supervisores irán comunicando en el día de mañana, a quienes no se les seguirán asignando tareas. 

Lamentamos la continua pérdida de días de zafra y su impacto sobre los trabajadores de Tabacal y los de empresas contratistas y sobre la comunidad toda. 

Esta posición intransigente del STA terminará llevándonos a la pérdida de la zafra, la cancelación de inversiones que generan empleo genuino y de calidad, y la revisión, por parte de los accionistas, de la continuidad de algunos negocios.

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Las venas abiertas de Orán

Publicada en Cuarto Poder

Desde 2009 a esta parte, todos los años, algunos más crueles que otros, se sucedieron ininterrumpidamente fuertes conflictos entre el Sindicato del azucar y la multinacional norteamericana emplazada desde 1996 en el norte salteño. Enmarcadas ahora en negociaciones paritarias, detrás de los acuerdos o desacuerdos por el precio del trabajo subyacen las luchas de intereses que mueven a los sectores en disputa por un poder que inspira, sí, de manera distinta a sus principales protagonistas; aunque hemos de reconocer que el empresariado encuentra siempre- y en abundancia- quien lo quiera representar,  y el poder sindical lo tiene sólo de vez en cuando.

No es éste el único conflicto que viven las comunidades del departamento Orán a lo largo de su historia económica agroindustrial. Por el contrario, Tabacal representó desde siempre un fenómeno resistido por minorías que ya no lo son tanto, y con la llegada de la Seaboard Corporation se experimentó un auge de los grupos de resistencia que hoy materializa la conducción del Sindicato. Antes de ello, los enfrentamientos con las comunidades originarias por la propiedad de las tierras, son un ejemplo de oposición a la política empresaria dominante.

Pero hasta el 2009 no se había dado un conflicto tal. El último había ocurrido en diciembre de 1990 cuando se experimentó un fenómeno social único, del cual quedan pocos memoriosos que lo quieran contar. En aquel año que inició lo que podría recordarse como la segunda década infame de la Argentina, se unificó por primera y última vez el reclamo de trabajadores “obreros” y “empleados” (estos últimos denominados los “fuera de convenio”) grupo que, como nunca, se plegó a una protesta contra la empresa. La situación social lo ameritaba, soportaron 6 meses consecutivos sin cobrar sueldos cuando todavía administraban los primeros dueños/herederos -los hijos del fundador del ingenio Tabacal, Don Robustiano Patrón Costas- que lo llevaron a la quiebra. Aquellas protestas que instauraron la novedosa modalidad del corte de ruta piquetero, serían luego imitadas en todo el país -desde la década del 90 a esta parte- cobrando fama con los trabajadores que resistieron, desde Mosconi a Cutralcó, las privatizaciones de las empresas públicas. Y aquel diciembre de 1990, como tambien sucede hasta hoy, los empleados y obreros recibieron a gran escala el escarmiento de las fuerzas de seguridad que a palos consiguieron la amnesia que perdura en la clase media local.

Del ´90 al ´96 pasaron muchas cosas: quebraron los Patrón Costas, la protesta de los trabajadores, despues de un año de padecimientos, obligó al Estado a hacerse cargo de la empresa; y en 1996 compra y se instala la Seaboard.

Del ´96 a hoy pasaron otras tantas cosas más:

Aumentó la producción local – incremento de hectáreas netas de caña propia, incremento de toneladas de azucar, incremento de la capacidad fabril, aumento de la producción de alcohol, produccion de energía eléctrica y biocombustible con incorporacion de nuevas plantas. Todo, con el desarrollo en escala ascendente de Unidades de Negocios prósperas en azucar, energía y alcohol.

Paradógicamente en estos mismos años cayó el empleo – de 2.600 trabajadores dentro de convenio (obreros) la mayoría permanentes, a 1.543 obreros (de los cuales un aproximado de 1.235 son temporarios y sólo cerca de 308 son permanentes). Mientras que los empleados (trabajadores fuera de convenio) corrieron igual suerte, de 2.000 quedaron aproximadamente 800. (Según datos aportados por el Sindicato del Azucar).

La Ley de Flexibilización Laboral aprobada durante el gobierno de la Alianza otorgó el marco que facilitó económicamente a las empresas y sus politicas de “eficientización” por un lado, y “competitividad” por el otro. A partir de allí el proyecto de sustitución de mano de obra y mecanización o “modernización” de la producción dio el empujón final a una comunidad con pocas posibilidades de adaptación, y economías con casi nulas oportunidades para el fortalecimiento del mercado laboral.

Conseguidos los despidos, al mejor estilo de “damas de la caridad” nada moderno, la empresa favoreció la contratación de cooperativas de trabajo conformadas por los nuevos desocupados y negociadas por las debilitadas estructuras sindicales. Sin saber que el proyecto pronto también los excluiría, recibieron contratos para trabajar en el campo realizando plantación manual de caña, sacada manual de piedras, entre otras tareas de tan baja rentabilidad que pronto los llevó a la quiebra, excluyéndolos por completo y sin conflicto del circuito productivo agroindustrial.

“Otra modalidad de achique representan las empresas terceristas”, utilizadas como escudos para evadir costos laborales, ya que son éstas las que contratan favoreciendo más la precarización laboral.

Enclave

Este proyecto empresarial que apareció como nuevo en los ´90 para las comunidades locales, no sorprende en su funcionamiento y efectos a los cientistas sociales. El doctor Alejandro Rofman, especialista en economías regionales, lo advirtió hace tiempo: “Las empresas extranjeras actúan como las llamadas empresas de enclave, o sea, empresas cuya vinculación con el entorno local es muy baja por lo cual sus decisiones no están condicionadas por el entorno, pero sí lo afectan más allá de la voluntad de los sectores políticos y laborales de la provincia”.

 

Empresas de enclave: empresa monopolista que opera en un contexto economico y social mucho menos desarrollado. La noción de enclave se refiere a un desnivel o desbalance entre la capacidad economica de la empresa y el resto de la economia nacional o regional donde operan.

“Las empresas de capital extra local, que no se comprometen en absoluto con el destino de sus recursos debido a que se manejan en función de parámetros de tasas de ganancias y de niveles de producción que se deciden fuera de la provincia, muchas veces producen impactos de carácter negativo tanto a nivel productivo como a nivel de la fuerza laboral asociada a ello”. Esto genera debilidad tanto de productores independientes como de trabajadores, que al no tener opciones alternativas de empleos, ven reducidas su capacidad negociadora y sus condiciones de trabajo, mientras que los gobiernos locales sufren tambien el impacto, advierte Rofman y concluye: “una estrategia basada en la monoproducción no es aliciente concreto para el fortalecimiento de redes productivas y para la trama social local”.

A fines de 2008 gana la elección sindical Martín Olivera, quien se mantiene hoy en su tercer mandato consecutivo con duración hasta 2018. A partir de ahí la relación de la cúpula gerencial y los representantes de los trabajadores inició una lucha de poder cuyos capítulos se repiten cada año con paritarias extra large, tiroteos discursivos mediáticos, paro, cortes de ruta, paliza policial, posterior intervención dialoguista gubernamental / eclesiástica, acuerdo paritario, estigmatizaciones y despidos, judicialización de trabajadores con juicios penales en curso, entre otros.

Una homilía para pocos

El Obispo de la Diócesis de Orán, Gustavo Sancheta, con un discurso confuso, se pegó a la posición empresarial. “La huelga es un derecho pero es una alternativa última”, exclamó en una homilía en la ciudad de Hipolito Yrigoyen, donde vive la mayoría de los trabajadores del ingenio y donde el Sindicato tiene su sede. “La huelga no es un fin en sí misma. Es un remedio para llamarnos la atención, pero no es algo bueno, más cuando se prolonga”, sostuvo. El Obispo denunció que la gente “sufre hambre” pero lo atribuyó al paro en Tabacal. “Cuando el río se sale de cauce alguien tiene que decir ¡BASTA!”, dijo a viva voz para luego resaltar: “Se puede volver a trabajar y lo que queda por resolver, que ya son cosas menores y todos sabemos de qué se trata, se puede resolver durante el año. En nombre de Dios, Basta. En nombre de Dios, volvamos a trabajar” concluyó Sancheta.

Posiblemente “de lo que se trata” sea del turno relevante, tambien llamado cuarto turno, que se convirtió en el punto de inflexión del conflicto paritario actual, junto con la reincorporación de trabajadores que exige el sindicato.

El turno relevante significaría la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, sostiene el secretario general del gremio, Martín Olivera, y explica: “Reduciría de 40 jornales por mes que actualmente cobra un obrero, a 25 jornales por mes. Y con ello se afectarían también los beneficios que componen los items salariales como merma de aporte jubilatorio, de aguinaldo, etc. Por otra parte, con la implementación del cuarto turno no se generarán nuevos puestos de trabajo, ya que se trata de una nueva metodología de ajuste que quiere imponer la empresa reubicando a trabajadores, porque la empresa proyecta la desaparición de más puestos de trabajo. Entonces, cierran puestos de trabajo y abren un turno más (el cuarto turno) en los puestos que ya existen, con la consecuente reducción de jornales y salarios de todos los tabajadores afectados, de los que actualmente cubren con tres turnos por día la producción y del cuarto turno que conformarían los trabajadores reubicados. Una nueva metodología de ajuste”.

Un modelo de empresa versus un modelo de sociedad. Un conflicto económico y socio cultural con pocos antecedentes de victorias colectivas.-

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