Durante la privatización de la petrolera estatal en los 90, el Gobierno argentino vendió en Nueva York las acciones pertenecientes a los trabajadores en el Programa de Propiedad Participada, pergeñando una estafa colosal que todavía hoy no fue del todo reparada. En pocas semanas Ángel Garro vio desmoronarse el futuro que había construido toda la […]