Cuando el detector de metales comenzó a chillar a Aileen se le aceleró el corazón. Sonó porque tenía los anillos puestos, pero no tuvo tiempo de sentir alivio porque al instante un guardia le pidió que lo acompañara. Dentro de su cuerpo sentía retumbar 109 razones para tener miedo: la cantidad de cápsulas de cocaína […]