Tucumán. La compra y venta de votos en las PASO, relatada a través de un testigo clave

22/08/2015 | Revista Norte

elecciones en tucuman

CRONICA DEL FRAUDE Y LA CORRUPCION EN LAS PASO DEL SUR TUCUMANO

Luis Aguirre es un vecino de Monte Bello, comuna ubicada en el departamento de Río Chico, que se animó a dar su testimonio y relatar detalladamente la estrategia del oficialismo en su lugar de origen. Se trata del método aplicado durante las PASO, realizadas el domingo 9 de agosto, destinado a permitir que los máximos referentes continúen en el poder a través de la compra de votos e intimidación.
¿Aguirre es un valiente? Sí, definitivamente. Porque el caso que describe es una constante que se repite en silencio en otras ciudades y pocos se animan a develar. Es parte de la coacción que se aplica sobre los ciudadanos tucumanos y quizás en otras provincias del territorio argentino.
 
Según el relato, cada actor y participante en el –organizadísimo- proceso cumplía un rol específico.
 
El chofer: buscar al elector en su domicilio para llevarlo al lugar de votación. Tenía un registro de a quiénes se les debía entregar el bolsón prometido.
El acompañante: garantizar el cumplimiento del elector sobre los pasos a seguir.
El elector: elegir la boleta de los candidatos del Frente para la Victoria para recibir el ‘motín’ una vez cumplido con todos los requisitos, tales como tardar menos de un minuto en el cuarto oscuro y enviar una fotografía del voto.
 
En esta nota replicaremos la denuncia de Aguirre para mantener la fidelidad que su testimonio merece.
 
“En el FPV es habitual que durante la jornada electoral se dispongan autos alquilados para llevar gente a votar. Ese día los responsables fueron dos candidatos de Los Sarmientos, Jorge Flores, actual Delegado Comunal, y Ricardo Molina. Juntos movilizaron 173 vehículos”.
 
“El trabajo de los choferes, que iban con un acompañante al que se le pagó $75, consistió en buscar a las personas en sus casas y anotarlas en una planilla. Mientras que el acuerdo con los pasajeros fue ‘elegir’ el voto de los candidatos del FPV y al momento de introducirlo en el sobre, tomar una fotografía y enviarla por Whatsapp». De esta manera se monitoreó el desarrollo de los comicios.
“En el caso que el vecino no tuviera celular o fuera un adulto mayor, el chófer le entregaba la boleta doblada y el acompañante, que conocía al fiscal del FPV, debía prestar especial atención para alertarlo si el elector tardaba más de un minuto. Tiempo calculado para ingresar, poner el voto armado en el sobre y salir del cuarto oscuro. En el caso de que el votante no se demorara, el chófer o puntero se encargaba de marcar su nombre en una planilla para entregarle el bolsón. De lo contrario no, por supuesto”.
 
Indignado, Aguirre agrega que a los más jóvenes para que robaran la lista de la Alianza Cambiemos, liderada por el candidato presidencial Mauricio Macri, les pagaron entre $1 y $2 pesos por cada voto. “Algunos sacaban hasta 50 boletas y las cambiaban en la sede del candidato Flores situada al lado de la cancha de Los Sarmientos. Para realizar este ‘trabajo’ las mujeres eran más buscadas ya que tenían más opciones de ocultar los votos”.
 
“Una vez terminada la jornada, en esa misma noche se organizó el reparto de las dádivas en un colectivo limonero alquilado, para que no se vieran los bolsones desde afuera. A los chóferes de los autos alquilados se les pagó con dos de ellos y $700, pero como después del mediodía se largó una lluvia muy copiosa les pagaron $1000. Es que en Los Sarmientos, El Rincón, El Rodeíto los caminos son de tierra y con la lluvia las condiciones empeoran”, finalizó.
 
Con sus palabras Aguirre exhibió la gran carencia social que existe en los sectores más desfavorecidos que venden su voto como medio para satisfacer sus necesidades básicas y la aceitada estrategia de la dirigencia local para perpetuarse en sus cargos públicos.-
Eco Tucumano

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