DE CÓMO UN BOLSÓN CAMBIA LA VIDA

CORRUPCION HASTA VIOLAR LA VEDA ELECTORAL.

Repartir bolsones con mercadería a sectores «seleccionados» irrita. OpeArciones desesperadas deja al desnudo el mal uso de los dineros públicos.

Por Nolberto Guerra / Revista Norte

Pleno día oranense. Pleno centro. Contertulios devenidos en azorados e impensados testigos. Y una funcionaria-socia que hoy es «lo más delgado del hilo».

«Está cebado» es la expresión que usamos cuando alguien está tan acostumbrado a transgredir que ya le parece normal hacerlo una vez más. Peor todavía si el ejecutante siempre gozó del asentimiento, de la protección y del estímulo de sus superiores. Máxime si son sus propios superiores los mandantes que gozan de los beneficios de esa prácticas perversas e inmorales.

De persona de máxima confianza, de pronto, unas fotos la convierten en la funcionaria más vil y en la única responsable de lo hecho. Aunque «lo hecho» pudo materializarze solo con el escenario urdido por los superiores beneficiarios directos de lo irregular.

Espacio: Municipalidad de San Ramón de la Nueva Orán, Centro de operaciones: Departamento de Lucha contra el dengue. Estamento: Depósito de plaguicidas. Conductora: Señora Carmen Olivera. Mandante y beneficiario: Intendente Municipal Marcelo Lara Gros. Gestión: Distribución de bolsones con mercaderías comestibles a «adeptos» políticos. Escenario circunstancial: Veda electoral.

La señora Carmen Olivera, hasta ayer, era una de las personas de máxima confianza del Jefe Comunal. Al punto que el mismo Intendente la inició favoreciéndola con adjudicaciones directas de trabajos de obra pública, sin ser ella profesional en la materia, que le permitía gozar de millonarias facturaciones como contratista de obras -siendo enfermera- al exclusivo servicio del Municipio. Muchos sospechan que Olivera actuaba como socia de Lara Gros. 

Es más, cuando a Lara le adjudicaban directa responsabilidad por las ocho muertes producidas por el dengue en la Ciudad y necesitaba urgente salida, recurrió a esta misma señora designándola Coordinadora de la Campaña de Lucha contra el Dengue; y este año ya la elevó a Secretaria de Medio Ambiente de la Municipalidad.

La crisis originada en Orán con funcionarios del área del Gobierno Provincial, desencadenó la expulsión del Jefe de Epidemiología de la provincia, Dr. Alberto Gentile, quien protagonizaba fuertes cruces -no hechos público- con el intendente de la Ciudad de Orán.

Ya en la Jefatura, Olivera encabezó un operativo clandestino de quema de productos tras una denuncia penal que se hiciera contra las autoridades municipales. La quema se realizó en un camino a las afueras de la ciudad con el fin de desaparecer pruebas fundamentales para el avance de la justicia. 

VIERNES NEGRO PARA LARA GROS

En plena Veda Electoral se descubrió que en el depósito a cargo de Olivera ubicado en 25 de Mayo y Sarmiento, Baltasar Lara Gros acopiaba bolsones con mercadería para repartir – a cambio de votos. La publicación en nuestra Revista del video y las imágenes que documentan el hecho, se armó el tole-tole entre el Jefe Comunal y sus subalternos.

A Olivera Lara Gros le habría reprochado enojadísimo: «cómo te dejas dar la cana». La acción indecorosa e ilegal que a todas luces gozaba de su anuencia ahora sería castigada. Olivera entró en desgracia cuando recibió la amenaza: «el lunes veremos».

Aquí valen algunas consideraciones: 

Olivera nunca podría almacenar bolsones si no los adquiriera el Municipio. Se habla de «25.000 bolsones» comprados a un reconocido mayorista de mercaderías en la ciudad, «justo en esta época y con la firma de Lara que contrata y paga». El intendente nunca puede ignorar. En consecuencia, esta es una maniobra que respondía fielmente a un plan urdido por las máximas autoridades municipales para canjear mercadería por voto. 

Tal fue la `cebada´ que almacenan los bolsones junto a los larvicidas y productos venenosos que utilizan para fumigar la ciudad. No les importó el riesgo de contaminar los bolsones con estos productos de fumigación. Increíble. Un funcionario municipal lo graficó cruelmente: «tan dantesco es esto, que parece importar más un voto que una vida».

Todos consentimos la ayuda a los más pobres y necesitados, pero respetando su condición y dignidad. Un bolsón en definitiva no cambia la vida de nadie. Máxime si son pobres o indigentes. Lo que se reprocha es lo selectivo del sistema: no forma parte de un plan alimentario. No. La lógica que asiste a los Lara Gors es: si me votas, tenés un bolsón. Cruel e inhumano. Repudiable a todas luces. Desalmado. horrendamente Mezquino. Grave, muy grave. Más grave aún si es el mismo Jefe Comunal el que encabeza esta agresión social: aprovecharse del vulnerable abusando del poder que le dan los fondos públicos para menguar la falta de gestión, el desmanejo administrativo y la carencia de un programa socioeconómico idóneo.

Repudiable es también que desde la máxima estructura municipal se asocie a personal dependiente para cumplir funciones indecorosas e ilegales que solo persiguen expoliar las arcas públicas en beneficio propio. «20 votos cada uno para ganarse un bolsón» pidió la funcionaria a favor de los candidatos del intendente. El Patrón lo puede todo, y si encuentra subalternos inmorales, mejor. Las víctimas, los más necesitados; usados para los sucios manejos de la cosa pública. En democracia hay un modo de terminar con la inmoralidad pública.-

 

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