Orán. El maltrato a trabajadores del dengue fue registrado en audios

DENUNCIARON A LA SECRETARIA DE AMBIENTE MUNICIPAL.

Maltrato, amenazas, despidos, insultos que sufren los trabajadores del dengue por parte de Carmen Olivera, la Secretaria de Ambiente municipal, fueron registrados en distintos momentos y presentados como pruebas de sus denuncias.

REVISTA NORTE

En la sesión pasada del Concejo Deliberante de la ciudad de Orán, trabajadores del dengue se presentaron para denunciar ante los Concejales los sometimientos que padecen de la Secretaria de Ambiente del municipio, Carmen Olivera.

En distintos momentos, los trabajadores registraron audios ocultos con los insultos, malos tratos, amenazas y despidos a los que son sometidos; la forma autoritaria y violenta que soportan de Olivera. «La jefa del dengue», como le gusta que la llamen, no se destaca por sus conocimientos ni por sus buenos modales; sin embargo, las revelaciones de estos audios muestran la dimensión del clima en que trabajan los operarios del dengue que deben soportar también el negreo laboral.

LOS AUDIOS:

«No tengo absoluta consideración por ninguno de ustedes. Por ninguno», les dejó en claro Carmen Olivera en una reunión. Su verdadera preocupación quedó evidenciada en su mismo discurso: «Yo no voy a pagar costos políticos», les decía a los trabajadores.

Los amenazó con no pagarles un mes si no les traían las planillas como ella las pedía. Rechazó las explicaciones sobre el trabajo que le daban los operarios y hasta les tiró a la policía.

«Ustedes han hecho algo que no tendrían que haber hecho nunca, meterse con mi trabajo», amenazó.

Ante los reclamos por aguinaldo los conminó: «Todavía tienen el tupé de hablar de que si le ha pagado el aguinaldo a la fulana o a la zutana. Esa es mi responsabilidad. Yo soy dueña de pagarle el aguinaldo a quien se me dé la gana», les dijo evidenciando su arbitrariedad. «Nadie, absolutamente nadie me tiene por qué venir a cuestionar ni hablar por los pasillos del municipio ni hablar acá. El que tenga la posibilidad, los ovarios y los huevos bien puestos que me lo venga a decir en la cara», les espetó.

«Firmen, firmen y pongan número de documento por lo menos para hacerlas llevar presas», amenazó al final.

 

En otra oportunidad en que echó a una trabajadora, ésta le pidió los motivos por los que la dejaba sin trabajo; pero Olivera la hizo sacar por uno de sus `guardaespaldas´. «Yo soy la jefa. Yo tengo derecho a protestar y a decir lo que quiera. Está despedida del programa», fue la única explicación que le dio. La trabajadora se quebró y se retiró llorando ante la prepotencia de Olivera.

 

«Usted no viene más, don». «Retírese», echó a un trabajador que le pedía que le explique por qué le rechazaba las planillas de registros de su jornada. «Ninguno de ustedes, amigo, han ido a poner la geta ni la cara allá en Salta», le dijo mientras repartía despidos también para el supervisor.

 

En otro hecho, en pleno operativo en el Barrio Libertad, echó a dos trabajadores. A los gritos también apuntó contra otra trabajadora: «Usted señora, si no quiere laburar, se va. Pero no me mire con esa cara como puteándome porque ya me han hartado de putear hoy día, no tengo problema que me sigan puteando». A los gritos, en plena vía pública, repartía órdenes y maltratos.

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