3 niños murieron calcinados al no poder escapar del incendio de su casa

13/09/2012 | Revista Norte

Una familia con graves problemas sociales sufrió el incendio de su vivienda anoche en el Barrio Patrón Costas. Los 3 hermanitos que se encontraban en el interior de la misma no pudieron escapar del fuego y murieron calcinados, abrazados en el interior de una habitación.

Los vecinos acudieron a ayudar tras escuchar los desesperados gritos de los niños, intentaron apagar el fuego con baldes pero todo se tornó insuficiente. Los Bomberos Voluntarios habrían llegado rápido pero no pudieron hacer nada.

La abuela de los niños contó hoy a la prensa que los tres se encontraban solos en la vivienda cuando se produjo el incendio. Ella estaba a cargo de los hermanitos y los había dejado en la habitación con llave y se había ausentado por unos minutos de la casa, al parecer era habitual esta conducta en la familia cuando debía salir. El padre de los niños está preso, dijo la abuela, y otros dos hermanos se salvaron por estar en otro domicilio de familiares al momento del incendio.

Fuertes cuestionamientos surgen por esta tragedia. Algunos vecinos contaron que el primer Autobomba había llegado sin agua, y que los efectivos tuvieron que trabajar sin ese elemento. Los vecinos intentaron con baldes pero la presión de agua en el barrio era muy baja y nada alcanzaba. Luego habría llegado refuerzo pero ya era tarde. Los niños habían muerto.

La vivienda ubicada en calle Pringles y Luis Beltran del Barrio Patrón Costas estaba construida de material en la parte de adelante y de madera en el interior. El fuego se habría iniciado por un cortocircuito en un freezer, una garrafa que estaba adentro explotó y en pocos minutos las llamas consumieron la vivienda con los tres hermanitos adentro: una niña de 7 años, y dos varoncitos de 4 y 5.

La autopsia de los niños dio por resultado Hipoxia, hiposemia, quemaduras severas y paro cardiorespiratorio. El gobierno municipal decretó dos días de «reflexión y duelo municipal».-

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NOTA RELACIONADA:

Tragedia en Orán: tres hermanitos murieron calcinados en su casa

La puerta de la habitación estaba con candado. No pudieron escapar. Fallecieron abrazados todos juntos pegados a una pared. Los vecinos escuharon los gritos, pero nada pudieron hacer. La madre estaba a cuatro cuadras en un asentamiento con su pareja.

Un incendio en una humilde vivienda de la ciudad de Orán acabó anoche con la vida de tres niños pequeños cuya madre, aparentemente, acostumbraba a dejarlos solos.
El incendio se inició, según las primeras informaciones, aproximadamente a las 23 en el interior de la precaria vivienda de madera ubicada en la calle Luis Beltrán al 1000 del barrio Patrón Costas, en la parte sureste de la ciudad de Orán.

Allí estaban los tres niños llamados Karina, de 7 años, Lucas de 5 y Nicolás de 4 años, que fueron encontrados por la policía totalmente calcinados y abrazados contra una puerta que nunca pudieron abrir.
Ocurre que los propios bomberos no pudieron romper los candados por el intenso calor y las llamas que rápidamente consumieron las dos habitaciones de la casa, donde colchones, ropero y ropa favorecieron la combustión en minutos.
La vivienda, cuyo frente es de material, era íntegramente de madera en el interior.

Autobombas ineficientes

Los vecinos intentaron colaborar, llamaron a los bomberos y cuando llegó la primera autobomba no pudo actuar por falta de presión, situación que se repitió con la segunda dotación. Una tercera autobomba fue la que logró sofocar el fuego, pero era demasiado tarde.

La madre estaba a 4 cuadras

Mientras peritos de la policía de la Capital viajaron a Orán para investigar el origen del incendio, se pudo saber que una garrafa explotó como producto del fuego, por lo que se cree que un cortocircuito inició la tragedia.
Dos efectivos y la psicóloga de la fuerza buscaron a la madre, Sandra Auchaqui, de 25 años, quien estaba con su pareja en un asentamiento a cuatro cuadras de su casa.
También se informó que la abuela, de 65 años, había salido esa noche y los niños quedaron encerrados.

Los vecinos, entre lágrimas, relataron que escuchaban los gritos de las criaturas, pero nada podían hacer para rescatarlos por la densidad del fuego y la altísima temperatura. Y destacaron que la madre solía dejarlos casi a diario en horas de la noche. Afortunadamente, otros dos hijos no corrieron la misma suerte porque estaban en la casa de una tía ayer.-

 

Publicado por El Tribuno

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