MILLONES SIN CONTROL.
Lara dice que gastó $135.900 para Alimentar a niños de una Guardería que nunca funcionó. Se trata de la Guardería Obispo Muguerza.
La denuncia que una madre acercó a Revista Norte por el cierre del Centro de Desarrollo Infantil (CDI) de Orán, su guardería y su Jardín de infantes vuelve a comprobar la corrupción en el municipio.
En Orán el CDI Obispo Muguerza, ubicado en Barrio Güemes, no ha funcionado en todo el año. Así lo contaron madres usuarias de esa guardería estatal y así pudimos comprobarlo con testimonios de trabajadoras de ese Centro: «Este año la guardería y el jardín no funcionaron por problemas edilicios. Primero se llovía el techo en una parte y tenían que cambiar algunas chapas, pero hasta que vinieron a repararlo pasó un tiempo largo y entonces ahora hay que cambiar todo el techo porque se deterioró más», contaron las fuentes a nuestra Revista. «Tampoco se reubicaron los niños en otros establecimientos», dijeron; con lo cual el cierre del servicio fue total para los niños de familias carenciadas.
Hay registros periodísticos de medios de nuestra ciudad donde, en mayo pasado, dos funcionarias hablaron del tema. Consultada por Radio A en mayo pasado la Directora del nivel inicial, Lucrecia Prieto, manifestó que la reparación del edificio debía estar a cargo del Ministerio de la Primera Infancia que, conjuntamente con el Municipio, tenían que solucionar el problema. Para María Elena Briones, Secretaria de Obras Públicas Municipal, no le corresponde al municipio hacer la obra, pero aún así dijo que estaban trabajando para solucionar la situación de los chicos y reconoció la falta de materiales.
Hoy la obra sigue paralizada. No hay nadie reparando ese Centro. No hay avances ni soluciones, a solo un mes y medio del término del ciclo lectivo.
Sin embargo, el intendente de Orán, Marcelo Lara Gros, en la Primera Ejecución Presupuestaria del 2016 dijo haber gastado en concepto de «Víveres para la guardería infantil Monseñor Muguerza» 84.100 pesos. Esta documentación que envió Lara al Concejo Deliberante corresponde a los gastos del municipio por los meses de enero, febrero y maro. Las clases comenzaron en Marzo, por lo tanto, si la guardería nunca funcionó ¿Cómo pudo gastar en alimentos para los niños 84 mil 100 pesos? Cabe pensar que Lara y sus funcionarios están mintiendo.
Pero esto no es todo. En la Segunda Ejecución Presupuestaria de este año que incluye los gastos del municipio entre el 1° de enero hasta el 31 de julio, Lara vuelve a decir que pagó por «Víveres para la guardería infantil Monseñor Muguerza» 135.900 pesos. Si el servicio de guardería nunca funcionó ¿Qué hicieron realmente con esa plata?
PRESUPUESTO
Recién este jueves los Concejales tienen previsto tratar el Presupuesto Municipal 2016, el que debió ser tratado en diciembre pasado, o a mas tardar en los primeros meses de este año. En él están previstos gastos por 480.000 pesos destinados a «Víveres para la guardería infantil Monseñor Muguerza», una irregularidad comprobada y firmada por altos funcionarios del municipio y por el mismo intendente.
UNA ESTAFA
El CDI Obispo Muguerza es el único instalado en esta ciudad, acosada por la pobreza y el hambre. Pero durante todo 2016 no asistió a los niños; niños de las familias más vulnerables, como reza la propaganda oficial.
Familias que encontraban en él una solución paliativa, por un lado, para la alimentación de sus hijos; y de guardería, por otro lado, para que las madres pudieran salir a trabajar hoy no pueden sentir menos que una estafa.
Los CDI en la provincia se anuncian como instituciones que reciben a niños de 6 meses de vida a 4 años provenientes de familias con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), es decir, familias que no llegan a dar de comer a sus hijos; pero en Orán solo los reciben desde los 2 y hasta los 4 años de edad.
Estos CDI son también difundidos como “instituciones de promoción y protección de derechos con atención integral a la primera infancia” y, según la página web oficial del gobierno de la provincia, brindan estimulación temprana, apoyo escolar, nivel inicial, alimentación y recuperación nutricional, tratamiento psicosocial, talleres culturales y talleres de fortalecimiento familiar… aunque nada de esto está en pie.
La justificación del cierre es el deterioro edilicio. Es increíble, pero en todo un año no pudieron reparar un techo. Ni los ministerios de una provincia, ni las secretarías de una municipalidad dieron con la solución a apenas 150 metros cuadrados. Esos 150 m2 que deberían significar al menos un desayuno, una comida, un lugar de juegos, de aprendizaje, de protección y cuidados. Peor aún cuando en nombre de los niños se esconde la corrupción.-
Silvana Brezina / Revista Norte
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