Aguas Blancas: municipalización y problemas de frontera

EL VIERNES SE REUNIERON PARA DELINEAR ESTRATEGIAS PARA LOGRAR LA MUNICIPALIZACIÓN

Aguas Blancas: toda la comunidad se une contra la ilegalidad

Las fuerzas vivas, más comerciantes y lancheros alegan que es imposible lograr mejores condiciones sin autoridades propias.

Vivir en una frontera turbia y áspera es difícil. Pero trabajar legalmente en Aguas Blancas es imposible.

“Los gobiernos provincial y nacional hacen todo para que nosotros dejemos de trabajar en blanco y busquemos la ilegalidad”, dijo a El Tribuno el reconocido comerciante, Ariel Contreras.

En ese contexto adverso, toda la comunidad más sus pares bolivianos se reunieron el viernes para elaborar una acción coordinada y conjunta para lograr la municipalización de Aguas Blancas.

Hasta ahora sólo fueron acciones sectarias, dispersas y anárquicas.

Comerciantes, lancheros, bomberos, trabajadores sanitarios y de la educación, y hasta los carreros; más sectores bolivianos son condicionados por políticas que están destruyendo la economía de la zona.

Es evidente a simple vista que el tránsito de personas y mercancías disminuyó notablemente en los últimos tiempos.

Un cambio sensible

Hoy resulta decadente mirar las calles de un pueblo que antes era un eterno pulular de gentío llevando y trayendo carritos cargados con mercaderías.

La soledad de las calles calientes de Aguas Blancas da verdadera tristeza; y su correlato con Bermejo empeora la postal.

Las restricciones horarias de tránsito a los chalaneros en regla, las políticas cerradas de Aduana Nacional y los discriminatorios requisitos para poder mercar bajo la ley son la punta del iceberg que comenzaron a desatar una verdadera crisis social en una zona sensible que está atravesada por el tráfico ilegal de cualquier tipo de mercadería.

Los otros olvidados son los denominados carreros. Hombres duros que trasladan grandes cantidades de mercaderías en carros tipo huevero.

A ellos también les limitaron los horarios de paso fronterizo. Denuncian que como mucho tiene una hora y media para pasar.

Con cada viaje ganan 30 pesos y es lo único que obtienen en el día porque sólo pueden hacer un viaje con ese horario.

En ese contexto, desde hace un tiempo quieren que el pueblo tenga su propio intendente y ya dieron el primer paso para establecer una estrategia común y orgánica para lograr el objetivo.

“Un jefe comunal propio lucharía para que su pueblo mejore las condiciones sociales”, dijo el jefe de la Cooperativa Fluvial El Dorado, Pancho Ruiz.

Las diferentes fuerzas vivas manifestaron que Aguas Blancas es considerada como un barrio más de Orán y eso los condiciona negativamente por la distancia que tiene con los centros de decisión.

Se le debe agregar que si bien tienen autoridades ejecutivas y legislativas que los representen, su defensa se vuelve una entelequia por las distancias y el olvido de los políticos.

Todo en contra

En la reunión también comenzó a delinearse la estategia para la consulta popular que definirá el futuro del pueblo.

Tienen todo en contra, pues vota todo el municipio.

Para ser claros. El padrón total del municipio llega a los 52 mil electores aproximadamente.

No sólo votará Aguas Blancas; también lo hará Orán.

La comisión deberán convencer al vecino oranense que debe votar a favor de los de Aguas Blancas y ahí radica la principal piedra para la municipalización; si pierden el referéndum estará todo perdido.

Por ahora, la realidad de los vecinos de la frontera indica que el malestar social es estructural y palpable. Se sienten los olvidados por las autoridades municipales, provinciales y nacionales y tienen todos los argumentos necesarios para sentirse de esa manera.

 “Una misión casi imposible”

Hay que ser lo más claro posible. La Legislatura ya convirtió en ley el llamado a una consulta popular, por sí o por no, para la independencia municipal de Aguas Blancas.

El gobernador debe decir cuándo, si en 2013 o 2015, se lleva a cabo el referéndum.

Pero ahí no reside el verdadero problema y para eso El Tribuno dialogó con el diputado Antonio Hucena.

Desafío

El legislador dijo que desafío de los que quieren la municipalización de Aguas Blancas está en que el referéndum se debe realizar en todo el departamento Orán que tiene un padrón electoral de 52 mil personas en condiciones de votar, incluyendo ahora a los chicos que tienen los 16 años cumplidos.

La ciudad de Orán tiene 50 mil votantes y Aguas Blancas, contando Solazuti, “El 28” y las 4 comunidades aborígenes, apenas llegan a los 2 mil votantes.

“La comisión deberá realizar un trabajo electoral enorme para convencer a los vecinos de Orán sobre las conveniencias de dejar libre a Aguas Blancas”, dijo Hucena a este diario.

Y en ese plebiscito se jugarán, más que nada, recursos. Coparticipación que recibe actualmente Orán y que reparte en obras, planes y proyectos por lo cual nadie se anima a apostar nada.

Cautela

El senador Pablo González dijo a este medio que hay que ser muy “cautelosos” a la hora de dar pronósticos sobre los posibles resultados. Lo cierto es que la comisión por la municipalización de Aguas Blancas ve en la independencia comunal una herramienta para comenzar a solucionar sus problemas sociales.
“Flagelan a su propio pueblo”

Pancho Ruiz habla de discriminación y desigualdades en un lenguaje que sólo la calle y el trabajo brinda.
El hombre comanda una cooperativa de lancheros y tiene un problema grave: el horario.
Las chalanas solo pueden funcionar de 10 a 17.
Entonces, temprano llegan los micros cargados con personas dispuestas a cruzar al lado boliviano y solo tienen la opción de ir por el puente.
Ahí ya perdieron la mitad de las potenciales ganancias.
Para regresar a Argentina abordan las chalanas, pero de propiedad boliviana.
Ahí ya perdieron todo.
El horario fue impuesto sin consultar a nadie y a nadie pueden acudir para protestar.
En esta situación se basa este hombre duro, curtido de sol y Bermejo para decir que las autoridades argentinas “flagelan a su propio pueblo”.

“Narco o bagayero”

Ariel Contreras tiene su negocio de venta de mercadería con todos los papeles en regla.
Pero la AFIP le pone un monto de compra de mercadería para la reventa proporcional al número de empleados en blanco.
El comerciante tiene a dos chicos a su cargo pagando todo en regla, pero el volumen de lo que ingresa es insuficiente.
Es decir: tiene la capacidad para vender más pero no lo dejan.
Libra una lucha por demás desigual porque compite con los grandes distribuidores de Orán que trasladan enormes cantidades de mercadería.
“Ellos tienen la enorme ventaja de tener muchos empleados registrados, pero en Orán”, dijo a El Tribuno Contreras.
Y en su razonamiento el empresario no dudó en afirmar que “en Aguas Blancas ya no conviene tener todo en regla porque es más fácil ser narco o bagayero”.
LOS PUNTOS

Costos. Para cruzar a la ciudad boliviana de Bermejo por el puente se debe abonar, por dos taxis, una cifra total de 22 pesos.Económicas. En una chalana, que funciona en el horario restringido de 10 a 17, el costo total de ida y vuelta es de 4 pesos. Carreros. Otro horario restringido es para los carreros, que operan de 11 a 13. Aunque en la práctica no llega a la hora y media. Ganancias. Cada carrero gana 30 pesos por viaje. Con la restricción y los controles, los hombres solamente alcanzan a realizar un viaje por cada día. En regla. En la zona hay registrados, con todo en regla y con empleados a cargo, unos veinte comerciantes mayoristas. Impuestos. Un lanchero paga 9 mil pesos de impuestos para operar en el río Bermejo. Tributan más que por un 0 km.