Brasil reduce las tarifas eléctricas para contrarestar la crisis

11/09/2012 | Revista Norte

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, anunció hoy un recorte en las tarifas de energía eléctrica en 2013 de hasta 28% para la industria y 16% para el consumidor residencial.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, anunció hoy  una reducción de las tarifas de energía eléctrica en 2013 de hasta 28% para la industria y 16% para el consumidor residencial, destinada a impulsar la economía y reducir los impactos de la crisis.

«A partir del inicio de 2013, la factura de luz de los consumidores residenciales se reducirá 16,2% y la de los industriales entre 19 y 28%. Esas reducciones podrán ser mayores», anunció la presidenta.

El gobierno espera garantizar la rebaja principalmente adelantando la renovación de concesiones por 30 años a los grandes productores a los que exigirá a cambio esas reducciones. También habrá un aporte anual del Ejecutivo de 3.300 millones de reales (unos u$s 1.650 millones).

La tarifa de luz más barata reducirá costos y generará empleos, afirmó el ministro de Energía, Edison Lobao.

La industria brasileña, que atraviesa un difícil momento, reclamaba esa reducción de tarifas desde hacía años, por considerar que la energía eléctrica en Brasil es la tercera más cara del mundo.

«La reducción de la tarifa de la energía eléctrica es un paso importante para disminuir los costos, aumentar la competitifidad de la industria y favorecer el crecimiento de la economía brasileña», reaccionó la Confederación Nacional de la Industria (CNI).

La industria de Brasil, que creció apenas 0,3% el año pasado, contra 10,5% en 2010, acumula hasta julio una caída de 3,7%. El gobierno se ha empeñado en sucesivas medidas para levantar la alicaída industria.

Una advertencia a ese descuento en la tarifa eléctrica fue hecha el martes por el diario O Estado de Sao Paulo en un duro editorial que advertía que esta medida que impulsa la popularidad de Rousseff, puede servir para disfrazar la inflación.

Medidas anti crisis

Tras constantes síntomas de desaceleración económica, un alto índice inflacionario y pocas posibilidades de recuperación para este año en Brasil, el gobierno de Dilma Rousseff ha apostado por un gran paquete de políticas de reducción de impuestos y un aumento ambicioso de inversiones.

La medida sobre energía se suma a las concesiones para infraestructura por u$s 66.000 millones, un nuevo régimen automotor,  la disminución de las tasas de interés y el aumento de impuestos para algunos productos importados, establecimiento de preferencia para productos nacionales en las compras gubernamentales. Además, exime a empresas de 15 sectores del pago de contribuciones a la seguridad social, que serán cubiertas por el Tesoro Nacional. –

 

Publicado por El Cronista

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