Cacerolazo contra Cristina en Nueva York

26/09/2012 | Revista Norte

Cacerolas frente al Central Park

Residentes argentinos protestaron en el hotel donde se aloja la Presidenta.

Los manifestantes demandaron conferencias de prensa y el fin del cepo cambiario.

NUEVA YORK (De un enviado especial).- Unos mil argentinos residentes de esta ciudad y turistas que fueron avisados por sus familiares desde la Argentina se congregaron a media tarde de ayer en la puerta del hotel Mandarin, donde se aloja Cristina Kirchner, para «repudiar» sus políticas. Cantaron el Himno y batieron cacerolas pacíficamente al grito de «Ar-gen-tina». La Presidenta terminaba a esa hora su actividad en las Naciones Unidas y entró en el hotel de incógnito, en un auto con vidrios oscuros, por una puerta lateral.

La mandataria se negó a pasar entre las dos vallas que dispuso la policía de Nueva York para su seguridad. La marcha se congregó en Columbus Circle, frente al Central Park, a las 17, pero al sumarse gente el paso para los transeúntes se complicó por lo cual la policía despejó el lugar en forma disuasiva y los manifestantes se fueron a la puerta del hotel.

«Muchos viven acá pero otros están de turismo y recibieron mensajes de sus familiares desde la Argentina para que vengan», dijo a LA NACION Sabrina Lanosa, una de las organizadoras, a través de Facebook.

Muchos carteles estaban en inglés. Traducidos, decían: «Cristina, arruinaste la Argentina»; «¿Fuiste capaz de comprar dólares para viajar? Yo no pude»; «mentirosa»; «korrupta» (ése era en español), entre otras decenas.

Tomás Pérez Alati, un becario de derecho, adujo como motivo «la injusticia, la corrupción, la falta de división de poderes», y agregó que se mantiene con su tarjeta de crédito porque no lo dejaron comprar dólares. Felicitas Fuentes Benítez, también becaria, se movilizó para «apoyar a todos los argentinos que marcharon el 13 de septiembre y por la falta de libertades y la violación del derecho a la propiedad».

Hubo un cruce algo tenso entre manifestantes y un movilero del programa CQC, que formulaba preguntas tales como: «¿No cree que hay libertad de prensa?; ¿no está diciendo lo que quiere ahora?; ¿qué se siente manifestar por su país desde otro país?; ¿por qué no vive en la Argentina?».

Un hombre que no se dio a conocer filmaba todas las escenas, mientras otro, más joven y corpulento de remera marrón, barba y pelo largo, increpaba a los manifestantes con preguntas provocativas, y no encontraba eco.

También buscó confrontar con los periodistas que cubrían la protesta, pero se negó a decir su nombre.-

 

Publicado por La Nación

 

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