Carlos Martinez: de Menem a Cristina

Carlos Martínez, del Tango 01 de Menem a jefe del Mercado Central

EL PERSONAJE DETRAS DE LA MEGAFERIA

Es el promotor del polémico negocio en terrenos del Estado. Antes fue recaudador de Scioli 2007 y gerente de pasajeros de Lafsa.

Por Leonardo Nicosia

La construcción de una megaferia-shopping en terrenos del Mercado Central está levantando polémica. Y su principal promotor es un hombre tan controvertido como el proyecto en marcha. Es Carlos Alberto Martínez, el presidente de ese organismo, que fue “comisario de a bordo” del avión presidencial Tango 01, recaudador de campañas electorales y “gerente de pasajeros” de Lafsa, la aerolínea estatal que jamás realizó un vuelo.

El funcionario que impulsa este negocio millonario para empresas privadas tiene múltiples contactos con el kirchnerismo. Fue nombrado en su puesto por el gobernador Daniel Scioli, es aceptado por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y en el fondo respondería al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.

Martínez, de 49 años, aterrizó en el Mercado Central en el año 2007 como director, sin conocimientos o antecedentes laborales en ese rubro. Por el contrario, todos sus trabajos anteriores estuvieron vinculados a la aeronáutica.

Su primer empleo es una mancha para cualquier funcionario kirchnerista, porque trabajó en las Fuerzas Armadas durante la última dictadura. En octubre de 1980 ingresó a la Fuerza Aérea Argentina, donde dio los primeros pasos como “auxiliar de a bordo” en aviones militares.

El salto lo pegó en los años noventa, cuando el ex presidente Carlos Menem compró el lujoso Tango 01. Martínez pasó a formar parte de su tripulación, compartiendo largas horas de viaje con ministros, empresarios, legisladores y hasta el propio Menem, a quien todavía recuerda cariñosamente como “Carlitos”.

La aeronave presidencial fue su puerta de entrada a la política. El tiempo muerto de los vuelos le permitió trabar amistad con los poderosos funcionarios de distintos gobiernos, incluyendo los séquitos de Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y –por supuesto– Néstor Kirchner.

Precisamente, la gestión kirchnerista le otorgó su gran oportunidad. En el año 2004, le concedieron un cargo en Líneas Aéreas Federales Sociedad Anónima (Lafsa), creada por el Estado para tomar a los empleados de las quebradas aerolíneas LAPA y Dinar.

Martínez consiguió que el ministro Julio De Vido, que por entonces manejaba esa compañía, lo nombre “gerente de servicios al pasajero”. El puesto no tendría nada de llamativo, excepto por un detalle: Lafsa nunca realizó un vuelo y, por lo tanto, jamás tuvo “pasajeros”.

Durante ese tiempo, el ex auxiliar de abordo reforzó su relación con el entorno “devidista”. En particular, con el influyente secretario privado del ministro, José María Olazagasti, ambos oriundos del barrio porteño de Villa Lugano.

Lafsa también le permitió conocer a Daniel Scioli. El hermano menor del motonauta –Nicolás– estaba en el directorio de la frustrada aerolínea. La confianza fue suficiente para que el entonces vicepresidente le encargue una tarea delicada: recaudar dinero para su primera campaña a gobernador.

En diciembre de 2007, Martínez tuvo su recompensa. “De Vido le propuso a Scioli que lo nombre como representante bonaerense en el Mercado Central”, informa una fuente vinculada a ese organismo. “Julio quería correr al delegado nacional Fabián Dragone, porque estaba enfrentado con el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados”.

En febrero de 2008, con la anuencia de Moreno, el ex tripulante del Tango llegó a la presidencia de la entidad. Es el primero que logró mantenerse cuatro años en ese cargo. El año pasado se recibió de licenciado en Comercio Exterior, en la Universidad de La Matanza. Pero su principal aptitud seguirá siendo la ligereza para los negocios y la facilidad para hacer contactos.

 

El escándalo que se viene

El domingo pasado, PERFIL reveló la controversia en torno a Mil Columnas, un proyecto para construir un gran centro comercial en terrenos del Mercado Central, cien héctareas con accesos privilegiados por General Paz y Av. Ricchieri.

Será explotado por capitales extranjeros y locales, que ganarán más de 600 millones de pesos. El negocio provocó roces entre Guillermo Moreno y Julio De Vido. Líderes de la feria La Salada denunciaron que perjudicará a miles de pequeños comerciantes, que las empresas pagarán un canon bajísimo por las tierras y que estarían violando una ley provincial.-

 

Perfil