Chile. Jacqueline Pinochet dijo estar asqueada del odio hacia su familia

Chile: la hija de Pinochet no aguanta más el odio hacia su padre

Jacqueline Pinochet, la hija menor del fallecido dictador chileno, dijo sentirse asqueada por el odio hacia su padre y su familia.

Jacqueline Pinochet, además, rechaza la investigación que realiza la justicia chilena sobre la fortuna que amasó el exgobernante.

«En el fondo todo eso me asquea, porque está bien que haya gente que no le guste mi papá, ¡pero basta!», dijo a la revista chilena Cosas, la menor de los hijos de Augusto Pinochet, quien encabezó el 11 de septiembre de 1973 el golpe militar que derrocó al presidente Salvador Allende, y dio comienzo así a su régimen.

«En 2013 se van a cumplir 40 años del ’73’ ¡Ya no más! Ahora van a seguir con los nietos, los bisnietos ¡Basta!», agregó Jacqueline, quien, según sus hermanos, era la hija preferida del dictador chileno.

La fortuna de Pinochet, que alcanzaría los 26 millones de dólares, de los cuales seis han sido justificados a través de ahorros y de la posesión de unas 25 propiedades, comenzó a ser investigada por la justicia chilena en 2004, cuando se hallaron un centenar de cuentas bancarias en Estados Unidos.

A esto se suma la aparición de otra cuenta bancaria no reclamada en Estados Unidos que pertenece a Lucía Pinochet, la mayor de las hijas del dictador, y que fue incluida en las indagaciones.

Lucía Hiriart, viuda del ex dictador, y sus cinco hijos fueron arrestados en octubre de 2007 en este proceso, acusados de «malversación de caudales públicos», pero luego la Corte Suprema los sobreseyó a todos.

Para Jacqueline, quien reside en Miami, «se inventaron acusaciones que son francamente imposibles» en contra de su familia.

El testamento de Pinochet fue abierto en abril en medio de una gran expectativa por saber si desvelaba el monto de su fortuna, pero no detallaba los bienes que poseía, sino que sólo estipulaba la proporción del reparto, aunque también fue incluido en la investigación.

Pinochet murió el 10 de diciembre de 2006 sin ser condenado por ninguna de las violaciones a los derechos humanos atribuidas a su régimen, que dejó más de 3.000 muertos y desaparecidos.-

Observador Global